La Cruz Roja de Nuevo Laredo tiene que ser revisada a fondo,
porque ya no se puede permitir que la usen como negocio particular, y esto me trae
a la memoria, los infaustos recuerdos del santón católico al que muchos hacen
referencia como uno de los grandes benefactores de nuestro globero pueblo, y en
realidad, solamente fue un hombre mundano que acumuló riquezas al grado de que
se compró su propio hospital, era tal su codicia, que entre más tenía más quería,
se dice que todos sus bienes se los quedaron sus prestanombres que salieron
peores de ladrones que el beatifico sacerdote, se trata de una familia de
antiguo raigambre de este solar porteño, muy mochos y persignados, pero que no tuvieron
ningún inconveniente en quedarse con todo lo que el bondadoso padrecito había
acumulado de diezmos y limosnas, pero no es ningún secreto, muchas personas lo
saben y tienen pruebas, existen otros que también estaban enterados, es decir, los
notarios, los gerentes de los bancos y demás cómplices allegados, pero esos ya
están empujando margaritas desde hace muchos años, naturalmente que los niños
que recogió del arroyo le guardan una devoción especial, ya que, de andar deambulando
por las calles con las jetas blancas de hambre y todos piojosos, el cura los
alimentó de a gratis y los peló, así que, es lo menos que podrían hacer por su
padre putativo, yo sé que hay uno que otro que me tiene mucho coraje porque no
es la primera vez que escribo a este respecto, de hecho, también he
confeccionado cuentos con este tema que da para mucho, y es que, se me viene a
la mente ese pasaje escabroso de nuestro pasado, cada vez que me topo con el
tema de personas fraudulentas como en el caso de la Cruz Roja, la antes muy benemérita
institución, en que me cobraron varios miles de pesos de los cuales tengo todas
las facturas que dicen: “donativo”, conste que no soy el primero en quejarse
del infamante lucro que están haciendo en el hospitalito como si tuvieran
patente de corso otorgado por el gobierno para continuar con su loable labor de
chingar a los más jodidos, no sé si exista alguna asociación que proteja a los
estafados ciudadanos que acuden a la Cruz Roja con la idea de que la atención
es gratuita, este espeluznante hecho tiene que ir a alguna instancia federal,
porque, por lo visto, en el estado que agoniza a la margen del río, no hay
autoridad suficiente para que metan en cintura a los atracadores que son peores
que los bandidos de Río Frío y no se tientan el corazón para esquilmar hasta
donde pueden a los pobres incautos, miren, ustedes, queridos lectores, a mí, me
pedían cinco mil pesos para “dar el cuarto”, es decir, para quitarla de la
horrenda camilla llena de sangre de la sala de urgencias, y eso que no tenía
nada más que un tobillo luxado, es decir, ni siquiera tenía una quebradura de
hueso, le sacaron unas radiografías con un aparato más antiguo que una
televisión de bulbos, pero el dizque traumatólogo que más bien tenía cara como
de taquero, ya había asegurado que le tenía que poner un clavo que había que
pedirlo a Monterrey y costaba la friolera de quince mil pesos, total que la
operación, entre gastitos de medicamentos desinflamatorios, el uso del quirófano,
la estancia en el cuarto, los honorarios de los médicos, las propinas para “el
viene viene”, el simple tobillo hinchado iba a salir en cien mil pesos, digo,
esas son chingaderas de estos pillos que se valen de cualquier argucia para
sacar dinero, espero que nuestras autoridades de Salud en Tamaulipas, y si
alguien conoce al secretario, ái le encargo que le diga lo que está ocurriendo
en la Cruz Roja de Nuevo Laredo, que están asaltando a los más pobres de nuestro
globero pueblo, antes, cuando era un huerco, le hablaba al Chapulín Colorado,
pero con eso del colorcito de la cruz, a lo mejor es de los mismo rateros. Ya
dije.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario