Acabo de leer a Carmen Boullosa; poeta mexicana, de gran
estatura espiritual, cuya factura literaria es de esas que suelen darse muy de
vez en cuando, la verdad, es que, con el tráfago de las almas, con tanto desmadre
como el que se ha estado viviendo en este México nuestro de todos los días, asomarse
a la obra de esta magnífica mujer, que además, es novelista, antóloga y
dramaturga, es un fantástico abrevadero, no quiero, asiduos lectores, que vayan
a pensar que haré de esta sencilla columna una especie de cátedra periodística,
líbreme Dios de semejante atropello a sus mentecitas limpias y buenas, lo que
me ha estado ocurriendo es que me he saturado de tantas barbaridades del mundillo
de la polaca de a peso, que he querido hacer un impase y presentarles una selección
breve de algunos de los poemas que más me han gustado de la señora Boullosa,
algo ha estado pasando en mi Blog que he recibido varios correos diarios,
conste que no todos han sido favorables a mi quehacer, que no me ciega el amor
propio, si ya sé que no soy el columnista que México esperaba, pero estando la
caballada tan flaca en el ambientito local, pues no hay mucho de donde escoger,
si hay algunos que hasta escriben cajón con G, por cierto, que Carmen es una
erudita; estudió Letras Hispánicas en las universidades Nacional Autónoma e
Iberoamericana de México y aunque no suelo ser chismoso ni andar descubriendo
secretos ajenos, esta brillante mujer nació en 1951, así que, es una joven
tostonera, en 1976 obtuvo la beca Salvador Novo de Bellas Artes, en 1980 la del
Centro Mexicano de Escritores y en 1992 la de la Fundación Guggenheim, fue
redactora del Diccionario del Español en México de El Colegio de México y
fundadora en 1983 del Taller Editorial Tres Sirenas, en fin, nada más para no
perder la costumbre, les diré, queridos fans, que ya entró el primer norte, y
se siente correr el viento que juega a los remolinos con las hojas sueltas, pero
parecía que nunca se iba a exorcizar este calorón de tantos meses que realmente
fue agobiante, espero que sea el preludio de una temporada fresca de otoño, lo
mejor de todo, es que, con Noviembre llega un remanso de paz a nuestras fronterizas
vidas, se acercan las vendimias de los días de guardar, en la placita Miada,
los huercos andan vueltos locos de contento desde muy temprano, y es que, el
ayuntamiento a cargo de Benjamín Galván, (quien dicho sea de paso, denunció por
robo, o algo similar, de no sé cuántos millones de pesos al carismático Ramón Garza
Barrios, en una entrevista por la tele local) ha hecho arreglos a los juegos,
bueno, por lo menos están pintaditos con colores vivos, a ver qué pasa con eso
que declaró el alcalde actual, ya se me hacía raro que no hubiera dicho nada al
respecto, supongo que ya lo estará buscando la autoridad competente para que
venga al pueblo a decir a los ciudadanos qué fue lo que pasó con esa feria que
anda perdida, enseguida, les transcribo lo que les he prometido desde el
principio de esta Guillotina, espero que sean de su completo agrado, mientras
pasa todo eso que esperemos que pase con ese dinero que voló a otros bancos,
leamos juntos en voz alta, estos trozos de estupenda poesía, los espero mañana
para seguir con los comentarios del desvío de fondos de la caja chica del
erario grande.
“Un guaje es tu boca fresca, odre de almíbar, trozo de amor
fresco que a tu contagio vuelve carne y amor a la muerte y al engaño. Abrazo de
la tierra, certeza de lo que el monte dice, secreto hecho voz, es el silencio
tu aliento cuneiforme, caligrafía de los dioses son tu olor y tu cuerpo de amor
sedientos. Durazno miel de la uva, fibra del pérsimon: me ofreces un glosario
de carnes en cada beso. Horquilla del viento: metálica te acercas al cedro, como
rayo de luz, al tiempo que dejas dócil en la flor el beso de tu pasión fecunda”.
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