“Qué pinche jarrón tan feo tienes encima de esa mesa”, y
claro, ese horrendo jarrón, no se usaba para ponerle florecitas, sino que era la
urna en la que se veneraban las cenizas de la mamá del anfitrión de la casa, de
esos instantes bochornosos, he pasado varios, supongo que así les ha de estar
ocurriendo a los hijos de los que prestan sus servicios para la Cruz Roja de
Nuevo Laredo, lo que, antes, muy antes, era razón legitima de orgullo, ahora,
con todo lo que ha estado sucediendo en esa antes muy benemérita institución,
ha de ser una verdadera vergüenza que alguien señale con “índice de fuego”, perdonen
ustedes, asiduos fans, que haya usado esa frase tan trillada, pero no hallé
otra en mi extenso vocabulario norteño para describir lo que debe ser un
apestado social, no sé, si ya se han enterado del patético evento de una “elegida”
del Regnum Christi, pues algo así debe estar experimentado Nelly Ramírez Mota
que se dejó embaucar por los Legionarios de Cristo, al grado que desde niña se
metió de lleno a los mentados retiros espirituales para trabajar como
voluntaria, lo nauseabundo de este espeluznante caso, es que el papá de la niña
le haya permitido involucrarse a ese grado a su hijita de escasos nueve años de
edad, además, sin oponer resistencia, porque supongo que los vivales de Los
Pederastas de Cristo, siendo sus escuelas tan exclusivas, no iban a permitir
que una equis habitante de una colonia paupérrima se introdujera en ese exclusivo
reino católico, en el cual, el santón michoacano Marcial Maciel, era el sumo
sacerdote, tan intocable como intachable, así que, teniendo el padre de Nelly ese
nivel socioeconómico, me asombra que no haya tenido la fuerza suficiente para
impedirle a su nenita se introdujera en ese pantanoso terreno espiritual, bueno,
pues Nelly acaba de sacar a la luz pública un descarnado libro “El reino de
Marcial Maciel: La vida oculta de La Legión y del Regnum Christi”, al que, por
cierto, algunos altos dignatarios de esa orden le “recomendaron” no publicar, y
ya se sabe que las recomendaciones son veladas amenazas, que proviniendo de tan
poderosas personas, no eran como para desdeñarse dadas las condiciones de
impunidad en esas altas esferas que tantos años protegió Televisa en sus
vendidos segmentos noticiosos, de hecho, es día, en que no han sacado a la luz
nada –o casi nada—de la podredumbre de Los Legionarios, que en tiempos de S. S.
Juan Pablo II., se convirtieron en los favoritos de El Vaticano, y es que, el
padre Maciel les mandaba millones de dólares anuales para que prosiguieran con
su labor evangelizadora alrededor del mundo, y si, los colegios, entre esos,
los famosos Cumbres, siguen operando, es porque de seguro Álvaro Corcuera, el
actual dueño de esa congregación religiosa, les sigue depositando las
carretadas de dinero a su beatifica cuenta apostólica y romana, conste que
cuando me refiero a los ladrones de la Cruz Roja local, no estoy embarrando a
las voluntarias que tan distinguidas damas nada tienen que ver en las
operaciones fraudulentas de los corruptos directivos, ya que, entre esa pléyade
de altruistas señoras, cuento con varias amigas a las que estimo más allá de
toda duda, pero ya ven, asiduos fans, que en todos lados se cuecen habas, y
ocurre hasta en las mejores familias, espero que pronto se tomen cartas en
ambos asuntos, en los Legionarios y en la Cruz Roja paisana, que no hay que ser
tan sagaces para entender que detrás de estos dos escenarios existe una especie
de inmunidad diplomática o como el fuero de los políticos, que se escudan
detrás de un poder que emana del pueblo al que le tienen que servir, y sin
embargo, por ruines, por codiciosos e hijos de la chingada se sirven de ese
poder para su propio beneficio y el de sus cómplices. Ya dije.
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