domingo, 2 de agosto de 2009
Yo hubiera coronado a Nora Salinas
“La etapa de traje de baño es muy complicada porque no es nada sencilla” así o más indejo el tal Yordi Rosado que fue el conductor estrella de la noche y es que estos tales por cuales que se dicen comunicadores, no rebuznan porque no se saben la tonada, lo peor del asunto es que la preciosa tamaulipeca Nora Salinas, que de verdad es una reina, se equivocó toda la noche, a lo mejor no había luz suficiente para leer correctamente o le quedaron mus pesadas las pestañas después de varias capas de rímel y se le cerraban, pero a pesar de sus yerros, sin dudarlo un momento, yo hubiera bajado a todas las niñas participantes del magnífico escenario del Centro Cultural para coronarla a ella.
Yo estoy de acuerdo con don Juan Pérez Ávila que en su Plus Ultra asegura que en nuestro solar tamaulipeco han nacido las mujeres más hermosas del territorio nacional, y para muestra ese botón reynosense, quien tiene todos las gracias en su portentoso garbo, porque ésta si no camina como Chencha y jamás dobla la espalda en público ni un solo instante y que me perdonen todas las concursantes, pero la guapísima Ana Karen González Abdala era la única que parecía flotar al desfilar en la línea imaginaria de la pasarela, las otras, como que nunca se enteraron de que se registraron en un certamen de belleza y que uno de los principales atributos de una mujer, es su “saber estar”, y ella, que al final obtuvo la suplencia del evento, merecía haberse alzado con la victoria, tal vez, su único error en toda la noche y lo que a mi juicio le valió su rezago a la hora de la votación para las cinco finalistas, fue su mensaje a la hora de responder la última pregunta al haber incluido el eslogan de nuestro jolivudense gobernador Eugenio Hernández Flores en su declaración ante el micrófono, pero fuera de eso, estuvo excepcional en cada etapa.
Melisa Solano Caballero de Vicky Ranch que a la postre obtuvo el título, no es que estuviera mal, pero tampoco lució como para ganar el título, y es que a todas les falló el vestido, parecía que unas se habían ido a Regio Novias a escoger su atuendo y otras, a tiendas Del Sol, y unas, de plano se fueron al departamento de Frutas y Verduras de Soriana, y se pusieron lo primero que encontraron.
Ya ven que soy muy fijado queridos lectores, así que de inmediato me percaté de que nuestra máxima gloria de las letras Gabo García Márquez, al que algunos mercaderes ambulantes de la cultura local, consideran paisano tan solo porque se echó un caldo de res en el café Alicia, bajó su alto rating entre las participantes de este tipo de concursos y, es que ahora ninguna de las chicas presumieron haberlo leído, supongo que ya no tienen tanto tiempo, entre las hojalateadas de carrocería y pintura y pasarse el día cantando “oooaaxaca” en el baño para no engordar ni un gramo, se pasan las horas del día sin asomarse a un libro, que al cabo ya saben que nadie les creerá que son cultas, además a quien chingaos le importa si dicen: “nadien”, “dijistes” o “haigan”, con que nos beneficien a todos con su belleza, lo demás es lo de menos, si ya trepadas en el tálamo del éxito ni quien se acuerde de su procedencia.
Nora Salinas lanzó pertinente advertencia: “La decisión del jurado es inapelable”, lo cual según el español norteño quiere decir que las restantes niñas se la van a tener que pel… (piiiippp) porque ya puesta la corona nadie podrá arrebatársela a la triunfadora, a menos de que lleguen los Pefepos a llevársela en andas o en volandas a un separo de la Ministerial y en lugar de la banda le coloquen los números y la tablita vertical medidora de estatura.
A Yesenia Hinojosa le falló todo, pobrecita es que se veía nerviosa desde que entró y el vestido estaba del nabo, total que no dio una, le brotaron los 18 años de inexperiencia, porque no cualquiera, ni siendo tan bonita como ella, puede pararse en un escenario como el del Centro Cultural sin que se le frunza el ánimo, no es lo mismo monearse ante el espejo para deslumbrarse con su nítida belleza, que pararse en una tarima en la que se sabe todo mundo la está viendo, los hombres con admiración y con ganas de llevársela a cenar y las mujeres, hasta las muy seguras de sí mismas, con un dejo de envidia, porque el eminente Dr. Sanmiguel les puede cincelar la cara perfecta: los pómulos altos de Salma, los labios como sandía en tiempo de canícula de Angelina Jollie, las nalgas de Jeniffer López y las chichis de Pamela Anderson, pero no les puede quitar la edad, a menos de que le lleven la hojita del acta de nacimiento y el inefable cirujano plástico ponga a una de sus secretarias a que la tape con “likuid peiper”.
Fueron diez participantes de un concurso que ya está pasando de moda y que no tarda en desaparecer del mapa junto con la horrenda de Lupita Jones que debería dedicarse a otra cosa en su natal Mexicali, o solamente que su verdadera chamba sea la de conseguidora de apetitosas “frutitas” para los ejecutivos de televisa, el mismo desangelado papel que tuvo por décadas Raúl Velasco y que por corrupto, le dieron una patada en el “yunou” para terminar muriéndose de cirrosis casi en pleno homenaje que le rindieron los artistas y el príncipe idiota Emilio Azcárraga Jean.
Solamente para los que les gusta recortar esta información, incluyo los nombres de las concursantes: Yesenia Hinojosa Sada, de Nuevo Laredo, María Fernanda Urbina Flores, de Mante, Allen Veredith Ramírez Torres, de Matamoros, Melissa Solano Caballero, de Victoria, Paloma Alejandra Solano de Alba, de Reynosa, Geraldine Naumov Brunel de Tampico, Nora Hilda Sánchez Delgado, de Mante, Cecilia Iveth Salinas Acosta de Reynosa, Amparo del Rocío Martínez Lugo de Matamoros, Ana Karen González Abdala, de Nuevo Laredo (ahora virreina de belleza de Tamaulipas).
Nuestro carismático alcalde brilló por su ausencia y envió en su representación a Nabor Etienne, pero creo que ahora si le fallaron los cálculos políticos a Ramón que a lo mejor no consideró que el teatro iba a estar a reventar y aunque no soy de sus corifeos, ni de sus lambiscones a sueldo, estoy seguro de que le hubiera convenido asistir para probar en televisión estatal que es el alcalde más popular de Tamaulipas a pesar de lo que por sabido se calla y no voy a ser yo el que lo diga, si para eso están en circulación los matutinos que presumen que son los adalides de la libertad de expresión. Ya dije.
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