miércoles, 8 de junio de 2011
La Mal Querida
La Mal Querida es una película protagonizada por Dolores del Río, que siendo muy buena actriz y tan guapa, terminó su carrera siendo “Lolita” la encargada del orfanato de la ANDA, así nada más, como si nunca hubiera sido la gran Diva del cine mexicano, y es que, esta mujer, oriunda de Durango, no era como en sus películas, sino que sobreviviente de un corrosivo cáncer, dedicó sus últimos días a hacer obras de caridad, la que si era bien méndiga era La Doña, pues resulta, asiduos fans, que el domingo me puse medio folclórico y como no tenía nada mejor qué hacer me puse a ver la película dirigida por el Indio Fernández, la verdad sea dicha, no es de lo mejorcito que hizo el atrabancado cineasta, dicen que el tiempo es el mejor juez para una obra de arte, y miren ustedes, queridos lectores, que esta cinta no resistió los embates de los años, además, la historia original del premio nobel español Jacinto Benavente es absurda, pero puesta como drama rural en México, resulta menos creíble que si la hubieran rodado en la madre patria, resulta que Raimunda es la esposa de Esteban el Amo del Soto, papel desempeñado por Pedro Armendáriz, y este es su segundo matrimonio con el galanazo de aquella época, que por cierto y dicho sea de paso, nació en Laredo, Texas, pues Raimunda tiene una hija adolescente de nombre Acacia, personaje encarnado por Columba Domínguez, total, para no hacerles el cuento largo, la muchachilla odiaba a su padrastro desde que llegó a la hacienda a desplazar el recuerdo de su sacrosanto progenitor, y así creció con el rencor hacia el marido de su madre, pero de lo que ninguna de las dos se dio cuenta, es que al hombre se le había antojado la huerca, un día, a la Acacia se le ocurrió que se iba a casar con Faustino, y a partir de ese momento se desencadenó la tragedia griega, bueno, en realidad, fue en un ranchito michoacano, ya que, al enterarse de que otro pela’o andaba detrás de los huesitos de su amada, ni tardo, ni perezoso Esteban se montó en su cuaco retinto y como a Rosita Alvírez de tres tiros que le dio a su rival nomás uno era de muerte, ya ven como es la raza de carrillosa, luego del asesinato, se corrieron rumores en la comarca que había sido un drama pasional por la hija de Raimunda que ya estaba muy crecidita y estaba en edad de merecer, en fin, que la historia termina en que don Eusebio (Julio Villarreal) y sus hijos matan al calenturiento Esteban, lo único malo es que ni siquiera le dio ni un besito a la susodicha, no quiero sonar a viejillo chimiscolero, pero en este globero pueblo, también se han dado esos triángulos amorosos, naturalmente que no han desembocado en la muerte de nadie, porque ahora es menos penado que la suegra se acueste con el yerno después de que se divorcia de la hija, al parecer, la moral moderna no es tan rígida como la de antes, de hecho, hay un singular caso aquí, en el que la abuela de los hijos del matrimonio, también es madre de un hermano de sus nietos, o sea que el hijo que tuvo con el ex de su hija, es hermano de sus nietos pero también es su tío, ya hasta me hice bolas, pero la idea es esa, que de tanta revoltura ya no se saben los lazos familiares ni de sangre que se han dado en tan enredadas relaciones, se los cuento con las reservas del asunto, no porque le sacatee a que me den un balazo como al Esteban el Amo del Soto, que no tengo miedo morirme, aunque tampoco ninguna prisa, además, si no me mataron antes, cuando revelé tantas truculencias de nuestra ampulosa sociedad, mucho menos ahora que tengo quien me proteja las espaldas, conste que si es una advertencia por si hay algún loco que quiera chingarme, ya que estando las cosas cómo están nunca está de más blindar mi entorno para que no me pase lo que al Choco que lo mataron porque era bien carrilla en el barrio. Ya dije.
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