Mamá que era una mujer generosa y solidaria, decía que el
saludo y un vaso de agua no se le negaban a nadie, pero actualmente en este alrevesado
país una botellita de agua cuesta más cara que un kilo de tortillas, me refiero
exclusivamente a las marcas nacionales y locales, porque los precios de las extranjeras
son inalcanzables, antes, muy antes, cuando todavía operaba el tristemente
célebre Penal de la Loma, las personas que acudían en manadas a visitar a los
reos, se arrimaban a mi casa para solicitarle a mi sacrosanta jefecita: “un
vasito de agua fresca”, no era nada gravoso, regalarles un sorbo del vital
liquido, ya que, a veces, las pobres gentes se pasaban cuatro o cinco horas
bajo el sol cayendo a plomo sobre sus cabezas, sin que ningún bueno para nada
del DIF se les hubiese ocurrido llevarles agua, bueno, pues resulta que en la
ciudad de México se ha desatado el run run de que la iniciativa privada
participará en el establecimiento de las tarifas del agua, francamente ese
inusitado hecho me ha inquietado, no digo, no, que la regalen, pero acaso no es
un recurso natural que nos pertenece a todos, es verdad, que hacerla más o
menos potable, cuesta un dineral, pero con eso de que el rey de Oros, Carlos
Slim quiere comprar el país, dicen, a mi no me conste, que ya es dueño de gran
parte del centro histórico, ojalá que no quiera también ser dueño de toda el
agua que llueva del cielo, porque entonces estaremos perdidos del todo, me
parece que es un crimen de lesa humanidad que las dizque purificadoras de agua
ganen tanto dinero con un elemento que debería de ser gratuito, yo, si fuera
uno de esos legisladores que ganan pequeñas fortunas en salarios y prebendas,
me pondría a trabajar para que los más jodidos tuvieran derecho a tres
garrafones de agua por semana, pero por ejemplo en Nuevo Laredo que hace tanto
calor, deberían de ser por lo menos seis garrafones por familia o quizás que
regalen uno de esos filtros que tratan el agua para que salga sin tantos bichos
dañinos para la salud, en mi casa bebemos la marca Blanquita que es la menos
peor de todas, pero cuesta 17.50, es decir, que para tener disponibilidad
diaria, en mi familia gastamos más de 450 pesos al mes, en tiempo de calor
extremo, a veces hasta 600, conste que no estoy exagerando, ya sale más caro
beber agua que pagar la luz, no quiero ser cuchillito de palo con el mismo tema,
pero estoy aprovechando que ha relucido en el D. F, aunque ellos se refieren exclusivamente
a la distribución entubada a las casas y comercios, en este caso hay un dilema
en particular, si es un derecho humano que se tenga agua para beber, no se
puede comercializar sin vulnerar la dignidad de las personas, es decir, si no
es el desierto del Sahara donde no hay agua ni para echarse unas gárgaras, es
la ciudad más poblada del planeta, no sé, a lo mejor no me he enterado de que
ya se secaron los veneros, pero ni aunque así fuera, o todo hijos o todos
entenados, como siempre, los ricos serán los únicos que puedan beber agua, pero
ellos, seguramente toman aguas suizas o francesas, les advierto que no es una broma
lo de que regalen los filtros o alguna otra manera de obtener agua potable sin
tener que gastar la mitad del chivo del mes, ojalá que nuestros prohombres
tamaulipecos se den a la tarea de hacer algo así para beneficio y beneplácito de
los ciudadanos que votaron para que estén en tan privilegiada situación se
pongan la mano en el corazón y legislen respecto a que el agua potable sea un
derecho de todos sin importar la condición socioeconómica de las personas, ái
le viento el buscapiés a los que gobiernan nuestro estado sería una buena
manera de congraciarse con el vilipendiado pueblo tamaulipeco que vive pecho a
tierra en estos desolados páramos tan dejados de la mano de Dios, yo que soy
ferviente devoto de la virgen del Tepeyac, es más, desde hoy responderé al
nombre de El Ejecutor Guadalupano Ya dije.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario