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jueves, 18 de febrero de 2010

EL VASCO


Si yo fuera el dueño de la selección mexicana, el vasco Aguirre ya estaría de regreso en la madre patria con todo y chivas, me refiero a sus garras no al equipo del rebaño sagrado, es que, a ver díganme ustedes, queridos lectores, cómo se le ocurre al técnico, decir, ante un medio español, en una entrevista que a todas luces, se antoja absurda, que México está totalmente fuera de toda posibilidad de alcanzar el campeonato mundial en Sudáfrica, es que, se necesita ser muy pendejo para declarar semejante atrocidad, okei, ya se sabe, que nuestros jugadores no son malos, sino lo que le sigue de ineptos, que se achican a la hora buena, que no sirven ni de aguadores para las selecciones grandes como Argentina, Italia, España o Alemania, pero habiendo tantos aficionados en nuestro pauperizado país, que empeñan hasta lo que no tienen, con tal de viajar a donde sea necesario para echarle porras a la runfla de buenos para nada, que incluso, dejan a su vieja encargada con el compadre, a los huercos con la suegra en calidad de perritos sin dueño, a la criada que les hace piojito, todo con tal de correr tras la ilusión de a ver si ahora sí, su “decepción nacional” da el campanazo y se alza con la copa Jules Rimet quesque es de orégano puro, de oro mis polainas y ni se hablan, que Javier Aguirre diga que no podrán ni siquiera alcanzar los primeros diez lugares, eso, aquí y en China, se le conoce como el síndrome del gallego que se siente mexicano, porque no se puede explicar de ninguna otra manera, el hecho de que el encargado de encabezar la expedición vernácula en aras de una victoria universal, diga que ya van derrotados antes de treparse al avión, entonces, todos los millones de televidentes que se asoman a la caja idiota y que encima se tienen que empujar la pésima dicción del Perro Bermúdez y cuates que lo acompañan con los comentarios durante cada partido, ya no tendrían ningún aliciente para padecer semejante tortura de estos chómpiras periodistas deportivos, si como quiera ya dijo el que tiene la encomienda de ganar los encuentros futboleros, que no podrán conquistar nada, que no aspiran a obtener ni un decoroso sitio en el podio de triunfadores, es cierto que Aguirre es medio hocicón de repente, que de vez en cuando suelta una que otra mentada de madre en vivo y en directo, que despotrica contra el que se le ponga enfrente y que rechina las haches y las erres con singular alegría para beneplácito de sus seguidores, pero de eso a, declarar en España lo que acaba de decir, o una de dos, andaba pedo o bien crudo, porque dicen, a mi no me consta, que es bien borrachales, que siempre anda hasta las chanclas, así que esa puede ser una de las veintitantas razones por la cual dijo lo que dijo, y si les digo algo, bueno mejor no, porque sé que muchos futboleros me siguen a diario en mi columna y más hoy que es domingo, está bien, no se enojen conmigo, se los voy a decir, saben acaso cuánto gana este hijo de la chingada, yo tampoco conozco el monto exacto, pero nada más para que se den una somera idea del dineral que se está embuchacando este porro del futbol, les confiaré que en el ranking mundial se coloca en el tercer puesto del top salarial, o sea, por encima de casi todos los 32 directores técnicos con mejores palmarés que el mentado Vasco, en fin, ya hice mi entripado de media semana, pero qué le voy a hacer si así de contrariado está el mundillo del futbol que se mueve por puro interés económico, ¡ah! y para acabarla de amolar, aseguró que está harto de la violencia en nuestro país y que espera con ansiedad alcohólica poder regresar cuanto antes a Europa para dirigir los destinos de algún equipo de altos vuelos de España, Inglaterra o Francia, así las cosas con Javier Aguirre, y no creo que se desdiga de nada, porque sabe que en México no hay quien se atreva a confrontarlo para reclamarle su traicionera actitud, ya que los jerarcas del balompié no se van a manchar las manos de la sangre del masiosare, al fin y al cabo todos se tapan con la misma cobija de la mediocridad. Ya dije.

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