Pueblo tísico

Hay un peligroso brote de tuberculosis en Nuevo Laredo y es tan delicada la situación que nuestros funcionarios de salud pública no han sabido de qué manera tratar el asunto, a mí, por lo pronto, no me hacen pendejo, quesque todos los casos han sido atendidos con prontitud y eficacia, si ya se sabe, que estos buenos para nada, no han sido capaces ni siquiera de erradicar por completo el mosquito del dengue, al menos, por mi casa, que es en el barrio de La Loma, nadie ha pasado a fumigar el patio, pero lo que tampoco dicen, dizque para no alarmar a la población, como si con todo lo que hemos estado padeciendo desde hace varios años, no nos hubiera servido para captar las situaciones de emergencia que se incuban en nuestro violentado pueblo que agoniza altivo y heroico a la margen del río, es que no está del todo controlada la eliminación del bicho que transmite el virus, pero no es tan alarmante lo del dengue, que como quiera, ya todos sabemos en el globero pueblo que no hay que tener recipientes en desuso porque son un foco de incubación, o sea, en agua estancada y sucia, es como se generan más mosquitos que son los que pican a los seres humanos, lo que debería de preocuparnos a todos, es la tuberculosis, que se contagia al contacto con el aire, si un enfermo tose en cualquier lugar se esparce el bacilo, con la facilidad de contagio, de que en cada estornudo se expelen cuatrocientas mil posibilidades para infectar a otras personas, por eso, es tan alarmante que se tengan tantos casos en la ciudad, yo, por ejemplo, sé de veinte parientes o conocidos que padecen la enfermedad, y eso que, yo no trabajo para la secretaría de salud, lo que pasa es que, me niego a formar parte de las estadísticas, lo que estos buenos para nada médicos políticos que dirigen las instancias de salud pública, no se han percatado, es que, si se propaga el padecimiento, todos, hasta ellos o sus hijos, podrían ser afectados, ni modo, que sean inmunes al contagio, antes, muy antes, se les decía tísicos a los enfermos, y es que, enflacaban tanto, que parecían esqueletos rumberos, así que, se les quedó el mote a los muy jodidos físicamente, de “pareces tísico”, ya que, nada más imagínense, queridos lectores, que al contraer el bacilo, los enfermo se van disecando paulatinamente hasta convertirse en ectoplasmas, no quiero ser majadero con ustedes, asiduos fans, mucho menos con las damas que todavía se atreven a asomarse a mi columna, además, nunca he sido escatológico, eso, a todos les consta, a pesar de que, no me gusta usar eufemismos para maquillar a las palabras mal sonantes, me opongo a tergiversar la realidad, dicho lo anterior, según datos que he podido rescatar de la Tisis, los principales síntomas son tos con flemas, y en casos severos, con sangre, sudoraciones nocturnas y pérdida gradual de peso, lo que les decía antes, lo peor de todo, es que, en Nuevo Laredo hay personas propensas a contraer la enfermedad, porque estando la situación económica tan deprimida, pues en los alrededores hay mucha gente mal alimentada, lo cual hace doblemente peligrosa la tuberculosis, si de por sí, en personas bien comidas, con suficiente vigor, pueden surgir complicaciones que conlleven a la muerte, no digo, no, que vaya a haber una epidemia, pero si se hacen pendejos solos como el tío Lolo, es decir, si no se niegan a ver lo que está ocurriendo de tantos infectados, y hacen un rastreo en todo Nuevo Laredo, seguramente los casos empezarán a multiplicarse y al rato estaremos hablando de varios cientos y ahí sí, será cuando la puerca tuerza el rabo, espero que no se llegue hasta esos límites, de verdad, no sé ni quien chingaos sea el encargado local de la salud pública, pero lo insto a que no se duerma en sus laureles y se ponga a chambear de inmediato, bastante mal estamos ya en el globero pueblo como para todavía se nos suban más pulgas que terminen de chuparnos la poca sangre que nos queda. Oremos.