En la red social de moda en el mundo entero, es decir, en Twitter, soy seguidor de la actriz Angélica Rivera, actual novia del engominado gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto, y tengo que confesar que cada nuevo mensaje es peor que el anterior, la verdad es que no conozco en persona a ninguno de los dos, pero por lo menos el político priista tiene a su favor el carisma que irradia, pero ella se siente con el derecho de opinar de todos los temas neurálgicos del país, como si fuera un ectoplasma de Margarita Michelena y no, lo que realmente es, además es que las “pioresnada” de los hombres inteligentes, se creen la patraña de que las neuronas se pueden transfundir vía intramuscular y tengo que avisarles que no es así, porque no vaya a ser que luego La Gaviota quiera opinar del sexo tántrico o de la obra literaria universal del argentino Jorge Luis Borges.
Por ejemplo, ayer uno de sus seguidores, le preguntó su opinión acerca de la muerte del antropólogo Levi Strauss y dijo: “pos que lástima porque me gustaban muchos sus pantalones” (sic) y uno se lamenta que el rey Juan Carlos de España, al que nuestro ínclito y nunca bien ponderado ex presidente Chente Fox, inventó el protocolo a la mexicana, llamándolo: “Mi Rey”, no esté cerca de La Gaviota para gritarle: “¡POR QUÉ NO TE CALLAS!”, alguno de los que leen sus mensajes en Twitter le comentó que si Enrique no la aconsejaba lo qué decir en la red social, y muy ufana la ex esposa del Güero Castro hermano de Verónica la abuelita de la Telera Nacional, “Yo soy la que a veces le ando aconsejando lo que tiene que decir él”, y otro día en que todo mundo twittero atacó a la horrenda judía Adela Micha por la nota de los tennis del hijo del Mesías Platanero, comentó: “no le hagas caso a estos nacos si tu eres una adorada Adela, luego te hablo para lo de la entrevista conmigo y con Enrique”, ésta ha de creer como muchos otros, que los “lectores de noticias” del teleprompter en cadena nacional, son seres pensantes o intelectuales disfrazados.
En su incursión social en Twitter, Angélica ha destacado que Enrique va a ser el presidente, ese detallito me empuja a recordar que antes, cuando eran tiempos de “El Tapado”, corría un chiste entre los presuntos candidatos a la silla grande tenochca, que uno de esos que se sentía ungido por la mano del todopoderoso monarca sexenal ya de salida, le comenta a su mujer: “prepárate vieja, porque pronto vas a hacer el amor con el presidente de México” y ella, solícita y cama pronta, le contesta: “Y él va a venir a la casa o yo tengo que ir a Los Pinos”, pero dicen que del plato a la boca se caen los dientes, y no digo que ella me caiga mal, al contrario me parece una señora cuarentona bastante guapa, pero lo primero que tiene qué hacer es tomarse una pastillita de ubicatex y mi mejor consejo es que no se le vaya a ocurrir atenderse con Valentina de Albornoz la que le ponchó las nalguitas a la rukera Alejandra Guzmán.
Hace algunos años, le pasó lo mismo a Edith González, en ese entonces novia del presidenciable ex secretario de gobernación Santiago Creel, que al final, se quedó colgada de la brocha porque algún malora se llevó la escalera, y a la pésima actriz que habla como si trajera una papita galeana caliente pegada en el paladar, nada le quedó de sus sueños de Primera Dama, aunque en ese entonces sólo era “La Querida”, porque el galán político era un señor bien casado por todas las leyes, pero las que viven en las sombras sus romances de princesas encantadas con los señores maridos de otras, siempre se creen el cuento de que se van a divorciar para llevarlas al altar.
En fin, que el sainete francés de las mujeres de los poderosos, seguirá divirtiendo a los espectadores, mientras alguien no las ponga en su lugar, digo, no todas son inteligente y finas señoras como Jackie’O, ni todos son John F. Kennedy. Y la verdad es que se me hace muy ojona para que sea Gaviota. Ya dije.
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