SALMA

Salma Hayek no es la mejor actriz mexicana , ni siquiera la más guapa, eso sí, ha sido la más ambiciosa de los últimos tiempos, además, fue una de las bellezas de Televisa que supo capitalizar sus encantos, bueno, ella, y Adriana Abascal que de ser la querida en turno del difuntito Tigre Azcárraga, ahora es la esposa de Javier Villalonga el magnate de los medios masivos en España; ambas son el claro ejemplo de las alturas que se pueden trepar, si se sabe la manera de cómo hacerlo.

La veracruzana de origen libanés, llegó hace 20 años a la capital del país con una mano adelante y otra, atrás, pero cuando tuvo que hacerlo para mejorar su condición económica, se quitó una de las dos manos para ofrecer sus servicios al mejor postor, primero anduvo con un alto ejecutivo de televisa, de nombre Alejandro Burillo, luego, ya que se le dio el estelar en una telenovela, se fue corriendo a los brazos del boxeador Julio César Chávez que en esa gloriosa época de campeón, gozaba de gran fama de generoso con su dinero, y ahí, la pirujilla trepadora oriunda de Coatzacoalcos, se hinchó de dinero bien ganado gracias a sus esfuerzos sexuales por tener bien atendido al boxeador, que dada su condición de millonario y ojo alegre, no escatimó en gastos para prodigarle a Salma lo que ella y su familia requerían para sobrevivir.

La boda de Salma con el multimillonario francés Francois Henri Pinault, que está más feo que la maestra Elba Esther con gripa, ha dado la vuelta al mundo en un click, pero claro que a la codiciosa actriz mexicana, no le importa la fealdad del cabezón de su marido, sino su enorme cuenta bancaria, aunque no crean, queridos lectores paisanos, que en esas altas esferas en las que los hombres son dueños de islas completas y poseen todo el dinero de Europa, son como los riquillos de nuestro pueblo, que se sienten capeados en hueva de esturión sólo porque tienen una casita decente y comen con manteca todos los días, no, por Dios, no es así, estos si tienen dinero de verdad, pero además como sus fortunas son incalculables, se casan firmando ciertas cláusulas para que a la hora del divorcio, la lagartona no se quiera quedar con todo su dinero, aunque tengan una hija en común, y no como aquí, que las guapas paupérrimas se casan con un riquillo de una dinastía con dinero, pero a la vuelta de varios años, se dan cuenta de que lo único que consiguieron fue una casita chiquita y una menguada mesada para vivir decorosamente, lo que pasa es que no todas las preciosas tienen la suerte de La Hayek, sobre todo porque en este rancho grande no hay muchos ricos de donde escoger, yo les aconsejo a las guapas pobres que se vayan de aquí, porque claro que las hay, pero de nada sirve su hermosura si eligen quedarse aquí, a pasear su deslumbrante belleza en los hediondos antros de Laredo.

Alrededor de 150 amigos y familiares asistieron al festejo, entre los cuales se encontraban Penélope Cruz, Edward Norton, Woody Harrelson, Olivier Martínez, Luis Miguel, Ashley Judd, Charlize Theron, Stuart Townsend, Bono, Gael García Bernal, Diego Luna, Enrique Murciano, David Blaine, Ziyi Zhang, Anna Wintour la famosa editora de modas, “el niño Jumex” Eugenio López Alonso y el ex presidente francés Jacques Chirac, y aunque hay algunos exagerados que aseguran se gastó varios millones de dólares en su fiesta de tres días que empezó con una mascarada al estilo veneciano, yo creo que no fue para tanto, pero lo que es verdad es que el menú fue diseñado por el famoso cocinero español José Andrés que en eso de la elección de viandas es un sibarita de lo mejor del mundo, que aquí si se pudo conseguir pechuga de ángel y rabadilla de sirena, y que el maridaje fue con vinos de esos que cuestan miles de dólares la botella, no como en los cocteles del ayuntamiento local, que sirven marranilla de dos dólares y bocadillos de doña Juanita hechos a base de tortillas y frijoles refritos.

Salma Hayek, ha hecho buen negocio con su boda, y a pesar de que casi tiene 50 años, se ve espectacular, y aunque no es la más guapa, a pesar de su baja estatura, luce elegante con todo lo que se vista, por lo menos, esta mexicana tiene calidad de exportación para andar de embajadora en esos círculos de la socialité internacional, solamente le falta una pulidita de nada, un chisguetito en los modales, que se la crea que anda entre esa gente, porque, de pronto me da la impresión de que le puede brotar lo mejinaco, a mi me gustaría que recibiera unas clases de estilismo de Isabel Presyler que según mi criterio es una de las pocas mujeres en el planeta que saben “estar”, y eso que la ex esposa de Julio Iglesias y madre de Enrique casi tiene setenta años de edad, ojalá que Salma le aprenda algo a esta española que algo tiene de sobrenatural por su finura, glamour y elegancia. Ya dije.