Se casó Galilea

De verdad, que es una de las cincuenta mil cosas que me importan un soberano cacahuate, pero es la noticia del momento, resulta, que, por fin, luego de andar de mano en mano, se casó Galilea Montijo, a la que ya no la reconoce ni la madre que la parió, y es que, desde que concursó en el señorita no sé qué, un certamen chafa que inventó el nefasto corrupto de Raúl Velasco, se ha hecho todas las cirugías que ha podido, antes era una guapa narizona con frente de jícama, pómulos de piruja amanecida y labios fruncidos de emocionada viejita binguera, pero ahora, tiene perfil griego y una radiante belleza, y si no fuera porque es lo doble de corriente que Yuri y Verónica Castro juntas, sería una gran estrella de talla internacional, nada más que, solamente nació una María Félix, que ésta sí, era una Diva que sabía con quien acostarse para que le produjera ganancias económicas, intelectuales y artísticas, pero nada imagínense como será de vulgarcita La Gali que anduvo con el jorobadito de Cuauhtémoc Blanco, digo, más naco no puede ser, es verdad que dinero si tiene y que de seguro le hizo buenos regalitos, pero de eso, a que haya sido un gran logro haberse estado revolcando con el ídolo del futbol mexicano, hay un mar de diferencia, decía una amiga, con dedito levantado y nariz como oliendo caca, de alto rango aristocrático que conocí en la capital: “una puede acostarse con un naco, pero no puede andar presumiéndolo”, y lo que es peor, Galilea se acostó con todos los que pudo sin cobrarles un cinco, y eso se castiga con la cárcel, porque las gordas feas pueden ser novias de los que sean, incluso de pobres y feos, pero las guapas no se pueden dar esas licencias, y como decía mi tía Chana, las mujeres bonitas pueden sacar de pobres a dos generaciones de parientes, tal como en el globero pueblo, que hay unas que en su juventud, eran muy hermosas, pero se vendieron por tres pesos, es decir, se conformaron con una mesada de parte de los suegros, viviendo en una casita chiquita en una colonia de medio pelo, bueno, pues para no perder la costumbre del cotilleo, les diré que Galilea y Fernando Reina unieron sus vidas –me acordé de mi etapa de cronista social-- en la deslumbrante bahía de Acapulco el pasado seis de agosto, lo raro es que nada más fueron cuatro meses de relación, y siete meses de conocerse, ahora andan los chismes y rumores de que la conductora de Pequeños Gigantes, un pinche concurso de niños producido con tres pesos por los hermanos Galindo, ya está embarazada, claro que eso no sería tan normal, porque a estas alturas de los tiempos que corren, nadie, ni siquiera una bataclana de la calaña de Galilea, se puede dar el lujo de preñarse del primero que conoce, por supuesto que el regidor acapulqueño le cumplió para que luego no anden hablando pestes de la guapa jalisciense, pero como que es muy apresurado que a la primera de cambios se haya quedado esperando un huerco, a lo mejor, pensó, que a su edad, ya no iba a ser tan fácil que pegara el chicle, porque no se cuece al primero ni al quinto hervor, en fin, que en la edición dominical de esta Guillotina, les platicaré de estos y otros detalles de la boda que está vendida de manera exclusiva a Hola, aunque Galilea ya apareció con las nalgas al aire en la revista H que es como el Play Boy mexicano, pero en este magazine presentan puras artistillas de quinta categoría, les prometo que les contaré muchos detalles que no verán ni en las revistas, y es que, en el D. F tengo buenos amigos periodistas del espectáculo que se saben todos los secretos de las estrellas y de sus amigos más cercanos, los espero en este mismo espacio, no vayan a faltar que el chisme estará muy bueno. Ya dije.