Los "valientes" periodistas

Me niego a confiar en los periodistas que presumen lo que nunca han ejercido a cabalidad y además, por absurdos, patéticos y cínicos, todavía se atreven a gritarlo a los cuatro vientos, como si no se percataran de que Nuevo Laredo sigue siendo un ranchito donde todo se sabe, antropomorfos disléxicos declaran con acento humanista, sintiéndose casi beneméritos, que ejerciendo su oficio con valentía, se han expuesto a tremendos castigos en represalia de las mafias políticas del país, negándose a ver que nuestro globero puerto, ha sido pisoteado por los que regentean nuestro pauperizado país, y fue precisamente en el oscuro sexenio de Salinas de Gortari cuando no quisieron dejar piedra sobre piedra en este solar fronterizo, pero se la peló (la presidencial cabeza) porque ni con la erección del puente de Colombia pudo llevar demasiada agua a sus regios molinos y es que sólo a un megalómano como él, se le pudo haber ocurrido semejante despropósito, si ya se sabe que ni a los loquitos les gusta cargar cosas pesadas ni hacer mandados lejos, pero en 1992 nadie dijo nada, ya sé que negarse a aceptar un capricho presidencial con dedicatoria especial a sus coterráneos hubiera sido firmar una sentencia de muerte, así que la construcción del puente en Colombia que ni siquiera alcanza la categoría de nada, es lo que se llama una congregación, es más, la parroquia de Guadalupe en misa dominical tiene más gente que habitantes ese páramo, se llevó al cabo, ante la complacencia de casi todos, pero de verdad es que hay que ser muy imbécil para dejarse ganar el mandado, y en esa ocasión histórica, ni los Agentes Aduanales alzaron la voz, y los valientes empresarios aduaneros que se opusieron, así les fue, a unos les quitaron las patentes y a otros los metieron en problemas fiscales, por eso me da coraje que los “valientes” periodistas se cuelguen medallas que no tienen, porque ni antes ni ahora, han sido capaces de defender los intereses del pueblo, ¡Por Dios! tendré que hablarle a su Majestad Juan Carlos de España, que el añorado Chente Fox, inventando su propio protocolo, se dirigió a Su Alteza como si fueran amigos de toda la vida, diciéndole: “Mi Rey”, para que le diga a estos adalides de la libertad, como le espetó a Hugo Chávez: “POR QUÉ NO TE CALLAS”.

La Guardería

Que les den cadena perpetua a quienes otorgaron los permisos a esa guardería de Sonora, y es que en nuestro pauperizado país, existe tan desorbitado nivel de corrupción, que francamente ya es incontrolable, son, como decía Palillo en sus crónicas políticas carperas: “pulpos chupeteadores” que con tal de agarrar dinero son capaces de vender permisos de inventos novedosos que prometen crecer a los enanos.

Eso precisamente fue lo que pasó en este espeluznante caso en el que murieron muchas criaturas inocentes, que en otras circunstancias, bajo otro gobierno, nadie en su sano juicio podría haber otorgado un certificado para que un galerón inmundo se transformara en un recinto dedicado a proteger lo más sagrado que tenemos los seres humanos.

Claro que a los dueños de la guardería no los van a molestar ni con el pétalo de una rosa, si ya se sabe que en México, la justicia no es rasera, si hasta nuestro benemérito Benito Juárez, aunque se enojen los masones, decía que: “a mis amigos ley y gracia; a mis enemigos la ley”.

Lamento profundamente esas muertes, y tan infausto suceso, me obliga a reflexionar acerca del poco valor que se le otorga a las vidas humanas, y es doloroso enterarse que una de los dueñas, pariente de la esposa de nuestro señor presidente, comentó en voz baja a una comadre, y yo lo supe por un amigo que vive en el estado que gobierna Eduardo Bours, “esos niños valen más muertos que vivos”, pero la vida que todo lo cobra, y dicen, que nadie se va de este mundo sin pagar lo que debe, le va a facturar cada uno de esos angelitos con lágrimas de sangre. En Dios confío.