Pelearaaaaaaannnnnn a dos de tres caídas sin límite de
tiempo, en esta esquina Saúl “El Canelo” Álvarez, y en la otra, Ulises “El
Archi” Solís, ya sé, asiduos fans, no necesitan recordármelo, que no se trata
de lucha libre, sino de Box, pues, no quiero ser chimiscolero, pero estarán de
acuerdo conmigo que no es lo mismo un pleito callejero entre El Bofes y El
Tuercas, que un round de banqueta entre pugilistas profesionales, el chisme
está candente, y es que la vieja del güero guayabo, le hizo de chivo los
tamales al pobrecito jaspeado, lo raro es que, El Archi, asegura que ni
siquiera conoce a la susodicha, claro que, los embarrados en el asunto, lo van
a negar todo, si ya se sabe, que algunas taimadas mujeres son más fáciles que
la tabla del uno, y a los pelados, por más que la esposa los pesque en el Box
Spring dándole duro y macizo a la otra por el occipucio y zonas aledañas, lo
primero que dicen, subiéndose los calzones desbocinados, es, poniendo cara de
mustios: “no es lo que parece, yo te lo puedo explicar todo”, o sea, si la
otra, la querida, le estaba tocando la marcha de Zacatecas con la lengua
todavía tienen el descaro de negarlo, pero eso sucede hasta en las mejores
familias, yo me acuerdo que mamá rentaba unos cuartitos de madera en el
vecindario, y don Pepe, que ese si tenía cara de boxeador retirado, un día
cualquiera se encontró a su mujer que era una caballona como de 1.80 con uno de
sus compadres al que le apodaban “El Petate Caliente”, y ni crean que estaban
en el “uatsumaratuyú”, sino en una simple plática mientras el otro llegaba a su
sacrosanto hogar, pues, don Pepe al que le llamaban “El Kid Camotes”, pa’pronto
se le fue a los trompones al petatero, que no sintió lo duro sino lo tupido,
doña Ofrelia, que así le decían porque miraba con ojitos de “ven acá” a cuanto
hombre se le atravesaba en su perímetro de seducción barriobajera, le gritaba: “ya
déjalo que me lo vas a matar y es el padre de nuestro hijo”, total, que más
tarde, un empresario de Box de la colonia Hidalgo, al chico rato ya estaba
anunciando en su camioneta de sonido el encuentro como “el de la venganza del
chiquito” y es que, el petate medía 1.55 con todo y botas, así que, “El Don
King” de estos rumbos, fue el verdadero ganón de la infidelidad de doña Ofre,
téngalo ustedes por seguro, queridos lectores, que así va pasar con estos
boxeadores que están bien entrados, aunque El Canelo, mide 1.75 y pesa 70
kilos, y el otro pobre hombre pesa 49 kilos y mide 1.68, no son de la misma
categoría, pero a los empresarios poco les ha de importar eso, si bisnes son
bisnes, ya ven lo que han estado haciendo los de TV Azteca con el pambazo del
yunior de Julio César Chávez, que no pelea nada y casi lo están encumbrando al
salón de la fama, y realmente, el único mérito del chamaco es ser hijo del
César del Boxeo, que ese sí boxeaba con técnica y se madreaba a cualquiera que
se le pusiera enfrente, dicen que, por los puños enhiestos (palabra de
diccionario; te alabamos Real Academia) del ex millonario boxeador pasaron
desde Salma Hayek, Thalía y todas las demás estrellitas que se le antojaron,
claro, como tenía mucho dinero para gastar, las descocadas se le encaramaban
para que les hiciera buenos regalos, pues la historia aun no termina, pero la
agresión tuvo lugar en la Barranca de Oblatos, en Jalisco, donde entrenaban
ambos. "Archie" sufrió una fractura doble en la mandíbula y fue
operado en el hospital Puerta de Hierro. “Archie” narra los hechos sangrientos:
"Me lo topé (a Álvarez) cuando termina de entrenar en la Barranca de
Oblatos, me hice a un lado para dejarlo pasar, pero nos topamos. De pronto me
comenzó a reclamar muchas cosas, me preguntó: '¿Por qué andas con mi mujer?'. A
lo que no le dije que ni la conozco. Y sin más me conectó un volado de
izquierda y un cruzado de derecha, con lo que me fracturó la mandíbula. Lo
demás, ya salió en la tele de los chismosos. Ya dije.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario