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miércoles, 21 de abril de 2010

Metrosexual

Tal vez ustedes, queridos lectores, que están mejor informados que yo, han tenido noticias de lo que ahora se les ha dado en llamar metrosexuales, pues yo también me quedé así como ustedes, y claro que no estoy en contra de los hombres que cuidan su aspecto físico, porque antes, muy antes, aunque había sus notables excepciones, los señores no se embarraban ni manteca de puerco para lucir mejor, por ejemplo, mi tío Zenaido era bien pandroso, el viejo cochino ni siquiera se bañaba, bueno, a veces en los bautizos o las bodas se daba su baño vaquero, pero siempre olía a queso de puerco y las patas le apestaban bien gacho, cuando alguien se atrevía a confrontarlo respecto a su descuido personal, invariablemente respondía: ¿y a ustedes que chingaos les importa?, como era de armas tomar, nadie le contestaba su pachotada, lo bueno es que no bajaba a la ciudad, él se quedaba en su rancho en el que el único ganado que cuidaba eran dos chivas, tres perros, dos coyotes y un jabalín, la verdad es que toda la familia le hacía el feo a la hora de hacer la lista de invitados para las pachangas tribales, tengo que confesar que casi no me acuerdo de su cara, más bien de su olor y mejor no se los describo por si acaso me están leyendo a la hora del desayuno, pero era… okei no se los voy a decir para no provocarles la náusea.
El desatado fenómeno de la metrosexualidad se ha puesto de moda entre los artistas, bueno, también hay que reconocer que estos huevones buenos para nada viven de su imagen, aunque los escasos de talento nada más alquilan el cuerpecito, por extravagante que parezca, a casi todos les encanta el maquillaje y no son pocos los que frecuentemente se ponen en manos de cirujanos plásticos para corregirse imperfecciones físicas, y no vamos tan lejos, ahí está Luis Miguel que se ha operado hasta las amígdalas, porque no sé si recuerden que de niño tenía las orejas de burro maicero, las muelas de coyote, la nariz de belfos boquetones, el mentón era una mentada, los ojos papujaditos como de nata soplada y actualmente luce como el pínchipe azul con el que todas las mujeres humedecen sus sueños guajiros.
Yo no conozco a ningún hombre del pueblo globero que se cuide tanto así, a lo mejor algún político de esos de alto pedorraje, porque a varios se les nota que se echan sus cremitas de semen de ballena o sus mascarillas de papaya fresca, pero como no les detengo el espejo para que realicen sus rutinas de belleza, tampoco puedo asegurar que sean adictos a dichos tratamientos, pero algunos están tan prietos que para salir bien en las fotos de la propaganda electoral se polvean con chocomilk, claro que hay otros que parecen portada de GQ, ellos muy bien vestiditos con trajes bien cortados, uñas pulidas, los ojitos bien descansados y la piel de su cara como nalga de princesa, pero no de las infantas españolas, que esas están bien ogts, una tiene cara de mongolita y la otra parece coronel del ejército.
El futbolista David Beckham es el metrosexual del ámbito farandulero mundial al que más se le conoce su proclividad a cuidarse como si fuera muñequita de pastel, pero este sí, se depila la ceja y todo el cuerpo, se hace tratamientos de lo que sea con tal de verse radiante, dicen que se pinta las uñas, por decir lo menos, también es cierto, que es un deportista de alto rendimiento, por ende, vigila con celo cancerbero su alimentación, además, tales afanes por verse siempre bien, le reditúan grandes ganancias por concepto de publicidad que circula por todo el planeta, así que como negocio no está nada mal para un jugador que ya no gana tanto dinero dando patadas un balón todo el día.
Pues serán las hilachas, pero a los señores de la vieja guardia, que ya quedan pocos, pero todavía sobreviven a sus mejores épocas, tampoco se crean, asiduos fans, que les hace mucha gracia el tema de los metrosexuales, ya saben ustedes, que como yo soy muy democrático, le pediré a mi tía Chabela que haga una encuesta para conocer la opinión de los hombres mayores de 60, de seguro, y no quiero inducir los resultados, de jotos nadie los bajará, y si no me creen, dejemos que mi sacrosanta parienta realice el sondeo con el profesionalismo que le caracteriza, para conocer los resultados.

1 comentario:

Unknown dijo...

Jajajá Compadreee, genial columna igual de divertida que tu tuits. Pregunta morbosa y usted es metrosexual o pandrosón? ‹{͡๏_͡๏ ̃̾}