El rock de la cárcel

Celia Lora, hija del rockero Alex Lora, es un claro ejemplo de que la ineptitud de los padres puede convertir a una joven en asesina, pero lo peor no es eso, sino que en aras de rescatarla de su justo y merecido castigo, el artista, desde el principio trató de mover sus influencias para evitar que su niña pisara la cárcel. No digo, no, que le den cadena perpetua, si tampoco soy villano ñaca ñaca, pero cuentan las malas lenguas que la muchachita siempre andaba hasta las manitas, pedísima y lo que le sigue, así que ahora no vengan a pedir clemencia cuando bien pudieron detenerla a tiempo en su carrera viciosa.
No es raro que en nuestro país se incline la balanza de la justicia hacia el lado de los famosos, como si la vida de un ser humano común no valiera nada, yo entiendo a Alex y a su esposa Celia, pero ellos por lo menos tienen la suerte de poder visitar a su hija en el penal, y a los parientes del difunto el único consuelo que les queda es llevarle flores el panteón, la verdad es que esta vida es demasiado injusta, porque mientras, los Lora hacen todo lo posible por salvar a la cabrona borracha de la cárcel, a pesar de que saben que mató a un ser humano, la familia del muertito, trata a toda costa de no dejarse vencer por el desaliento ante el infame destino que les espera, ya que se trataba del sostén de su hogar.
La familia Lora creará un fideicomiso de 500 mil pesos para los cuatro niños huérfanos, aparte de pagar los gastos del sepelio, que ascendieron a 80 mil pesos, pero eso no es suficiente, ya que por ley se debería sostener a la viuda y a los niños hasta que alcancen la mayoría de edad, o sea, cualquiera puede matar a un cristiano y ya, claro que entiendo que estamos en México y no en Holanda, pero por Dios que alguien haga reformas urgentes para castigar a los criminales pero también para proteger a las víctimas, en este caso, al muerto pocas satisfacciones se le pueden dar, pero a la familia que ha dejado en el desamparo bien pudieran darles una vida estable a cambio de la infamia cometida contra su ser querido.
Yo me considero un hombre justo, jamás dudaría en castigar al culpable aunque me uniera algún lazo consanguíneo, tal vez, soy de los pocos sobre el planeta que lo haría, claro que el peor castigo de un criminal se le imprime en la conciencia en el preciso instante de cometerlo, ojalá que Celia Lora pague su culpa plenamente, para que otras y otros, que andan como ella por esas calles de Dios manejando un coche hasta la madre de ebrios, lo piensen dos veces antes de ponerse ante el volante, como la Fabiruchis que es bien pedota y bien coca, a la que han pescado ene veces bien ahogada en la zona Rosa y ninguna autoridad la ha puesto tras las rejas para darle su merecido.
Los desconsolados padres, en su momento, enviaron un comunicado a los medios: “Para nosotros también es una terrible desgracia que nuestra hija pueda perder su libertad por la presión pública que se ha ejercido, haciéndola culpable de los hechos pasando por alto que hay otro posible responsable. Celia, nuestra hija, no es más que una muchacha como cualquier otra... pero desgraciadamente su cruel destino la situó en este lamentable, irreparable y desafortunado accidente... porque parece ser que su único pecado es ser hija de Alex Lora”. Y esta vez el rockero puede que tenga toda la razón, porque si hubiera sido hija de un hombre con dos dedos de frente, la habría educado bien, no digo, no, que la recluyera en un convento, pero mínimo que le hiciera entender las consecuencias de sus actos al deambular por la vida ahogada de ebria, ahora por culpa de su estupidez, un hombre está muerto, una viuda llora su desamparo y cuatro niños sufren la ausencia de su padre. El loco del padre, de seguro, ahora mismo le ha de estar gritando a su jefecita: “maamaaaaaaa prende la tele que tu nieta está saliendo tras la rejas” y que Viva el rocanrol.