El Dr. Juan Ramón de la Fuente ex secretario de salud de nuestro país, siendo como es, una lumbrera en el rubro de la ciencia, ha asegurado que la aparición de la influenza A H1N1 se conoce desde finales de marzo, y que, como siempre, nuestras autoridades sanitarias, trataron de echarle tierrita como los gatos para que no apestara demasiado, pero lo que nunca imaginaron es que ese primer brote, se desencadenaría con tantos contagiados en México y luego se dispersaría en varios países del mundo.
El excelentísimo médico que también ha sido rector de la máxima casa de estudios del país, dice que no se debió levantar la máxima alerta, que está bien que se regrese a las tareas habituales de la vida cotidiana, es decir, los estudiantes a clases y los empleados a sus centros de trabajo, pero lo que a mi no me cuadra muy bien, es que siendo como son, los directivos de salubridad y sus secuaces, vayan a hacer todo lo que el presidente Calderón dijo en su mensaje urbi et orbi, porque eso de que van a sanitizar las instalaciones de las escuelas me parece que es harto difícil, si ni siquiera tienen agua corriente en los grifos y la mayoría de los bebederos de la escuelas públicas están descompuestos o no sirven, así que no veo por donde ni de qué manera, los encargados de tan delicada encomienda sanitaria, van a poder dejar limpios de gérmenes, bichos y “viruses” cada salón y los pupitres de nuestros huercos, si en dichos centros de estudios, no hay ni trapeadores ni escobas decentes para el aseo diario, por citar un ejemplo sencillo y casi familiar, en la Cosme Pérez tienen como dos años que no pintan la escuela, ni siquiera con blanco España para eliminar los animales rastreros y no me refiero a los profesores ni a sus dirigentes, sino a la jauría malévola que causa las enfermedades.
Es que en materia de educación de salud, estamos en la vil calle, nadie sabe lo qué hacer en caso de enfermedades tan serias como la influenza, por si fuera poco y sumándole todos los riesgos que implica la aberrante corrupción de nuestras casas de salud pública, como la Cruz Roja, el hospital general, el centro de salud, tal vez el único que se salva, y eso porque el director de muchos años de tan amoroso hospital para los pobres, es un verdadero adalid de las causas buenas y éste si merece ser considerado para un premio al servicio de la humanidad, al menos ese que entrega el club Sertoma local, y conste que yo he denunciado desde los cobros injustos de la antes benemérita institución que todavía ha tenido el cinismo de publicar sus “módicos” precios como si fuera una clínica privada y también he dado cuenta de que la clínica de diálisis que depende del estado, es un negocio particular de un puñado de médicos corruptos, y que a sabiendas de tan nefando crimen, nadie hace nada por remediarlo.
Le aviso a Su Excelencia Don Felipe Calderón, que eso que ha anunciado, no creo que sea posible llevarlo al cabo, al menos no en Nuevo Laredo, porque al final del año escolar ya se terminó el dinerito que los padres de familia, pagan “voluntariamente” a principios de septiembre, y los conserjes, a estas alturas del partido, no tienen ni siquiera una bolsa de detergente Foca para lavar los baños, muchos menos, cloro ni pinol, y es que aunque el gobierno municipal ha regalado uniformes, útiles y mochilas a todos los estudiantes de casi todos los segmentos de la población, la verdad es que ninguna escuela del pueblo tiene los suficientes recursos para el ámbito higiénico, y perdónenme todos, lo primero que se le debe enseñar a un niño, no son las primeras letras, sino la simple tarea de lavarse bien las manos, de nada sirve que los “pobresores” se afanen y se ufanen de quitarle lo burro a los niños, si en términos básicos de supervivencia humana, no se otorgan las herramientas básicas para cuidar de su salud, pero si ni siquiera, ni una sola escuela, ha de tener jaboncito en los baños comunitarios, mucho menos papel para secarse las manos, y aquí es donde deberían de aventarse a lo hondo nuestros intrépidos reporteros de los medios locales, para que investiguen en cuantas escuelas del pueblo, se tienen los implementos adecuados para la asepsia de las criaturas.
El Sr. Barreto, caricaturista de Líder, ya lo ha dicho todo en su cartón que aparece publicado en la edición de ayer martes cinco de mayo, que está bien que todos los niños cumplan al lavarse las manos pero si no hay agua ni jabón, solamente que lo hagan con buches de saliva, en fin, yo aconsejo a todos los padres de familia que se abstengan de enviar a los niños a la escuela, al menos no a los de primaria que son los más vulnerables, porque bien dice el Dr. Juan Ramón de la Fuente, que en la peste española de 1918, hubo tres olas, la primera en la primavera, la segunda en el otoño y la tercera en el invierno de 1919 que dicen que esa última fue la que mató a 40 millones de personas, y es cierto, que todos nos hemos confiado, pero no hay que bajar la guardia, y tenemos que exigir a las autoridades que hagan bien su labor y que si no pueden que lo digan para contratar a otros. Ya dije.
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