Laura Bozo

Laura Bozo, la misma que escandalizó a toda la América Latina con su programa “Laura de América” en el que a fuerza del escándalo, provocado por mujeres mancornadoras, maridos mandilones o madrastras golpeadoras, ganó popularidad, a tal grado, que de un programita hecho con tres pesos en una televisora patito del Perú, al poco rato, ya se transmitía en todos los países de habla hispana del continente, claro que el estilo de la conductora gritona, es, por decirlo de la manera menos grosera; una mescolanza entre una verdulera, una criadita sureña y una lideresa política de barriada, pero ya se sabe que la cabra tira al monte y los televidentes nacos se fascinaron con los escabrosos temas, que dicho sea de paso, siempre eran muy divertidos, porque en un panel, la taimada seudo periodista, colocaba a la esposa, luego llamaba a la amante, y con su famoso: “!queeeeee paseeeeeee el desgraciadooooooo!”, traía a escena al pendejo que engañaba a su vieja con su propia comadre, lo peor, pero lo más chistoso del asunto, es que como no contaban con los recursos técnicos, ni con el presupuesto para instalar verdaderas cámaras escondidas para atrapar con las manos en la masa a los infieles, pues a todos los actorcillos de quinta, los mandaba a la misma placita, supongo que se encontraba ubicada en el perímetro de la propia televisora, claro, pues así no gastaba ni la gasolina, al fin y al cabo, los espectadores cautivos como quiera lo veían, además, esos “realitys” tercermundistas, son el pan nuestro de cada día, son una especie de chismografos vecinales, finalmente esos sainetes son más viejos que la roña, yo me acuerdo que en mi no tan lejana infancia, okei, mi muy lejana e´poca de huerco, en mi cuadra, había una señora que cada sábado para amanecer domingo, le gritaba al marido hasta de lo que se iba a morir, quesque porque venía oliendo a leña de otro hogar o a jabón chiquito, y le decía lo mismo, naturalmente que por respeto a mis múltiples seguidoras paisanas que se cuentan por miles, bueno, exageré, por cientos, no citaré textuales las palabrotas proferidas por la gorda que injertada en pantera se le iba a los madrazos al interfecto y le aventaba todos sus tiliches a la banqueta, pero de esas historias puedo contar una docena con pelos y señales, pero tampoco se trata de ventilar las vidas íntimas de mis vecinos, aunque muchos de ellos ya están en la presencia del Señor empujando margaritas en el camposanto, bueno, pues les decía, asiduso fans, que Laura Bozo, hasta hace unos días era la consentida del abonero eléctrico, ahora transformado en prominente empresario televisivo, Ricardo Salinas Pliego, pero algo ocurrió en los entresijos de la televisora del Ajusco, que de repente, la echaron de esos feudos, pero la fea peruana, tenía un as bajo la manga, ya se había apalabrado con ejecutivos de alto pedorraje de Televisa y realizará, supongo que con otro nombre bajo el mismo rubro del escándalo, un programa para la empresa de El Niño Azcárraga, una de sus copionas, pero esta si guapísima, aunque con sangre de chinche, Rocío Sánchez azuara, que de ser la consentida de TVApesta, de repente se fue a Telemundo en Estados Unidos, pero le fue tan mal, ya se sabe, que en esos de los “Talkshows” la reina es la cubana Cristina Saralegui, que a mí se me hace que se comió a su marido, porque está hecha una vaca parada, así que no había competencia posible y con la cola entre las patas tuvo que regresar a México a pedir una nueva oportunidad a su ex patrón mexicano, ahora estará de nuevo para hacer su asqueroso programa a partir del once de octubre en el horario de la cinco de la tarde, en fin, que el mundo del espectáculo está plagado de estiércol, lo peor de asunto, es que a la gente es lo que le gusta, ni modo que den pura alta cultura, programas de alto calibre para dar, por lo menos, mensajes positivos a la ciudadanía, si lo que vende son precisamente esos denigrantes shows en los que la moral distraída y las bajas pasiones, mezcladas con el morbo de los televidentes, son los que producen estupendas ganancias a los gurús de los medios masivos electrónicos.