Reseña de la Boda de Galilea

Lo prometido es deuda, este domingo familiar, les haré una reseña completa de la boda de Galilea Montijo y Fernando Reina, que entre otras actividades empresariales, se dedica a la política pueblerina en la hermosa bahía de Acapulco, resulta que este hombre es pariente cercano del presidente municipal del puerto turístico más famoso de México, así que, fue el propio Manuel Añorve, quien dictó la epístola de Melchor Ocampo y presidió la ceremonia civil en la que contrajeron nupcias los felices enamorados que se vieron rodeados de varias decenas de amigos y familiares en una rumbosa fiesta que tuvo como atractivo principal el particular hecho de que Gloria Trevi, repuesta del madrazo que se puso al bajar de un avión, le cantó a la parejita, una selección de sus mejores éxitos, entre los que destacó la del pelo suelto, que, digo, no que me parezca mala elección para una boda, pero tampoco es así como la más adecuada para la ocasión, a mi si me hubiesen puesto a elegir alguna variedad musical para mi enlace matrimonial, no hubiera dudado ni un instante en escoger a Vaquita la del Rastro, no quiero parecer chismoso, pero esta ardida interprete vernácula, vino al globero pueblo varias veces invitada por algunos narquillos de alto nivel, y conste que no me estoy metiendo entre las patas de los caballos, ya que, esos malosos a los que me refiero, están dados de baja con todo y acta de defunción, por supuesto que fui requerido en varias ocasiones para dichos eventos, no que, me agradara ese tipo de gente, pero los conocí en un baile de debutantes de las señoras de la Panza Redonda, así que, como ustedes pueden percatarse, asiduos fans, no he sido el único que los aceptó, en la recepción que fue al aire libre, se sirvió un menú internacional, confeccionado por la chef Susana Palazuelos, quien es una de las mejores cocineras en nuestro país y la que ha impuesto un estilo con las reuniones en la playa, ella no es wedding planner, pero conformó un equipo de personas para ofrecer este servicio, en esta ocasión sirvió frutos de mar y tierra, con matices en los postres y en las bebidas, conste que no corrió la champaña, sino más bien, coctelitos baratos, las damas de honor fueron Roxana Castellanos, Paola Cuellar y Claudia Arroyo, quienes asistieron vestidas de rojo, ya se sabe que a las que se visten de ese color siempre les pinta bien la noche, entre los invitados también estuvieron sus compañeros del programa Hoy; Alan Tacher y Raúl Araiza, francamente no sé si Andrea Legarreta habrá sido requerida o la exitosa conductora no quiso estar presente porque no es tan amiga de Galilea, dicen que, la que de plano se vio muy mal al estar en el lugar fue la Gómez Mont, que cuando colaboraba con la ñoña de Paty Chapoy en Ventaneando, despotricaba en contra de La Montijo, y de vieja naca nunca la bajó, incluso se refería a ella con el despectivo mote de “Doña Teibol”, lo que ocurre, es que el marido de esta chismosa lambiscona, es socio del ahora esposo de Galilea, en uno o varios antros en Acapulco, así que, ni modo que la Inés le hiciera el feo a la conductora de Pequeños Gigantes, estaba en juego la sociedad empresarial de su marido, que dicho sea de paso, es muy rico gracias a sus lugares de vicio y prostitución, no sé si acuerdan, queridos lectores, que Galilea ha estado cerca del altar en varias ocasiones, ya que, en 2001 tuvo su primer intento de boda con un empresario venezolano llamado Roger Torres, luego tuvo un romance con Cuauhtémoc Blanco, que terminó por los incesantes rumores de infidelidad del futbolista, en 2007 se enamoró del cubano Gilberto Sobrero, quien le propuso matrimonio, para más tarde enamorarse del doctor Jorge Krasovsky, quien le entregó anillo de compromiso en su cumpleaños de 2010, para más tarde romper su compromiso, sin mayores explicaciones al respecto, como quiera que sea, luego de haber roto varios matrimonios, Galilea se casó con su príncipe azul acapulqueño, a ver cuánto duran casados, porque en estas uniones de conveniencia, el primer paso para el divorcio es el matrimonio. Ya dije.