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viernes, 1 de octubre de 2010

Tlahuitoltepec

Tlahuitoltepec es un poblado oaxaqueño que literalmente está por encima de las nubes, dicen, los que lo conocen, que es un espectáculo soberbio, que quien quiera conocer el cielo, tiene que ir a la montaña, pues hace unos días, a sus moradores, en su mayoría indígenas mijes, al filo de la madrugada, se les vino la montaña encima, y es que, en esa zona, como en casi todo el país, ha estado lloviendo sobre mojado, así que, un tanto el agua, otro poco, que esa zona ha sido desmantelada de árboles y la misma erosión de la tala inmoderada, ha provocado el deslave, pero lo raro, es que, como siempre, un periódico local, alertó a las autoridades correspondientes, y nadie hizo caso, lo que nunca he entendido, es porque chingaos ponen a puros buenos para nada, en puestos tan importantes para la seguridad ciudadana, será acaso que lo que menos les importa a nuestros gobernícolas (me acordé del Dr. Mauricio González de la Garza) es el bienestar de sus gobernados, porque dirán misa los mochos panistas, pero viendo las cosas objetivamente, se pudieron haber evitado los once muertos, simplemente re ubicando a los lugareños, como le hace aquí en Laredo Juan Ernesto Rivera de Protección Civil, que anda en chinga junto con sus muchachos héroes, para convencer de buena manera a los paisanos que corren algún peligro por las zonas en las que habitan, es decir, todo es cuestión de ponerse a trabajar de sol a sol a beneficio de los demás, pero estos cabrones que cobran sueldazos federales y otras mochaditas estatales, no hacen nada por los que pueden sufrir algún daño por su impericia para manejar situaciones tan delicadas provocadas por los fenómenos naturales que ahí sí, nadie puede tener control sobre ellos, además, ellos ya tenían la información exacta de que, sobre esa región serrana oaxaqueña, estaba lloviendo un 50% más que en años anteriores, y si de por sí, en esa tierra siempre llueve como si se fuera a caer el cielo, pues ahora con mayor razón debieron haber tomado precauciones, pero bueno, ya no lo hicieron, lo que importa ahora es que hagan bien su chamba, si no supieron o no quisieron prevenir el desastre, ahora, que por lo menos, se pongan la mano en el corazón y les lleven víveres suficientes para que nuestros compatriotas no lo pasen tan mal, no vayan a querer darles 20 pesos para que se compren unos tacos y ya, como lo que pasó en Veracruz, que viendo la tempestad, los panistas al cargo, nunca se hincaron para detener la catástrofe, pero a la hora de soltar los centavos, nada más les dieron unos cuantos pesos, y no a todos los miles de damnificados, en fin, que este mágico pueblo musical, en el que los niños aprender a leer partituras antes de cualquier otra cosa, se recupere pronto de sus heridas, porque sus tradiciones son parte del alma de nuestro pueblo, yo no lo sabía, pero dicen que en ese cerro hay una especie de internado musical en el que aprenden más de 500 niños, sobre todo instrumentos de aliento, y tienen hasta una orquesta, no me van a decir, queridos lectores, que a poco no es como para que hagan una película en Jolivud, a mi ya se me antojó trepar a la montaña para visitar la escuela de música y disfrutar de los sonidos del viento, ya sé, que de repente soy muy cursi, pero me gana mi lado generoso por las almas buenas que todavía se comprometen con los demás, no quiero ni pensar las condiciones del conservatorio, supongo que han de ser deplorables, que a veces no tendrán ni para comer, espero que lo que ha ocurrido en Tlahuitoltepec sea un trago amargo que lo sepan endulzar con música, y pues no les queda de otra, que levantarse desde los escombros para subirse de nuevo a la montaña para que toquen el cielo con las manos. Ya dije.

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