Católico boicot

Esto ya es el colmo, la iglesia católica ha amenazado al INEGI que, como no le pidió autorización para determinada pregunta con respecto a la religión, boicoteará el censo 2010, o sea, pero cómo se atreven, ya sé, si eso me queda muy claro, que estos encuestadores son peor que la peste y que la recopilación de los datos nada más los usan en nuestra contra, pero esa amenaza del clero es como si Torquemada en calidad de ectoplasma anduviera paseándose en los pasillos de nuestra vernácula iglesia, lo que ocurre, es que nuestro taquero espiritual, Monseñor Norberto Rivera no se ha percatado o se hace como que la virgen le habla, que el rebaño que pastorea cada día se reduce en cantidad, naturalmente que los mexicanos nacemos Guadalupanos, de eso no hay ninguna duda, si hay registros documentados, no por el Inegi, desde luego, mucho menos por los buenos para nada del Cisen que ofrecen información sesgada según convengan a los intereses de quienes pagan sus cómodos sueldos, que de cada 10 reos, 11 tienen un tatuaje de la virgen del Tepeyac, es decir, que la verdadera religión que profesamos todos, es el culto a nuestra madre bendita que no hizo igual por ninguna otra nación, así que no vengan ahora a rasgarse las púrpuras vestiduras ante las instituciones del país, primero exigen que nadie se meta en sus asuntos espirituales, que a los sacerdotes pederastas ellos los meterán en cintura como si uno no supiera que ni cintura tienen, pero advierten meneando sus escapularios que nadie los podrá meter a la cárcel porque esos pecados de la carne se curan con flagelos, oración y ayuno, solamente que por amnésicos y convenencieros, se les olvida que los delitos se persiguen de oficio que las leyes civiles no serán tan santas como la inquisición pero, a veces, sólo a veces, muy efectivas.
En su hoja parroquial denominada Desde la fe, declaran que dicha medida es porque en la metodología del instituto no son claras las opciones para definir la pertenencia a la Iglesia católica en México, En el editorial de la publicación, consideraron que el censo está destinado al fracaso, debido a la ausencia de una metodología apropiada, al menos en lo que al rubro religioso compete, pues su clasificación evidencia la falta de profesionalismo en el Inegi y una forma amañada de manipular los números con fines perversos particulares. El arzobispo Rivera dice que, “a pesar de que el registro de la asociación religiosa ante la Secretaría de Gobernación señala claramente Iglesia Católica, Apostólica y Romana en México, el Inegi rasuró de su encuesta el apellido de nuestra Iglesia”.
No sé si ya les conté que alguna vez, hace muchos años, trabajé para el Inegi, en varios censos y siempre me llamó la atención que las preguntas eran medias amañadas, que si un encuestado contestaba determinado inciso, por poner un ejemplo arbitrario, el nueve de manera positiva, se brincaba al doce, es decir, que ni siquiera les importaba saber cuántos focos había en la vivienda, si no se respondía lo que ellos realmente querían saber, aunque he de ser franco, supongo que por mi galanura, toda la gente me contestaba las preguntas casi con alegría, también he de decir, que los sueldos eran miserables, por una jornada de 12 horas, bajo el calcinante sol me pagaban algo así como el mínimo y una firulilla para los camiones, los que realmente ganan sueldos ejecutivos son los cabrones que se refrescan las nachas en sus cómodas oficinas.
Yo le sugiero a nuestro taquero espiritual, que dicho sea de paso, si fuera líder de algún sindicato sería el próximo presidente de México por encima de cualquier candidato panista, que al cabo él también usaría el estandarte Guadalupano, que en lugar de boicotear el censo, que les dé una buena propina a los mal pagados encuestadores y les indique lo que quiere que pongan cuando pregunten acerca de su iglesia, claro que sin hacer mucha chapuza, al final de cuentas censadas, ya se sabe que los mexicanos tenemos un sello en nuestra alma que dice. “propiedad de la santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana”. Oremos.