Hace unos días, en uno de esos encuentros fortuitos en la
televisión chismosa, me topé con la actriz Susana Alexander, su sola presencia
convocó mis recuerdos de hace veinte años, y es que, ocurrente como soy, --tengo
como excusa mi incipiente edad--, le mandé una carta para darle un pésame,
conste, que yo era casi un niño, la verdad es que nunca he sido candoroso e
ingenuo, en mi primera juventud tuve que sacar coraje por mi necesidad de
sobrevivir en un ámbito tan feroz y competido como el periodismo local; tan
inculto y tan burdo, pero al mismo tiempo con ínfulas de doctores en letras,
pues en esa ocasión, mal escribí una misiva, según yo, muy conmovedora, la
realidad, es que, la redacción es pésima y cursi, en esa época, Susana,
colaboraba con Guillermo Ortega, un favorito de Televisa, al que después
echaron a patadas, todavía no se saben las razones, pero en esos conglomerados
de medios, solamente subsisten los lambegüevos, así que, otorgándole el
beneficio de la duda, supongo que esa tendría que ser la razón de su salida de
la veleidosa televisora, prometo, que, el domingo, sin falta, queridos
lectores, les compartiré esa epístola, se los advierto desde ahora, no es, para
nada, una maravilla literaria, tiene como único lauro, el hecho real de que la
actriz me habló por teléfono para agradecerme la atención, ahora que tengo más
lecturas, le agradezco doblemente su amable telefonema, ya que, si a mí, me
hubiesen mandado una carta tan deficiente, se las devuelvo por donde vino, por
cierto, hablando de deficiencias, resulta que los panistas andan muy alborotados
con tantos dizque debates, que más bien parecen juntas de las señoras de la
panza redonda, porque ni modo que se empiecen a echar unos a otros, además,
Chepinita Vázquez Mota, se percibe tan desabrida que mejor debería de dejar de andar
haciendo bola, para que se queden los dos gallos, aunque “El Seis Mil Pesos”
Cordero es el favorito del presidente Calderón, Santiago Creel tiene un
colmillo que hace surco, no de balde, lo dejaron atorado en el camino hacia la
postulación presidencial por el PAN, ya que, como es sabido por todos, era el
elegido de los Tlatoanis de Los Pinos, es decir de Chente y Marthita, ojalá que
los siguientes encuentros de los candidatos azules, sean, por lo menos,
divertidos, que no se la compliquen e inviten a Polo Polo, o de perdido a
JoJoJorge Falcón, porque si no es así, no les auguro gran índice de audiencia
en televisión abierta, y es que, este seudo debate tuvo lugar en el sitio del
magnate Carlos Slim dueño de media ciudad Peluche, conste que lo observé más a
fuerza que de ganas, soy como El Comanche de lo Beverly de Peralvillo, muy celoso
de mi deber periodístico, y francamente, si no lo pudieron ver, asiduos fans,
no se perdieron de nada, es PAN con lo mismo; pura cháchara inútil, sin
sustancia, ni forma, ni fondo, por supuesto, que al día siguiente, todos los
paleros del sistema, se lanzaron a entrevistar a los tres alegres compadres
para hacerles las mismas inocuas preguntas de siempre, a veces, sólo a veces,
me dan ganas de decirle a mi madrina Salomé, a la que, de cariño le digo Mamá
Mé, que les dé unas clasecitas de dicción, protocolo y buenas maneras políticas
a estos panistas, para que no anden haciendo esos desfiguros en los medios,
entiendo que es parte de la faramalla mediática que tienen que hacer para
hacerse propaganda en todos lados, solamente que primero deberían de leer
alguito, que no se paren ante los reflectores a decir lo que dijeron, el mejor
de todos, fue el director de cámaras, ya que, si pudo terminar de ver el
debate, sin dormirse acostado en los controles de su cabina, merece un premio a
su paciente indulgencia en los próximo premios TV y Novelas, a ver con qué
batea de babas salen en los siguientes shows, les sugiero el tema “Azul” de
Agustín Lara en la voz de Toña “La Negra”, dicho sea sin albur, para que les
resbale el tema con prontitud de éxtasis (este si es con albur). Ya dije.
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