Mamá siempre me dijo: “estudia, no seas huevón, que la educación es lo único que nadie te podrá quitar”, y mi sacrosanta jefecita que en gloria esté, tenía razón, porque lo que tengo inscrito en el disco duro de mi mente maquiavélica se quedará ahí hasta el día de mi muerte, a menos que me dé eso que dicen que te borra todo de un madrazo, que se llama… ¿cómo se llama?, bueno ya se me olvidó, pero es algo así como en alemán, claro que padezco de amnesia selectiva, así que la información inconveniente la he echado al bote de la basura de los malos recuerdos, ya se sabe lo que se dice al respecto, que uno nunca debe olvidar su pasado para no volver a cometer los mismos errores, pero si dichos errores son deleitosos, bien vale la pena, regodearse una vez más en los seductores traspiés.
El consejo dictado por la voz sabia de mi madre, es verdadero, pero ahora resulta que los egresados de las escuelas privadas, se están quejando acremente de que ganan muy poco en comparación con los desorbitados gastos de sus carreras, a ver, ustedes y yo, queridos lectores, echemos un vistazo a las universidades de alto pedigrí en México, tales como: el Tec de Monterrey. La Ibero, la Anáhuac, Lasalle y las otras, que cobran como si fueran Harvard o Yale, es decir, por arriba de los mil dólares mensuales, sin contar los carísimos implementos electrónicos, libros, chucherías, transportes, ropa y chucherías, que tienen que adquirir para que su vida académica transcurra feliz y sin contratiempos clasistas, ya que como se codean con la crema, la nata y el jocoque de la alta sociedad, pues tampoco pueden verse miserables mientras dura su tránsito por las exclusivas casas de estudios, que dicho sea de paso, algunos imbéciles hijos de papi, las usan como elegantes guarderías mientras se casan o simplemente para pasar el rato, lo malo es que a la vuelta de algunos años, les cae encima La Guillotina Social de la realidad a la que irremediablemente se tienen que enfrentar cuando les llega la hora de acomodarse en alguna empresa, me refiero a los jodidos, porque los yuniors de su opulento chingado padre, esos, trabajan de jefes, y devengan un sueldazo, rascándose los morenos, que al cabo no tienen necesidad de ganarse el pan con el sudor de nada, que para eso son lo que son, y mal harían si se fletaran el lomo, aunque hay unos bien mensos, que en lugar de irse a pasear por el mundo, se quedan pasmados en la vaciedad de su inútil existencia.
Los egresados de esas escuelas de alta alcurnia y dedito parado, se quejan amargamente de que ganan salarios flacos, algunos declaran sentirse decepcionados, ya que el contenido del sobrecito amarillo es de nueve mil depauperados pesos, y a veces menos cuando les rebajan la cuota sindical, además que se pasan en sus oficinas de dos por dos, todo el día, en horarios corridos de 12 horas, lo peor es que con su sueldo no les alcanza ni para sus chuchulucos, así que prefieren quedarse a vivir con sus padres para no tener que pagar los pésimos pero indispensables servicios básicos de un hogar, o sea que eso de cursar estudios superiores en universidades carísimas, no es una buena idea para los que soñaron con vivir como ejecutivos y tienen que vivir como ejecutados por el mal sistema de empleos de nuestro país, pero no les queda de otra, o se aclimatan o se aclichingan, que si botan la chamba, no tendrían ni para saldar su cuenta del aifon, en fin, que tal desastre se veía venir, pero nadie supuso que un título con ribetes dorados de dichos centros de alto rendimiento escolar, serían tan mal pagados, quizás si se hubieran puesto abusados, no estarían nadando en el pantanoso lago de la decepción, así que los que estudiaron pobremente en la Universidad Héroes del Chamizal Campus Nueva Era, no estaban tan mal cuando eligieron su Alma Mater, ya que ganan exactamente lo mismo que los otros que pagaron con brillantes su pecado de haberse inscrito en las refulgentes joyas escolares de la corona de la educación mexicana.
jueves, 25 de febrero de 2010
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