John Terry

Por lo visto, en todos lados se cuecen habas, ya que los hombres ojo alegres y las pirujillas trepadoras son ajonjolí infaltable de todos los moles sociales, y es que me acabo de enterar que John Terry, futbolista estrella del Chelsea, ha sido dado de baja como capitán de la selección inglesa a causa de un furtivo amorío con la novia de su mejor amigo, lo peor de la infidelidad, no es que lo haya engañado, que eso es más viejo que la roña, sino que este tal por cual es casado, así que la traición es doble, ya sé que no han pedido mi opinión, queridos lectores, pero siempre he considerado que quien no es capaz de sostener una relación digna, pues que no se arrejunte con nadie ni profese votos que no podrá cumplir, la monogamia no se inventó como regla general para seguirla a pie juntillas, es una promesa de compartir, de compañía mutua, de respeto a un sentimiento profundo, tampoco quiero sonar a padrecito octogenario en sermón dominical, líbreme Dios de semejante idea, lo que pasa es que hay muchos señores comprometidos que andan de picos pardos mientras que a sus mujercitas las tienen como a las escopetas, cargadas y en el rincón de la cocina, claro que ya son menos las que aceptan dicho castigo, es más, algunas ni por amor pero muchísimo menos por interés, aunque todavía las hay sufridas y abnegadas como protagonistas de telenovela de las cuatro de la tarde, pero gracias a san Tejeringo esas mensas están a punto de extinguirse.
John Terry, es como el Cuauhtémoc Blanco de nuestro país, bueno quizás no tan idolazo como el jorobado, pero siendo el capitán de su selección pues tiene muchos seguidores que lo adoran, sin embargo, a pesar de ser considerado un ícono en el equipo inglés, como quiera lo quitaron del honroso puesto de estar a la vanguardia, a éste le pasó lo mismo que al Tiger Woods que según ahora está en terapia como si eso de andar de cabrón con una y con otra vieja, fuera una enfermedad, lo que ocurre es que teniendo tanto dinero, pues pueden comprar a cualquier mujer que se les ponga en frente, y no digo, no, que todas las damas tengan precio, pero yo conozco a algunas bellezas deslumbrantes del pueblo globero que se casaron con el mejor postor, aunque estos riquillos estén más feos que un carro por debajo, claro que tanto el futbolista como al golfista, no han perdido su talento deportivo, de eso no hay duda, pero su calidad moral, la ética con la que se desenvuelven en sus vidas, sigue siendo la misma con la que actúan en la disciplina que desempeñan y es un factor determinante del que no se pueden desligar, ya que si son capaces de engañar a su esposa, o a un amigo, están faltando a preceptos morales que son universales, por tanto, merecen ser tratados con la misma vara con la que ellos miden, conste que no estoy exagerando, y tal tabulador de conciencias lo aprendí de la trayectoria íntegra de mi padre, que siempre ha dicho: “para mi, las mujeres de mis amigos, son hombres”, lo que significa que jamás le faltaría el respeto a un compadre ni aunque fuera la última vieja del planeta, en fin, no quiero ser severo juez de nadie, si yo soy el menos indicado, además la ex modelo Vanessa Perroncel de 28 años ha asegurado que el novio no la hacía feliz ya que siempre que llegaba al área chica fallaba en los tiros en donde las arañas hacen su nido y que el mujeriego ex capitán del equipo inglés, le metía los goles hasta con chanfle.
Ahora resulta que el affair, o sea el revolcón que se dieron Vanessa y John Terry, lo voy a terminar con una moraleja: “si no le metes gol a tu vieja, otro más abusado vendrá a metérselo”. Les aviso, asiduos fans, que mañana también hablaré de futbol, acerca de las declaraciones del Vasco Aguirre en un medio español, hasta me dan ganas de decirle a David Dorantes mi director editorial que mejor cambie mi columna a Meta, conste que no es albur, así se llama la sección deportiva del periódico más leído del pueblo y ranchos circunvecinos. Ya dije