De verdad, les juro por Dios que me mira, se los digo
llorando de rabia, ah chingao si esa es una canción de Lola, bueno, a lo que
iba, resulta que los cigarros contienen raticida, y yo no estaba enterado, con
razón esa foto de la rata muerta en la portadilla de la caja de cigarros Marlboro
light, pero yo di en creer que se trataba de la campaña de algún político del
PAN, ya ven que con eso que andan vueltos locos buscándole por algún lado para
ganar adeptos a su causa azul dado que se les está yendo de las manos la
posibilidad de seguir habitando Los Pinos, se quieren publicar en cualquier
lado con tal de hacerse publicidad, como cuando Benjamín Galván salía hasta en
los volantes de la Lucha Libre, y yo, cada vez que lo miraba, me preguntaba si él
mismo no se fastidiaba de verse en todos lados, su familia que es tan católica,
no se habrá dado cuenta que eso es un pecado muy grande, digo, comprendo, si no
soy tan cerrado de entendimiento, que darse a conocer es parte de su chamba
como político, solamente que para donde uno volteara, se levantaba
espectaculares, trípticos, y lo peor, que cuando uno prendía la tele, allí
estaba, y no sólo su persona, sino que aprovechaba cualquier oportunidad para
presentar a su familia, que a todos se los veía muy bien vestiditos con
sonrisas a granel, nada más que si era navidad, otra vez ellos, el día del
niño, del compadre, de la familia o de los tacos, también aparecían, no sé,
ahora se me ha ocurrido pensar que las mañas han de ser priistas, que el bien
peinadito Enrique Peña Nieto lo hizo durante sus seis años al frente del gobierno
del Estado de México, nada más que no es lo mismo nuestro alcalde, que este
galán del Canal de las Estrellas (y de los que pagan) y su guapa, tonta,
ignorante, pero muy bella, Gaviota, conste que no los estoy criticando, a lo
mejor si yo pudiera pagar los spots en la telera y en los medios impresos
saldría a cada rato para mostrar mis guapura, que, para quienes no me conocen
en persona, tengo que informarles que mis ojos no son un catalogo de insomnios
sino un paisaje crepuscular de mi alma norteña, por supuesto que no me avergüenza
decirlo, además, esta columna es mía porque yo la escribo y es de ustedes,
asiduos fans que se asoman cotidianamente a leerla, así que, siendo de nuestra
propiedad, no tengo el menor empacho en presumirles mi apostura tamaulipeca, por
cierto, para los que se han tomado la molestia de mandarme mensajes por Twitter
y a través de correos electrónicos, les diré que la tan popular columna
intitulada “Las videncias de Tara ” que causó furor y arrancó el clamor popular
por sus fraudulentas promesas, la repetiré este lunes, eso sí, si Dios no
dispone otra cosa, antes de finalizar, quiero avisarles que esta noche a partir
de las dos de mañana, cambia el horario de verano, por tanto, habrá que
retrasar una hora a todos los relojes, supongo que el relojote de la Plaza
Hidalgo todavía funciona como cuando don Juan Pérez Ávila le hizo el poema con
el que ganó el concurso local hace varios ayeres (eso de ayeres siempre lo
había querido usar para definir un indeterminado lapso del tiempo, pero hasta
ahora pude incrustarlos en esta Guillotina), en fin, que cada loco con su tema,
si los políticos quieren saturar con sus fotos nacas todos los pueblos de
nuestro territorio, que lo sigan haciendo, lo único que les ruego, es que ya
que pase la campaña proselitista manden quitar todos los pegotes, pintas y
carteles, porque todavía hay varios de cuando ganó Ramón Garza Barrios, y
nuestro ex alcalde carismático anda paseándose por todo el mundo gracias a los
millones que se llevó, mientras nosotros tenemos que volver a verlo con sonrisa
de: “voten por mí, que soy honrado”. Ya dije.
La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no
depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.
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