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lunes, 20 de junio de 2011

Clembuterolados

Es el colmo de la desfachatez y la corrupción, ahora resulta que los futbolistas dopados, fueron retirados de la Copa Oro, pero hasta donde se ha podido observar, no han sido sancionados debidamente por el futbol mexicano, los mandamases del negocio son tan cínicos que no los suspenderán de por vida, alegarán que consumieron la sustancia en una torta de tamal, como si eso fuera posible, así que, Christian Bermúdez, Antonio Naelson “Sinha”, Edgar Dueñas, Francisco Javier “Maza” Rodríguez y Guillermo Ochoa, seguramente serán exonerados para que continúen su carrera deportiva, del citado caso, han corrido ríos de tinta y los dizque analistas del futbol, entre ellos, el más polémico de todos, dada su condición de decano del oficio, José Ramón Fernández, no dirán nada porque no les conviene, o en todo caso, ya los han de haber convencido con una carta explicita escrita sobre el dorso de un cheque, no sé, si ustedes, queridos lectores, recuerden el asunto aquel tan publicitado, del ciclista español Contador, al que, en una prueba de control durante un descanso de la Tour de Francia, le detectaron 50 picogramos de clembuterol, que es una droga que da potencia muscular, por tanto, otorga mayor rendimiento físico a los deportistas que la consumen, supongo que no se sorprenderán, asiduos fans, si les digo que luego de los exámenes, los futbolistas paisanos dieron positivo diez veces más la cantidad de la sustancia ilegal que la encontrada al ganador de la Vuelta gala, delito que le costó un año de suspensión por la Asociación Mundial de ciclismo, después de agotadores pleitos de parte de sus abogados, obtuvo el perdón, ya que se pudo comprobar que, efectivamente, la baja dosis de clembuterol, pudo haber sido ingerida a través de un trozo de carne en el contexto de la justa deportiva, en el sonado escándalo de doping de los elementos de la selección mexicana, no sólo no se perdió el partido jugado contra el equipo rival, sino que, ni siquiera se abordó el sensible tema, de hecho, los chapuceros futbolistas fueron remplazados por Hiram Mier (Monterrey), Paul Aguilar(América), Héctor Reynoso, Luis Michel y Marco Fabián (Guadalajara), es decir, ni siquiera se despeinaron, ni sudaron, ni se acongojaron, estos directivos de Selecciones Nacionales sí que están bien respaldados por Joseph Blatter, presidente de la FIFA, que es como el Dios del futbol a nivel mundial, claro que mal hubiera hecho si les impone una sanción, ya que, el negociazo es tan millonario en estos torneos chafas, que tampoco es cosa de dar patadas al pesebre que les da a ganar carretadas de dólares, yo soy pésimo para echar sumas y multiplicaciones, pero ustedes, que son más duchos en ese aspecto, hagan la operación, en el partido de México contra Guatemala, asistieron más de 80 mil aficionados, y en Estados Unidos el boleto no cuesta 10 pesos y dos cupones de Gansitos Marinela, y eso, sin contar las ganancias de las televisoras por la transmisión en horario estelar, por lo pronto, nuestros drogados compatriotas ya calificaron para la siguiente ronda, no cabe duda que tiene razón el genial Francisco de Quevedo, al decir que Poderoso caballero es don Dinero; que a los bandidos los vuelve honrados y a los gañanes señores decentes, en fin, todo eso ya se veía venir, lo raro es que, siendo tan corruptos y parciales, los delegados de la FIFA hayan dado a conocer los resultados de los análisis a los medios difusores de noticias, lo único que se me ocurre pensar, es que quisieron dar la nota mala para que la desangelada Copa Oro adquiriera notoriedad luego del escándalo, que al cabo, ya sabían que podían solucionarlo echándole tantita tierrita como los gatos, aunque apestara, como quiera no se iba a ver la caca que hicieron, yo, por lo pronto, no veré el desarrollo final del torneo, pero ustedes se van a acordar de mí, cuando México se corone ante nuestros compatriotas que están muy contentos de disfrutar los partidos de la selección, si ese triunfo ya está cantado, son cosas de negocios del señor Blatter y la cueva de Alí Babá y sus millones.

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