jooble.com

miércoles, 24 de junio de 2009

Malandrinas

No lo sabía, y es que uno como espectador del desarrollo de los acontecimientos sociales, jamás podría imaginarse que dos señoras tan popofonas, de esas de copete con doble piso, podrían ser malandrinas de cuello alto y nariz operada, pero resulta que una amiga mía de hace muchos años, en franca réplica a un comentario favorable respecto a una fallecida dama altruista, me recordó lo que alguna vez dijo de ella, un personaje intelectual de altos vuelos: “sólo era una chilanga muy avispada”, y de ese inocente comentario que hice, así, sin decir agua va, me soltó a boca de jarro, que en nuestro ampuloso ámbito porteño, pululan dos alegres comadres que son culpables del robo de varios miles de dólares de una asociación que sirve para dos cosas.
Claro que después de esa revelación y conocer los nombres de las inodadas en el desfalco, sigo sin salir de mi asombro, queridos lectores, es cierto que una de ellas era más paupérrima que María la del Barrio y de chica vivía en un tejabancito junto a sus padres, pero la otra si nació en cuna de oro, así que si de una me parece casi lógico que le brote la pobreza que tiene escondida en el alma (muérete de envidia Corín Tellado), de la otra que hasta premios le otorgan sin habérselos ha ganado, me parece un desatino, por decir lo menos.
Y claro que mi columna no se dedica a denunciar activamente a persona alguna ante el ministerio público, pero de verdad que teniendo pruebas irrefutables de su fraudulento hecho, se me queman las habas por ir corriendo ante los señores de la ley; primero, para exhibirlas y luego para que se les castigue por tan nefando crimen, y es que ambas se dan golpes de pecho, apareciendo en todos lados con caras de benefactoras del arte y adalides de las causas nobles, pero la verdad es otra muy distinta.
Tengo que confesar que sigo pasmado por el inusitado evento y no me cabe en la cabeza que hayan sido capaces de este aberrante robo, porque hasta donde yo sé, las damas rechonchas de este exclusivo club, usan ese dinero para hacer caridades, así que, es un doble delito, por tanto, merecen doble castigo.
Gracias a su pillería, me recuerdan tanto a Sara García y Prudencia Griffel en sus papeles de las hermanitas Vivanco que ingenuas robaban porque no conocían el concepto de lo que era la propiedad privada, pero éstas que tienen tantos años de condesas, les ha brotado un colmillazo que cuando caminan hacen surcos como para sembrar sandías, aunque también podría compararlas con Thelma y Louise, pero a pesar de las cremas caras y las cirugías, la verdad no están tan guapas como Susan Sarandón y Geena Davis ni hay en sus vidas, un Brad Pitt que antes de robarles el dinero, les haga el favorcito a cualquiera de ellas.



Cámaras vigilantes

Nunca, ni en mis sueños más absurdos, creí que me iban a proponer instalarme de a gratis, nada más porque ya se sabe que puedo sufrir represalias por algún sonso ladeado que se sienta ofendido por mis comentarios, cámaras vigilantes en mi búnker privado, y claro que acepté, si a la gorra ni quien le corra.
Resulta que Fermín Vázquez Gutiérrez, contador público de profesión se dedica a la estupenda labor logística de instalación de cámaras adecuadas para monitorear los exteriores de las casas o negocios, y de esta manera, por lo menos saber quien viene y quien va por los alrededores, así que desde esta semana ya tendré mis propias camaritas para que me cuiden de los malandrines que andan sueltos en la calle.
Ya le dije a Fermín que voy a recomendarlo con mis múltiples amistades para que les coloque dichos aparatos en sus espléndidas residencias, que estando las cosas como están, nunca está de más, contar con un ojo avizor que ayude a los guardias de seguridad en su labor vigilante. La página web es: www.spointonline.com

La Cruz Roja no es
Un negocio privado

Los de la Cruz Roja no entienden que eso que hacen es un grave delito y se quieren adueñar de lo que le pertenece al pueblo, como el Padre áquel benefactor de los niños piojositos de la calle, que pensaba que el dinero que le daban como limosna para sus obras pías, era de su propiedad, y lo metía a los bancos de la época, luego lo invertía en negocios de salud y otros muy lucrativos, pero a la larga nada se llevó a la tumba, solamente dejó muy ricos a los que firmaron como sus prestanombres, naturalmente que estos médicos de la benemérita no se van a salir con la suya, yo sugiero que sea el seguro social que se haga cargo de la administración de la sede hospitalaria de urgencias o por lo menos, que haya una comisión vigilante externa para que no abusen de los pobres enfermos a los que quieren exprimirles hasta el último centavo. San Hipócrates bendito ilumina a tus hijos con un rayo.

No hay comentarios: