domingo, 14 de febrero de 2010
Discursos fiambres
Bien dicen los que saben, que los inteligentes aprenden de las experiencias ajenas, pero los tontos ni de sus propios errores, y para comprobarlo sólo hay que asomarse a la trayectoria de nuestro ex presidenChente que anda por el mundo ofreciendo conferencias magistrales como si de verdad fuera un hombre talentoso, no digo, no, que se encierre a piedra y lodo en su rancho san Cristóbal, si tampoco soy tan infame, pero si se aburre de su vida campirana porque no se busca un pasatiempo, menos -como decirlo, sin ofenderlo- gravoso para los demás, por ejemplo, debería de ayudarle a Marthita a organizar sus eventos budistas, aunque francamente a mi me da mayor paz rezar el rosario a la virgencita del Tepeyac que las meditaciones demasiado profundas, pero cada quien su devoción, lo raro es que la ex primera dama, es muy católica, acaso no se contrapunteará con sus santitos el hecho de que tenga sus orientales figuritas adiposas entre san Judas, san Cucufato y san Martincito, pero ese no es el tema, ya ven que luego me pierdo en el laberinto de palabras que voy formando en el afán de comunicarles lo que deseo, en realidad lo que les quiero comentar es que la mayoría de los malhadados políticos, se sienten con el derecho de vulnerar la atmosfera del silencio con sus retorcidos discursos llenos de palabras falsas de toda falsedad, además lo dicen con absoluta libertad interior como si sus dictados hubieran sido escritos por Balzac y no por un tinterillo de quinta o un periodista alquilado, lo malo es que todos lo hacen más o menos con regularidad, lo que no saben, o si lo saben se hacen como el tío Lolo, es que nada de lo que digan es tomado con aprecio por sus diversos auditorios, o díganme ustedes, asiduos fans, a quién demontres le va a importar lo que diga alguien que habla con faltas de hortografía y que no sepa ni la O por lo redondo, claro que a Fox lo invitan por su pasado presidencial, porque quiera uno o no, el político hizo historia al sacar de Los Pinos al partido en el poder, pero fuera de eso, sus fementidos mensajes son más huecos que el cerebro que los lee, y nunca mejor que ahora nos hemos percatado de los discursos fiambres como en la reunión cumbre organizada por los panistas en Ciudad Juárez, que no me lo van a creer, pero hasta nombre le pusieron: “Juárez somos todos” reconstruyamos la ciudad, y esas son ganas de que ningún mexicano les crea sus dizque buenas intenciones, ya que nadie puede fiarse de una bola de cabrones que leen desde su importante palestra, su perorata, que suena a blablablá, a PAN con lo mismo, y por si fuera poca la burla, llevaron a Lujambio el secretario de Educación Pública para que saliera con su batea de babas que suena a mentada de madre, de: “mochila segura” como si los niños y los jovencitos llevaran en su morral escolar: granadas de fragmentación, cuernos de chivos o pistolas “mataprofesores”, nada más faltó que cargaran con El Gordo Carstens para amenazar a los malandrines matones con la imposición de un nuevo impuesto por cargar armas de alto poder exclusivas del ejército, de todo el tinglado lo peor no fueron los acarreados de las fuerzas vivas juarenses, que esos como quiera ninguna culpa tienen de que los agarren de entre la runfla para dar la cara ante las cámaras, los micrófonos y los reflectores de los medios difusores de noticias, sino la actitud del presidente Calderón que en lugar de ponerse en pie para recibir el penoso mensaje de la señora Luz María Dávila y pedirle perdón por la difamación proferida contra los jovencitos a los que trató como unos delincuentes en su mensaje de condolencia desde Japón, se invistió en su papel de todopoderoso, con la misma actitud de mi prima Lupe cuando mi tía Sacramento la regañaba por andar de más en la calle, mi sacrosanta parienta la decía: “pero a ti che huerca por un oído te entra y por el otro se te sale” a lo que la pirujilla rebelde de su hija, le respondía con sonrisa de medio lado: “…Y me estás hablando por donde se me sale”. Ya dije.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario