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jueves, 13 de octubre de 2011

El Niño Héroe Neolaredense

Los niños cuando se ponen necios, ni quien los aguante, y menos yo, que seguramente soy descendiente directo de Herodes, pero antes de cometer una atrocidad con las criaturas, Diosito lindo me puso ante los ojos el reportaje del niño héroe, que ése si, se merece un homenaje en el estadio de béisbol, porque yo conozco a muchos que reciben premios del gobierno con sonrisa de satisfacción, y no saben, o se hacen, que esos galardones no valen nada, porque los hombres que están en el poder, aún los alcaldes de pueblitos sin ley, cuando conceden un trofeo se parecen mucho a los papás que les dan dinero a sus hijos para someterlos, pero los que reciben las prebendas creen que es al revés, y además se atreven a salir en todos los periódicos con cara de que se sacaron el premio gordo de la lotería, eso es no tener pudor, ni decencia, pero en fin, lo que si me parece loable y digno de encomio es la proeza realizada por el hermanito mayor de otros dos de 2 y 3 años, a esa edad en que la criatura debería de estar disfrutando de la vida, ha tenido que armarse de valor para sacar a los niños del fuego provocado por el borracho de su padre, que ante los ojos de los medios informativos se comportó tal como deben ser los verdaderos héroes, que se sorprenden por las reacciones de los espectadores, porque no lo hicieron para recibir elogios, sino simplemente como un reflejo natural de supervivencia y, lo más importante, por amor.
La historia es digna de salir en CNN, en el New York Times y que se conozca, urbi et orbi a través de la red mundial cibernética, ahora no vayan a decir los colegas miopes y desinformados, que en realidad no era un incendio provocado, sino que el papá ebrio traía en sus manos un galón de gasolina pero como andaba ensayando una danza ritual apache pues el inflamable líquido se le derramó accidentalmente en los sillones de la sala, y para colmo de la mala suerte de los chiquillos, al hijo de su chinche madre, se le cayó un cerillo encendido, y con tal de ocultar lo que pudiera parecer peligroso para que los turistas no se espanten ante un Nuevo Laredo lleno de lumbre, maquillan la realidad, como si fueran jefes de prensa del alcalde de Chipiculco, que mandan los boletines pergeñados de puras mentiras engrapados con un sobre blanco para validar lo que se dice en el papel.
Hace muchos años no recibía tan buena noticia en un domingo de pascua, y es que, estos hechos, por inusitados y milagrosos, son para volver a creer en que no todo está perdido en Dinamarca, que todavía hay neolaredenses de valía, que no todos son farinellis, que este héroe existe para ejemplo de todos los que no hacen bien su trabajo y todavía tienen las desvergüenza de cobrar su sueldo como si se lo merecieran.
Alfredo Víctor Gaspar Vega de cinco años cumplidos, salvó a sus hermanitos: José Manuel de dos y Anita de tres, de una muerte segura, el pequeño, dice que los cargó de uno por uno y los sacó por la ventana, además, asegura que fue su propio padre, que andaba hasta las chanclas bien amanecido, el que prendió el fuego, y todo porque se había peleado con su mamá, pero luego de cometer su infame acción que merece cadena perpetua o mínimo que lo quemen con leña de Pírul que no sirve ni pa’rder nomás para hacer llorar, huyó a toda velocidad, ahora nada más falta que nuestra vernácula policía chusca, digan que como el asqueroso borracho sabe que lo están buscando afanosamente por cielo, mar y tierra, ya se escondió a piedra y lodo en la casa de un compadre que vive en reservas territoriales.
Alfredito merece un premio por su valerosa acción, además de que, por supuesto, el gobierno municipal tiene la obligación moral de ayudar a su familia a recuperar lo que perdieron en el incendio, yo sé que los van a auxiliar prontamente, porque Ramón Garza Barrios, a pesar de algunos chafas que lo ayudan en su administración, tiene buen corazón, y si sigue así, al rato hasta de mandatario de nuestro estado lo van a poner, por lo pronto, tiene el reconocimiento de sus paisanos que se han dado cuenta que dentro de la voraginosa violencia que gracias al Dios de Israel ha disminuido paulatinamente, ha realizado un excelente trabajo al frente de nuestra ciudad, lo único que le sugiero es que si va a nombrar a Alfredo Víctor como alcalde por un día, le quite de en medio a varios de sus colaboradores cercanos, no vaya a ser que lo metan en líos o que le armen chismes para sacarlo de la jugada. Ya dije.

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