La Plaza Mariana en Infinitum

Y yo que siempre había considerado que el doctorado en lambisconería radicaba en Nuevo Laredo, pero ya me di cuenta que Su Eminencia don Norberto Rivera Carrera, sin duda, con su declaración ante propios y extraños, ha demostrado que es el Huey Tlatoani de la runfla lambiscona, con todo y que se habla de tú con toda la corte celestial, anexas, conexas, híbridas y similares, nuestro purpurado príncipe católico no tuvo empacho en arrodillársele a don Carlos Slim, al que, sin ningún pudor evidente, le abrió las puertas del cielo con todo y Telmex, juzguen ustedes mismos queridos lectores, esto fue lo que declaró el Prelado: "El Señor te ha puesto en México para que realices grandes obras. El Señor te ha puesto en medio de nosotros para que impulses grandes proyectos. El señor te ha mandado para que nos hagas soñar, y nos enseñes tu constancia en el trabajo y tu gran inteligencia para abrir nuevos caminos. Muchas gracias por este regalo y que el señor te siga bendiciendo", nada más le faltó mencionar que toda la Villa Guadalupana también es Territorio Telcel, o sea, pero acaso nadie en este país podrá comportarse dignamente ante la apabullante riqueza del moderno Rey Midas, que al paso que va, no solamente será dueño de México sino también de todas las indulgencias católicas habidas y por haber, si Moisés estuviera entre nosotros, de puro coraje volvería a romper las tablas de piedra en donde estaban inscritos los primeros diez mandamientos, y es que, mientras Moisés se fue de volada al Monte Sinaí para hablar con Yahvé, los hebreos, se desesperaron de esperar y le pidieron a Aarón que mientras llegaba su hermano Moy, pues se pusiera a chambear haciéndoles un Dios al cuál adorar, así que, Aarón pidió una coperacha de aretes de oro entre todos los presentes, y ya para cuando todos acordaron, el Becerro de OroCel estaba en medio del pueblo hebreo, siempre les he asegurado, queridos lectores, que caigo de asombro en asombro, cuando me percato de que la naturaleza humana es veleidosa y convenenciera, por supuesto que dicho comportamiento es más viejo que la roña, pero estando en un evento tan público, lo que la prudencia aconsejaba era mostrarse humilde pero sin caer en loas y ditirambos ante el mecenas, finalmente las obras ya están hechas, por cierto, a la ceremonia asistió don Felipe Calderón quien en el uso de la tribuna aseguró que todos los mexicanos somos Guadalupanos, sin importar las creencias, y en eso, le doy toda la razón a nuestro presidente, y es que, la devoción a santa María de Guadalupe, está imbuida en nuestros genes, por tanto, la inauguración de la plaza Mariana es una fiesta espiritual para nuestra raza de bronce que converge en ese santuario en peregrinaciones multitudinarias, porque la virgencita del Tepeyac no ha hecho cosa igual por ninguna otra nación, hay que recordar lo que el indio san Juan Diego escuchó de labios de la mismísima madre de Dios en su advocación guadalupana: “Yo soy la siempre virgen santa María, Madre del verdadero Dios… quiero que se me construya un templo aquí, para en él mostrar y dar mi amor y auxilio a todos ustedes”, la plaza Mariana se construyó con una inversión de 700 millones de pesos, no cabe duda que bien tiene razón Quevedo al decir en su letrilla satírica que don Dinero es muy poderoso, hay dos estrofas que describen de lo que todos acabamos de ser testigos en este acontecimiento fastuoso, las mismas que ahora transcribo para regocijo de los que, como yo, gustan de los dichos de los viejitos que son evangelios chiquitos: “Por importar en los tratos  Y dar tan buenos consejos,  En las Casas de los viejos Gatos le guardan de gatos. Y pues él rompe recatos Y ablanda al juez más severo, Poderoso Caballero Es don Dinero. Y es tanta su majestad (Aunque son sus duelos hartos), Que con haberle hecho cuartos, No pierde su autoridad.  Pero pues da calidad  Al noble y al pordiosero, Poderoso Caballero Es don Dinero.