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lunes, 10 de agosto de 2009

La Plaza miada


No quiero ser cuchillito de palo, pero tampoco puedo quedarme callado, y es que en la plaza Libertad no hay baños, y que me perdonen los encargados de la salud pública municipal, pero el hecho de que en un lugar de esparcimiento no existan las medidas mínimas de higiene, es un atentado contra la dignidad humana, porque si a alguno de los paseantes, le urge desembocar sus necesidades básicas orgánicas, es decir hacer chis o del dos, aunque la policía vigilante del lugar, quiera impedirlo, nunca va a lograr que esas escatologías ineludibles afloren en cualquier instante del día, además, a quien diablos se le pudo haber ocurrido que la gente tiene alma de faquir, y lo peor, que los niños, esos que no avisan cuando se les distienden los esfínteres, se van a aguantar las ganas varias horas para aflojarse las apreturas.
Mi tía Adoración de María, mujer católica como la qué más, piadosa alma condolida de su prójimo, en una de sus jaculatorias favoritas, expresaba su sentir con tal encanto que de seguro dicha súplica llegaba a los oídos de Jiová nuestro Dios: ¡Jesucristo Vencedor, aplaca tu ira y tu rigor! Y es que ella a pesar de que nunca fue institucional ni conseguidora de votos, muchos menos arranca aplausos para el candidato en turno en los mítines durante las diversas campañas proselitistas en las que atestiguó muchas promesas incumplidas, antes de morir, luego de lanzar una admonición severa contra las huestes espirituales contrarias al partido en el poder, en un hilo de voz, dijo: “ta muy bonita la plaza pero ónde chingaos vamos a mear”.
Yo estoy convencido de que si ella estuviera entre nosotros, inmediatamente haría una coperacha entre los vecinos para levantar de perdido unos biombos con manta de cielo y solicitaría a las damas Rotarias la donación de unas de esas sillitas con bacinica integrada, y luego en una solidaria cadena humana, de mano en mano, se vaciarían los contenidos en los praditos, para enriquecer la tierra reseca y darle abono al zacatito, pero ni modo que mi sacrosanta pariente que Dios tenga sentada en su ancha mecedora de mimbre, esa labor de ayuda a los hidalguenses, la haga a través de la Güija o se comunique con la regidora del barrio, a través de l’agüita adivinadora de Mishanti, porque ya se nos adelantó en el camino como avanzada celestial del Estado Mayor familiar.
Durante el 2008 estuve yendo a la sala de redacción del periódico y un día si, y el otro también, le preguntaba a nuestro preclaro jefe de información, cuando todavía formaba parte de la perrada, qué para cuando iban a construir la plaza, que el penal ya no estaba en su mismo lugar, y él, que siempre sabe más que los otros en asuntos domésticos del municipio, con toda solicitud y comedimiento, me explicó que no eran enchiladas, y es que entendiendo los tejes manejes de la polaca vernácula, Marco Martínez en tres patadas me instruyó acerca de lo que significan palabras del argot oficialista, tales como: “tripartita, niveles de gobierno y cooperación conjunta”, lo que luego yo traduje en español norteño como que se van a repartir los gastos en tres, y luego, claro, a alguien le iba a tocar el codicioso trabajo de inflar el presupuesto para darle a cada uno de los participantes su embarradita de gratitud por los beneficios recibidos.
Marco en su eficaz papel de reportero investigador, que luego hay otros colegas que solamente toman los dictados, me mostró los planos de la plaza y en el papel, se veía espectacular, casi como la Macro Plaza de Monterrey nada más que en la regia ciudad metropolitana de los codos, la fuente de Neptuno mide lo mismo que todo el terreno en donde estaba el “cherry” (Cereso, por sus siglas en español), pero la verdad, confieso ante Dios todo poderoso y antes ustedes queridos lectores, que no se me ocurrió, lo que di por hecho, que siendo como están los ches calorones en el pueblo, habría dos o tres espejos de agua, algunas fuentes, bebederos y baños, todos estos servicios primarios para la subsistencia humana, estratégicamente colocados en el radio perimetral de la manzana completa, pero por lo visto, o son las mismas compañías, o le aprendieron las mañas a las constructoras de las casas del Infonavit, que para justificar las áreas verdes de sus chafas fraccionamientos, multiplican por varios cientos de los chiquihogares, los 20 centímetros de zacatito que siembran en las banquetas y claro que en los documentos catastrales, figuran como grandes extensiones de prados, así de haber ocurrido con nuestra modesta placita, que en el dibujo en tercera dimensión, se ve como si fuera el Central Park de Nueva York y casi se puede oler el verdor del pasto y los árboles frondosos dan amplia sombra, pero la realidad es que no existe tal cosa, si ni siquiera hay baños, lo malo es que al rato, lo que en su momento, el día de su inauguración, describí que sería un sitio en donde se sembrarían las risas alborozadas de los niños, olerá a puros miados. Ya dije.

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