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lunes, 7 de noviembre de 2011

Miss Mundo 2011 para Venezuela


Ivian Lunasol Sarcos, una guapísima chica venezolana de 21 años, cuyo color de piel nacarada, bien merecería una canción del músico poeta Agustín Lara, y es que, parece que le dieron el tono exacto con una aspersora de pintura Comex, sólo por ese matiz en su regia anatomía, hubiera ganado el concurso Miss Mundo que tuvo a bien celebrarse en Earl’s Court Two de Londres, por cierto, dicho certamen, que es el segundo en importancia en el planeta después del Miss Universo propiedad del copete de sobaco rascado de Donald Trump, y que me perdonen los que me han enviado comentarios a mi Blog, en el sentido de que, Viviana, a la que yo publiqué en una anterior columna como la “reina sin corona”, estaba demasiado cirujiada, pero eso por sabido se omite, si ya ninguna de las señoritas participantes en dichos eventos, asisten como Dios las trajo al mundo, es decir, sin haberse retocado sus espléndidas anatomías por un especialista del bisturí, de hecho, nunca más la belleza podrá volver a ser natural luego de que gracias a las bondades del maquillaje, las pestañas postizas y los afeites que usan, las mujeres quedan transformadas en verdaderas muñecas de porcelana, con tantos menjurjes se pueden cubrir desde cacarizos de viruelas o granos como volcanes, pero ahora con el triunfo de esta preciosísima venezolana, he comprobado una vez más que soy buen juez para apreciar la belleza, ya que, Vanessa, era la ideal para ceñirse la corona, no digo, no, que la negra angoleña, no sea un digno ejemplo de la hermosura africana, si hasta eso, les juro por ésta (y si es albur), que quedé muy conforme con el dictamen, bueno, pero ese concurso ya es historia pasada, y conste que no me senté a ver el evento las dos horas que duró por televisión, sino que, estando pisteando con mi cuñado Elías, de pronto entré a la recámara de mi hermana Ana Lilia, y ella estaba viendo el programa de La Voz que es otra mugre televisiva del Canal de las Que Enseñan, nada más que le arrebaté el control a mi carnalita, y le di una vuelta a la programación, hasta que me topé con el concurso que según datos proporcionados por la metiche de mi tía Tencha, fue visto por más de mil millones de personas en 150 países, Ivian Lunasol mide 1.79 y ya trepada en sus zapatillas llega casi a los dos metros, su simpatía, gracia y sencillez también le ayudaron a que el público se pusiera en pie cada vez que aparecía en el escenario, realmente y sin que me gane la pasión, ya que, como todos ustedes saben, queridos lectores, soy amoroso de la cultura venezolana, adoro a su gente y me considero un fanático de esa tierra tan linda, no sé ni en qué momento ocurrió, pero la mitad de los miles de seguidores que tengo en Twitter son de ese rumbo del planeta, el único “pero” que le pongo a la nueva reina, es que le gusta Ricardo Arjona, y digo, habiendo tantos buenos músicos, tantos estupendos cantantes, se vino a fijar en este guatematelco bueno para nada que ni canta, pero ni modo, no todo es perfecto en esta vida, aunque lo que si me pareció lógico es que sea fan de Alejandro Sanz, que el español, a pesar de que se está quemando como juez en La Voz, es un verdadero poeta que musicaliza los dictados de su sensible alma, el vestido que portaba esa noche llena de su esplendorosa hermosura, no era precisamente el mejor de la gala, pero, francamente, si hubiera desfilado en un atuendo de manta, igual hubiera lucido fantástica, en fin, que siempre es grato dar buenas noticias y más si se trata de mujeres bonitas, ahora a ver que me mandan decir los que estuvieron contrarios a mi punto de vista acerca de la gran perdedora de Miss Universo 2011, espero que me manden decir lo que opinan acerca de esta nueva reina de belleza de Venezuela para el mundo, y ojalá que quiten a la naca de la Lupe Jones de Nuestra Belleza México, que nada más puras vergüenzas nos ha hecho pasar en los eventos internacionales. Ya dije. 

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