jooble.com

domingo, 16 de agosto de 2009

Pedro Infante y Matouk

Dicen, a mi no me consta, que todavía no me daba por haber nacido, que Pedro Infante era el que le arrempujaba el carrito de los elotes a Antonio Matouk el millonario libanés productor de la mayoría de sus películas, pero si tal noticia les causa asombro, indignación o vergüenza, tengo que advertirles queridos lectores, que esos chismes de pasillo eran la comidilla de todos los días en los apretados corrillos del ambientito de los espectáculos, pero como dijo Maikol Yakson, déjenme aclararles el asunto, partiendo de la premisa que a hombres y mujeres poderosos, se les rinde pleitesía como a becerros de oro, no hay ninguna sombra de duda que a cambio de dinero se les concedan ciertos favores especiales, claro que siendo más viejo que la roña, el tema sexual es, entre todos, el más solicitado por los ricos, además, no tiene discusión el hecho de que cada quien tiene sus gustos definidos, a algunos les gusta el monte de Venus y a otros, asomarse a ver quien viene por la ventana, mientras alguien les arrima el telescopio que les hacer ver las estrellas.

En ese entonces, María Félix era la artista más solicitada por los machirrines, y la Diva, fue la inspiración innoble de las canciones más reputadas del Flaco de Oro: claro que no hay duda a quien le dedicó “María Bonita”, pero tampoco es un misterio, quien fue la musa de: “Aventurera”, “Mujer de la Calle”, “Te Vendes” y “La Pu… (piiiippp) más cara del Congal” que esa no es una canción, sino un poema del Jarocho que así como amó a La Doña, también la despreció por piruja y traidora, ya que a la mujer más hermosa de la época, también se le acusó, en ese entonces, del crimen pasional de una mujer, que dicen, fue su novia, así que de todo hay en la viña de la cinematografía mexicana de la mal llamada época de oro.

Pedro Infante, la contraparte masculina de La Félix, era el objeto del deseo de las mujeres mexicanas, su varonil prestancia, la media voz que enamoraba, su desparpajo, su naturalidad norteña, la actitud franca y abierta que demostraba, había logrado lo que muchos otros, mejores actores, más galanes, con refulgente pedigrí, nunca pudieron obtener, al menos no con el éxito del ídolo de Guamuchil, pero una respuesta de La Doña a Jorge Negrete, resume lo que se tenía qué hacer para conseguir los roles protagónicos, El Charro Cantor, sardónico, le preguntó a María, durante un descanso en el rodaje de: “El Peñón de las Ánimas” “¿Con quién se tuvo que acostar para que le dieran este papel estelar?” y la preciosa actriz, con los ojos relampagueándole, le escupió la frase que ya es historia: “Pues dígame lo que usted tuvo qué hacer, ya tiene más tiempo que yo en este negocio”.

Todo parece lógico y ni crean que pretendo desmitificar al ídolo, que nuestro Pepe El Toro ya es inmortal, pero en algo me tenía que ocupar en esta columna, y como hoy se cumple otro aniversario del peor actor de la pantalla grande, pero también del más popular de todos los tiempos, pues me pareció prudente abordar lo que siempre ha sido un secreto a voces, claro que a mi también me parece muy raro que siendo quien era, que las mujeres se morían por metérsele a la cama, él les hacía el fuchi porque tenía otras inclinaciones, naturalmente que la mercadotecnia aún en su fase inicial, casi en la prehistoria de las técnicas subliminales que actualmente se aplican para vender lo que sea, era un negociazo bruto, desde la exhibición de las películas, la venta de discos, de revistas, de presentaciones personales, y entonces, había que forjarle una imagen de macho seductor mexicano, por supuesto que lo lograron a tal grado, que su fama ha persistido hasta la fecha.

Pedro Infante no estaba solo en el ambiente, claro que había otros actores, directores, productores y periodistas que les encantaba el “extreme make over”, unos hasta se enchinaban las pestañas con cuchara, otros, como Luis Buñuel, Miguel Zacarías o Ernesto Alonso, no tenían empacho en demostrar abiertamente sus preferencias, pero la mayoría, por no decir que todos, ocultaban, tras cerrar la puerta, esos secretos, en la intimidad de su alcoba. Ya dije.

1 comentario:

Unknown dijo...

El leon cree que todos son de su condicion...el que tu seas gay fernando tovar no quiere decir que los demas lo sean, aparte se ve que le tienes mucha envidia ya que a ti nadie te conoce eres un pobre diablo