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martes, 25 de agosto de 2009

Lapsus Pendejus de Elba Esther


Epidemiológico. Repit after mi. Epi me di (cof cof)… Epi de mi (jijiji) Epi de mio ló qui jo (arfff) pero nunca lo dijo bien, y es que hasta en esos lapsus pendejus se nota la pésima educación de la maestra Elba Esther Gordillo, lo malo es que nadie quiere reconocer que en nuestro país, según la OCDE, que por sus siglas en español no sé ni lo que quiere decir, pero ya se sabe para lo que sirven estas organizaciones, ocupa el último lugar de una lista de 90 países.
Ya sé, si no me hago loco como el tío Lolo, que nunca se mejorará esta infame cadena magisterial porque mientras es verdad que hay unos maestros buenos que se parten el lomo por cumplir cabalmente con su tarea educadora, hay otros que te dan ganas de darles una patada y ponerlos a vender en la cooperativa, y aquí diré como solían decir en antaño, las mamás pederas, que copiándole el estilo a Libertad Lamarque o a Amparo Rivelles, imploraban al cielo con ojos de esquizofrénica: ¡Señor! ¿Qué hicimos para merecer esto?
Los mensajes políticos siempre me han dado mucha hueva, porque algunos se sienten Demóstenes, pero lo que no se dan cuenta es que un discurso no estriba en hablar bonito, sino en que los mensajes sean verdaderos, porque de nada sirve que lo expliquen con las mejores palabras que conozcan si ya se sabe lo que se dice de algunos malhadados dueños de la palestra que solamente son burocráticas sanguijuelas como el caso de la dirigente vitalicia de la SNTE y lo que es peor, la horrenda bruja, se burla de sus más cercanos enemigos, al soltarle a Calderón, lo de: “hay que mejorar la educación de nuestros niños para que aprendan a leer bien”, eso es el colmo de la desvergüenza pero que se puede esperar de una lechuza tan fea.
Elba Esther ya había tenido otros lapsus idiotus, cuando se enemistó a muerte con Madrazo Pintado el mismo que contendió por la presidencia de nuestro país, y le mandaba cariñosos recados con sus corifeos: “cuando Madrazo te mande a chingar tu madre escupiré en tu tumba” le gritó al diputado priista, Francisco Arroyo durante una discusión de viejas chimiscoleras en la Cámara de Diputados cuando ella era coordinadora en San Lázaro, en 2003, pero ya se sabe lo que se dice, que a las mujeres, lo mismo que las hace vulnerables, las protege, y si un hombre, al enfrentárseles, pierde la pelea, es un pendejo y si le mete su madriza, es un abusivo, aunque como dicen los nacos de la política: Elba Esther “técnicamente” es un hombre, así que si alguien la pone en su lugar, como a veces lo hizo Madrazo, nadie lo tomaría por cobarde, y es que muchos señores lo asumen de una manera diplomática, ya que la maestra tiene todo el tipo de suegra cabrona, aunque ésta se viste de Armani y las mamás de las esposas siempre andan en batas, chanclas y oliendo a mascarilla de aguacate, se les da por vengarse por interpósita persona de sus mamás políticas.
La realidad es que la educación en nuestro país es malísima y es que nunca ha habido una estructura verdadera para sentar las bases de una buena preparación para los niños, si dice el filósofo que “Infancia es destino”, qué se puede esperar de unos huercos que llegan al aula con las jetas blancas de hambre, y aquí sí, nuestro presidente Calderón debería de inmiscuirse para dar el desayuno y la comida a todos los alumnos, por lo menos hasta los quince años, es decir, que así como dan los libros, los útiles y los uniformes, den los viáticos para que los chamacos tengan vigor para que les entren las letras.
Yo me acuerdo cuando estaba chiquillo que nos daban, o al menos a los más jodidos, el desayuno, y el INPI, que es el antecedente del DIF, entregaba camiones completos de víveres para repartir el primer alimento del día, que consistía en: un cuartito de leche, un plátano, cereal y un burrito de huevo revuelto con algo, pero ahora, como el gobierno da educación “gratuita” y los directores de los centros escolares les pican los ojos a los padres de familia para comprar maestro limpio, fabuloso y trapeadores, porque ni para eso les alcanza.
Eso le aplaudo a nuestro jolivudense gobernador, al güero Assad secretario de Educación y desde luego a nuestro carismático alcalde Ramón Garza Barrios que den el apoyo a los estudiantes, pero considero que les hace falta eso de la comida a nuestros huercos, y si lo hacen, estoy seguro de que tendremos una juventud sana y este Tamaulipas asolado por gavillas de malandrines saldrá adelante para ejemplo del país, porque tampoco creo que se gaste tanto en comida, si se puede pedir la colaboración de instancias sociales que se dedican precisamente a recoger las mermas de las grandes tiendas, y no que se les den desperdicios ni que fueran vagabundos para comer del bote de la basura, pero siempre puede haber convenios que beneficien a ambas partes.
A Ramón le recuerdo que prometió el internet gratis a todo el pueblo, pero nuestro alcalde está como mi tío Melitón que le dijo a mi tía Zenaida: “ya no quiero verte empinada lavando la ropa en ese baño” y mi sacrosanta parienta, pensó que le iba a comprar una lavadora, y no, solamente la mandó a lavar a casa de su mamá, y como para consolarla, el viejo cabrón, todavía le dijo burlón: “sirve que así se procuran más tu mamá y tú”, en fin que hay muchas maneras de mejorar la educación en nuestro estado, pero como dijo el otro, a ver quién es el valiente que se avienta ese trompo a la uña.
P.D: El domingo 30 de agosto publico mi última columna en este Líder Informativo, pero seguiré escribiendo en exclusiva para todos mis ciberlectores que ya suman varios cientos. A los que han enviado mensajes electrónicos para hacerse presentes, se los agradezco desde el fondo de mi corazón, pero se les olvida que yo no ando de gira proselitista y que esos recados lambiscones, de: “te seguiremos a donde vayas porque eres nuestro ídolo” déjenlos para los que necesitan dulzura para sus oídos, porque yo, aunque la maligna vida me quiera sacar a empujones del medio periodístico, nunca los abandonaré. Ya dije.

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