domingo, 16 de agosto de 2009
Nobleza Obliga
Sigo recibiendo felicitaciones por mi cumpleaños, y como dicen que nobleza obliga, quiero agradecer a todos mis allegados los buenos deseos expresados por mi onomástico, claro que no voy a decir mi fecha de nacimiento, si no soy tan chismoso, al menos no en mi contra, pero a quienes no me conocen físicamente, les puedo asegurar que para ser del país y vivir en medio de esta patriótica zozobra de inseguridad, no me veo tan mal, pero fuera de bromas, quiero darle gracias a Dios por permitirme llegar a este preciso instante de mi vida y tengo que confiarles queridos lectores que soy inmensamente feliz por diversos motivos, pero uno de los principales, es que tengo salud total; todos mis dientes completos, al menos son míos porque yo los pagué, aunque el trabajo artesanal de restauración odontológica es creación de la eminente dentista Sanjuanita Ramírez de la Cruz, y por si no fuera suficiente dicha, tengo los lectores más leales del periodismo paisano, además, alentadas por su auspicio cotidiano, he recibido dos invitaciones de importantes empresas editoriales que nada tontas, viendo mi inconmensurable talento, han puesto en mis manos la posibilidad de realizar una labor que siempre había deseado, aunque algunos de mis detractores seguramente opinarán lo contrario, estos señores consideran que soy el indicado --dije indicado, no indiciado—para su importante encomienda, lo bueno es que los medios electrónicos de comunicación son tan eficientes y de verdad tan globales, que mis sesudos artículos los puedo enviar a cualquier parte del mundo y desde el punto más lejano del planeta, claro que no me da morriña dejar el terruño natal, si aquí tampoco hay mucho qué hacer, pero yo soy como Mc Arthur, nada más que un poco menos viejo… y Volveré, pero diré como dicen los actores cuando ganan un Oscar, éste premio se los dedico a ustedes que finalmente son quienes construyen los éxitos de quienes nos dedicamos al oficio más antiguo del mundo, aunque algunos, aseguren que el trabajo más viejo es cuidando postes en las esquinas, yo estoy convencido de qué como dice la primera de Juan: “primero fue el verbo y el verbo era Dios”, pero el contreras de Goethe en el Fausto, arguye que primero fue la acción, pero no quiero entrar en discolerías con nadie, así que esta polémica, la cierro sin siquiera abrirla, ah cabrón ni yo mismo me entendí, y es que la pelea de los divinos del cielo y los malosos del infierno es tan vieja que a mi se me hace que esa es la chamba más añeja de la historia, es decir, la disputa de los derechos reservados de los primeros eventos humanos y sin tomar partido por nadie, soy un ferviente convencido de que la palabra, como publico en mi blog, es el verdadero nacimiento de la civilización, pero ahora resulta que según los analistas de los medios de comunicación, la palabra ya no se podrá leer impresa, y es que el papel con el que se hacen los periódicos ya es obsoleto y atenta contra la ecología, más claro no puede ser, así que a los que están negados a la tecnología digital, no por tontos, sino por necios, van a tener que hacer uso de los implementos a su alcance, porque con un solo toque de dedo “touchsmart” podrán leer todos los rotativos –que ya no serán tales—del mundo, y es que hasta los diarios más emblemáticos del planeta se han ido a la quiebra, pero algunos de los más importantes, es decir New York Times y otros de esas altas envergaduras e inalcanzables esferas, han optado por cobrar acceso a determinados contenidos en sus ciberpáginas, pero los estudiosos de los “massmedia” dicen que 9 de 10 cibernautas NO están dispuestos a pagar por ese servicio, y es que Mr. Bill Gates debería de ser nombrado Benemérito de la Humanidad, como antes lo fue la Cruz Roja, porque gracias a él y a Google, se ha abierto el mundo de la información, del conocimiento y se han podido diseminar las ideas y la cultura sin costo alguno, no es que me dé gusto, pero qué bueno, ya que los editores en jefe de la prensa mundial, no salen de lo mismo desde hace decenas de años, por eso la gente, es decir todos nosotros los posibles lectores, los hemos hecho a un lado, porque las noticias viajan más rápido por la red y no se tiene que esperar a que amanezca para saber lo que ocurrió en cualquier confín del planeta, además, así nadie tiene que esperar a que empiece el programa de López Dóriga que no se ha dado cuenta –qué alguien le avise al rey que anda desnudo-- de que su estilo ya es anticuado, y que nadie cree que esas que está dando, sean las noticias que a todos nos interesan, debido en parte, a estas prefiguraciones espirituales del periodismo contemporáneo, que sin decirlo abiertamente, se sienten dueños absolutos de la verdad, es que la gente ha optado por asomarse a la autopista de la ciberinformación, así que cada quien se puede enterar de lo que desee sin más censura que sus propias restricciones mentales o en algunos casos; por sus convicciones internas, filiaciones partidistas o intereses particulares. O todas esas juntas. Ya dije.
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