Cumbre ociosa

Las reuniones organizadas por los presidentes de los países que sean, me parecen un gasto innecesario para sus pobres paga impuestos, pero esta fiesta latinoamericana que se celebró en Playa del Carmen, me parece totalmente desmesurada, cuando en la mayoría de las naciones participantes tiene problemas económicos, acá andan de baquetones dorándose al sol, pero no sólo los mandatarios, sino un séquito numeroso de achichincles, incluyendo, claro, a los reporteros de los medios difusores de noticias, quienes generalmente viajan de gorra en los aviones fletados por los distintos gobiernos, nada más para que se den una idea del derroche mexicano, y no quiero ser cuenta chiles, nuestra secretaria de Relaciones Exteriores, que responde al nombre de Patricia Espinoza que andaba del tingo al tango en esa cumbre, tenía bajo su servicio 39 personas, es decir que estos del hueso de oro burocrático, se sirven de un ejército completo para cubrir sus plenipotenciarias necesidades.
Lo no que no acabo de entender es que si ya se cuenta con la tecnología más avanzada para transmitir imágenes en tiempo real, lo que antes se anunciaba en la tele, como en vivo y en directo, para que hacen tanta faramalla, si cada quien, lo puede hacer desde la comodidad de su oficina, con una webcam, es decir, una cámara conectada a su computadora personal, es más, no se requiere de mucha ciencia para enchufarse a la red, así que con una secretaria para que les arrime una taza de café, es suficiente personal para realizar la conexión internacional, ya sé que no tiene nada que ver, bueno, a lo mejor si en algo, pero yo me acuerdo que Raúl Velasco cuando hacía sus chapuzas en los festivales Otis, aquellos famosos programas de concursos de canciones, lograba interconectarse con varias ciudades del país, aunque era bien chistoso el asunto vía microondas, en especial tengo grabada en la memoria, la participación de Ramoncita Esparza a la hora de votar por su canción predilecta, y es que, a veces la voz no concordaba con la imagen, es decir, parecía que no hablaba nuestra famosa paisana, sino otra que emitía la calificación y la concesionaria de la XEFE solamente asomaba su carita, y si antes no supe explicarles porque tuve ese dejavú del pasado, ahora ya lo entendí, o sea si en esa época cavernaria dentro de las telecomunicaciones, se podían lograr las conferencias televisivas, no veo como ahora no se usan, dadas las magnificas condiciones que existen, pero si el chiste es viajar de okis, sin desembolsar un centavo de sus carteras, pues entonces sigan dándose el gusto ahora que pueden.
Ya saben cómo se las gastan los políticos a la hora de ponerle nombre a sus pachangas, pues esta no se podía quedar atrás y se llama: Cumbre de la Unidad de América Latina y del Caribe, en la que participan todos los países de dicha zona, menos Honduras al que todavía no reconocen a su nuevo Lobo presidente, como si Venezuela y Cuba fueran buenos ejemplos de democracias efectivas, por cierto el que anduvo de peleonero fue el DictarHugo Chávez con Uribe el presidente colombiano, y eso que por ahí andaban con sus cancilleres que traían el protocolo colgado en sus gafetes de puro adorno, ya que ninguno fue capaz de aplacar a los gallitos de pelea que como huercos de secundaria, por poco se mentaban la madre, lo bueno es que todos se juntaron para celebrar la unidad de los pueblos, naturalmente que además de comer mariscos y brindar por galardones inexistentes, también aprobaron, como chingaos no, la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, un nuevo organismo que va a servir para lo mismo de esta que los convocó, pero mi abuelo Pancho que era un hombre sabio, decía que lo que es en grande es en chiquito y si se reúnen los altos jerarcas mundiales, pues seguramente también los alcaldillos de los pueblos tierreros harán sus juntas vernáculas para entablar diálogos inútiles en aras del beneficio de sus respectivos gobernados, aunque en algunas dizque ciudades, sólo haya tres perros flacos, cuatro vacas, tres bueyes, un marrano y una mula cerrera. Ya dije.