jooble.com

martes, 19 de octubre de 2010

Yanquis go home

Para los que no me conocen bien, les diré que, mi deporte favorito es el beisbol, de hecho, y lo digo con conocimiento de causa, es, sin duda, el que más se practica en Laredo, ya que ni el futbol con toda la publicidad de que es objeto, ha logrado desterrarlo del todo de los campos llaneros del globero pueblo, no sé cuantas ligas existan, pero estoy casi seguro de que hay varias decenas registradas, claro que no existe el nivel de antaño, en el que si bien es cierto, nunca se ha jugado con excelencia suprema, se lograba al menos que los partidos resultaran entretenidos e interesantes.
Hace muchos años, tantos que ni vale la pena mencionarlos, Pilo Méndez, fanático de hueso colorado del otrora deporte rey, me ofreció que aprendiera su oficio de anotador oficial, claro que siendo un adolescente con ansias de ganar mi propio dinero, acepté su noble sugerencia, así que al poco rato, aplicado como siempre he sido, deambulé por todas las ligas amateurs de beisbol y softbol del pueblo, lo mejor de todo es que ganaba bastante bien, y como nunca tuve la obligación de entregar el dinero para colaborar en el sustento familiar, me lo gastaba en lo que se me hinchaban las ganas, eran esos tiempos en los que la vida era más simple; no había más gastos superfluos que los esenciales, es decir; la ropa sencilla, los zapatos baratos, no existían los lujos de ahora, el teléfono móvil solamente existía en las películas de ciencia ficción, ni que decir de las marcas carísimas, no había ética social protestante, por supuesto que me refiero a la clase media (jodida) en la que me desenvolvía, pero francamente no tengo ningún recuerdo apabullante de saberme discriminado, tal vez porque nunca tuve acceso a otro tipo de vida en donde, por fuerza, tuviera que hacer las odiosas comparaciones, los ricos, que en ese entonces no lo eran tanto, se notaban solamente por los carros de reciente modelo, pero en aquella época casi todos los que más o menos tenían el modo de vivir sin el Jesús en la boca por los pagos de los recibos de los servicios, vivían en el sector Centro, pues la mayoría de los residentes del primer cuadro de la ciudad, algunos por motivos de seguridad, pero otros por alzados, fufurufos y mamones, iniciaron el éxodo para trasladarse con sus pertenencias a las colonias de los de alto pedorraje, naturalmente, como decía mi abuelo Pancho: “esos se creen que nada más porque se cambiaron de barrio, serán de rancia alcurnia, pero lo primero que echan al morral es su dudoso pasado”, mi abuela Elena que era una santa y según díceres de la gente que la conoció, una de las mujeres más hermosas de la comarca, era más rotunda al explicarlo: “esas viejas se sienten muy pomadosas, pero todavía traen estiércol de chiva en los tacones”.
Todos esos recuerdos se me agolparon de pronto, al estar sentado al lado de mi padre, con quien he estado observando los partidos de pelota, que por cierto, y dicho sea de paso, los “Power Rangers” de Texas le han estado acomodando unas palizas a los petulantes Yanquis que con todo y su estadio de 1500 millones de dólares, su equipazo no ha dado el ancho, que para los que no lo saben, es el equivalente en futbol al club Barcelona, en el que, por ejemplo, Alex Rodríguez gana en cientos de millones de dólares, pero no solamente él, sino que la nómina es de una insolencia tal que se podría estar hablando de miles de millones de los verdes por el roster completo, y los Texas Rangers, no que sean un equipillo de quinta, pero no le llegan en el precio a los poderosos neoyorquinos que se han tenido que morder las pelotas Spalding de puro coraje, ya que durante dos juegos al hilo, y en la gran Manzana, les han puesto tremendas revolcadas con marcadores finales de amplia ventaja, esta columna la escribo la noche del martes y si Dios no dispone otra cosa saldrá a circulación el Jueves, así que, a lo mejor, para este momento en que ustedes leen la presente Guillotina, Los Rangers ya son campeones de la liga divisional y estarán esperando al ganador de la serie entre Filis de Filadelfia y Gigantes de San Francisco.

No hay comentarios: