Un año más...

No es fácil cumplir un año más y menos cuando la vida comienza a ser cuesta arriba en todos sentidos, ya que por desapego a las banalidades jamás he considerado que lo material haya sido lo más importante, mis caudales son de otro tipo, pero no por ello, deja de preocuparme que el tiempo pasa y no tengo ni en que caerme muerto, tampoco digo, que soy un miserable, gracias a Dios tengo un pan que llevarme a la boca, aunque a veces, por precautoria dieta quisiera que fuera una ensalada, no lo digo por quedar bien con nadie, que jamás se me ha dado la lambisconería, el mejor regalo de este cumpleaños 2010 ha sido el trasplante de riñón de mi hermana Ana, que en realidad fueron dos, porque mi hermano Víctor siendo el donador, nos ha demostrado a todos, que el amor no es puro bla bla bla, que se debe demostrar con hechos, de lengua me como un plato y de saliva un litro de la mejor calidad, ambos son mis héroes para siempre, Ana por su valentía para no dejarse vencer por el desaliento y armarse de paciencia a pesar de que no tuvo más respaldo que su propia fe y la amplitud espiritual de Víctor quien dijo desde que nuestra amada hermanita cayó en las nefastas garras del putrefacto médico Arreola, que él le donaría el riñón; dos ejemplos de valor que me conmueven y alientan a seguir en esta veleidosa vida.
Esta columna la escribo la noche del sábado 22, así que todavía no puedo decir que apagué el incendio del pastel de cumpleaños, porque faltaría a la verdad, pero estoy seguro de que será un buen domingo, porque mi familia es bien querendona, además, cualquier obsequio que reciba será bien recibido, claro que si es una loción allure o antaeus de Chanel, la agradezco doble, pero jamás me fijo en lo costoso del regalo, mientras los abrazos sean apretados y sinceros con eso me doy por bien servido, naturalmente que para un ser como yo, que ha vivido contra viento y marea, aunque no soy ave de las tempestades, cada día que transcurre es en sí mismo un milagro, ya que como decía mi abuelo Pancho: “agradezca mijo que está vivo, porque a cuantos no se los llevado la chingada con más pena que gloria”.
Para no hacerles el cuento largo, queridos lectores, enseguida, antes de que la emoción me embargue y termine moqueando el teclado de mi moderna lap que es de bulbos cibernéticos, les transcribiré un chiste que por lo menos a mí, me causó harta hilaridad y regocijo, nada más para que las esposas por más guapas que estén, no se sientan tan seguras del amor de sus viejos, porque el primer amor de todos los hombres, es, sin duda, la mujer que les dio el ser, claro que es un chiste, pero a veces, entre broma y broma, la verdad se asoma. Léanlo, asiduos fans, que los divertirá por lo absurdo de la escena.
Doctor, ¡ya no aguanto más! A pesar de todos mis esfuerzos, mi marido no me considera. Desde que nos casamos, él sólo habla de su mamá, mamá, mamá... ¡es como si yo no existiera! El psicólogo le pregunta si ya probó con hacer una cena especial. -Sí, pero no ayudó nada. -Tengo una idea, señora -dice el psicólogo. -Si hay un lugar donde su suegra no puede rivalizar con usted, es en la cama.
Esta noche usted se viste con un vaporoso negligé y camisón negro de encaje, todo transparente. Además póngase medias de encaje, una mini tanga y liguero negro, el color negro es muy sexy y excitante, maquíllese, use altos tacones de pulsera, negros obviamente, además cambie las sábanas; coloque sábanas de seda, con ese ambiente seguro que no resiste. Si puede coloque unas velas en lugar de luz eléctrica.
La despampanante joven siguió todo el plan al pie de la letra, sin olvidar ningún detalle. Sentía un leve rubor en todo su cuerpo al prepararse para su esposo. La verdad es que ella misma nunca se había sentido tan sexy, provocadora y voluptuosa, al mirarse de cuerpo completo en el espejo, sintió deseos por ella misma, de tan cachonda que se veía.
Al llegar el marido adopta una postura provocativa; él entra a la habitación, la ve y gritando pregunta con cara de desesperación: -¿Qué pasó? ¿Por qué estás toda de negro? ¿Le pasó algo a mi mamá? Jajajajaja.