A Emilio González Márquez se le olvida que es un empleado burocrático al servicio de los jaliscienses, este hijo desobediente y contestón con quienes le pagan su salario, ha sido un cadillo en medio de las nalgas para el PAN, ya que en su afán de ser más panista que el propio presidente Calderón y traer tatuada en el alma la efigie de La Guadalupana, se ha dado licencias que no se tomó ni siquiera Vicente Fox en su punto cumbre del poder, no sé si lo tengan presente, queridos lectores, que hace un par de años, en un evento al que dicen llegó bien ebrio, eso sí, papalina que se puso con vino de consagrar, le mentó la madre a medio mundo, digo, yo no me asusto de las palabras malsonantes, que en mi diccionario personal tengo una ristra completa de malas razones que aprendí directamente de mi sacrosanta progenitora que se las sabía todas, a lo mejor no se acuerdan, pero fue en aquella ocasión en la que se le criticó por sus desorbitadas donaciones a un banco de alimentos vinculado con la iglesia católica del estado, por cierto, ahí estaba en primera fila, para recibir el generoso donativo de 15 millones de pesos, el inefable gordo don Juan Sandoval Iñiguez, a nombre de los hambrientos, que dicho sea de paso, a Monseñor no se le nota que se malpase a la hora de la comida.
Mi abuela Elena decía que: “cuando la limosna es mucha, hasta el santo desconfía” pero por lo visto, al controversial Obispo de Guadalajara, le pareció lo más natural que un miembro de su cofradía espiritual le extendiera ese chequesón, pero ahí no ha parado la cosa, ahora resulta que Emilio, ha dicho que los homosexuales le dan asquito y para colmo, una vez más finge demencia o se hace como que la virgen le habla y a veces no la mira ni parpadear, ya que el estado que gobierna, según díceres de la gente cabrona, es en donde nace un jotito por cada 10 habitantes, incluso, se dice, a manera de chiste, que a los recién nacidos les meten el chupón (aquí si me reservo por donde se los introducen, para no herir susceptibilidades) y si el huerco grita va a ser mariachi, si da una patada, va a ser futbolista y si sonríe… pues cuando crezca le va a dar asquito a Emilio, que si sigue así, a lo mejor la iglesia a la que sirve con mayor interés que a sus propios gobernados, le otorga una túnica púrpura, pero en política se me hace que ya no va a figurar ni para sindico de rancho grande.
El PAN sigue mal y de malas, porque con estas declaraciones de uno de sus gobernadores, seguramente, los votantes de Jalisco que salen en la foto de la credencial de elector con tres capas de rímel, no darán su sufragio efectivo a favor del candidato a la presidencia de la república de dicho partido, que no ha hecho otra cosa más que insultarlos por sus inclinaciones homosexuales y súmenle además a sus familiares y a sus allegados, así que luego no culpen a los electores de haber dado un paso atrás en el proceso democrático de México, ya se sabe, que en la retórica de los políticos cuando así les conviene acusan sin razón a los ciudadanos de oponerse al desarrollo del país.
No me ayuden compadres, les ha de decir Calderón a Emilio y a don Juan Sandoval Iñiguez, ya que entre los dos, el primero con asco por los homosexuales y el segundo por haber declarado que Marcelo Ebrard “maició” a los magistrados para que resolvieran a favor de los matrimonios gays y luego a su legítimo derecho de adoptar niños, en fin, todas estas muestras de discriminación por las minorías, que en el caso de los integrantes de la ola rosa, ya son una gran mayoría, han provocado que nuestra sociedad se polarice a tal grado que no veo el camino trazado para que los panistas sigan gobernando a este país, que es, ante todo, un mosaico pluricultural, multirracial y de toda índole de ideas, lo que se les olvida a todos estos masiosares que las leyes no se hacen a capricho, sino como resultado de las necesidades de los ciudadanos. Ya dije.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario