Cuando me enteré de la muerte de Maikol Jackson el 25 de
junio del 2009 todo fue tan raro, y es que, dicen que su lamentable deceso se
debió a una sobredosis de una potente droga suministrada por Conrad Murray su
médico de cabecera, al que ahora, en estos días de noviembre acaban de
encontrar culpable por el asesinato del negro que alguna vez quiso ser blanco y
lo logró a base de inyecciones de cloro y otra sustancias que lo dejaron más
transparente que calzón de viejito de asilo, lo más extraño es que el galeno
(esta palabra me gusta porque la usan los reporteros de la nota roja con suma
elegancia) no ha querido declararse culpable ante el gran jurado, pero ya se
está preparando la transmisión de un programa de televisión, el documental de
cincuenta minutos de duración sobre el negligente médico será emitido este
viernes once de septiembre en los Estados Unidos por la cadena MSNBC bajo el
título Michael Jackson and the doctor, dicen que Murray ha entrado en una
especie de depresión paranoica y temen que esté pensando en darse matarili con
su propia mano, por si o por no, frase famosa de mi tía Concha, los altos
funcionarios de la cárcel en que se encuentra recluido para purgar su condena
han dispuesto una despliegue operativo de permanente vigilancia para evitar que
ocurra una catástrofe, pero yo digo que es pura faramalla del doctor, además
nadie se muere en la víspera, finalmente el profesional de la medicina no hizo
otra cosa que recetarle el coctelito de drogas que le encantaba empujarse un
día sí y el otro también al malogrado rey del Pop, que dicho sea de paso, ha
sido el artista que más discos ha vendido a lo largo de la historia del mundo
del espectáculo, no digo, no, que sea válido que le haya permitido que
consumiera todo tipo de estupefacientes, pero si al negro que murió blanco y
con cara de papel maché le encantaba andar bien lurias, pues era su gusto y
nadie se lo iba a quitar, por algo tenía tantos millones de dólares y si él se
los quiso gastar en inyectarse marihuana y beber alcohol alcanforado, pues las
autoridades gringas deberían de dar por cerrado el caso y dar carpetazo al
asunto, porque Conrad Murray, a pesar de lo que digan los fanáticos del popular
cantante, en el sentido de que ellos si consideran justa la condena al doctor, ha
declarado que se defenderá de las acusaciones con pruebas fehacientes de que a
Maikol nadie le podía impedir que se drogara todo el chingado día, dicen los
cercanos a la popular estrella, que sufría de extensos dolores por todo su esquelético
cuerpecito, conste que no me refiero a sus restos mortales, sino a su condición
casi cadavérica en la vida insana que llevó durante su trayectoria, a lo mejor,
ustedes, queridos lectores, sobr todo los menores de treinta años, no se
acuerdan que su complexión física era tan flaca que pesaba menos que un cabrito
de rancho seco, francamente eso es una manera de dejarse morir lentamente,
tomando en cuenta del desgaste físico de cada presentación de Maikol en que gastaba
hasta sus últimos energías sobre el escenario para tener contentos a sus millones de fanáticos que lo adoraban,
a sabiendas de que pesaban sobre él graves acusaciones de pedofilia, el jefe de
los abogados defensores Ed Chernoff señaló que su equipo presentará la
apelación después de la audiencia en la que conocerá la sentencia el 29 de
noviembre, Murray podría ser sentenciado a hasta cuatro años de prisión. El
médico se encuentra “devastado” por su arresto, pero está “confiado” en que
ganará la apelación, apuntó el abogado defensor Nareg Gourijian, la verdad es
que si deberían darle un castigo, pero no tan cruel, sobre todo, tomando en
cuenta que Maikol ya le rindió cuentas al creador, espero que le pregunten al
rey del Pop con la ouija para que diga la verdad y nada más que la verdad de que
si le encantaba andar como dicen que andaba Jorge Kawachi el otro día en plena
cámara de diputados. Ya dije.
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