Marcel Ebrard ha sido designado el mejor alcalde del mundo, aunque a mí, la verdad, esos premios siempre se me han hecho sospechosos de todo sospechosismo (¿se acuerdan del neologismo político inventado por el ex presidenciable Chago Creel?), porque ni el jurado más imparcial podría ser capaz de revisar los pros y los contras de una administración pública, muchos menos si quienes lo otorgan viven en Estados Unidos, pero dándoles el beneficio de la duda, daré por hecho que La Fundación City Mayors, organizadora de World Mayor, es una asociación digna de todo crédito, digo, tampoco me apellido contreras, así que, al enterarme de dicho galardón, la mollera me empezó a trabajar a toda marcha y en mi cuenta de Twitter, pregunté a los chilangos que suman la mayoría en mi Taimlain, acerca de la presea para el mandamás del D. F, para mi mayor asombro, nadie estuvo de acuerdo, claro que no voy a transcribir las malas razones que le endilgaron, si no soy tan cabrón, además ya se las pueden imaginar, queridos lectores, varios seguidores no tuvieron empacho en rechinar las haches y las erres, sobre todo, por la galopante violencia, la inseguridad, las atosigantes marchas, los constantes cortes del suministro eléctrico, las inundaciones, el smog, el aumento al servicio de agua potable (que no se puede beber) y en mil rubros más.
Nada más falta que uno de esos tundeteclas lambiscones, que nunca faltan en esta viña del periodismo, se invistan de manera ectoplasmática en el secretario de Estado Mr. Root, que Creelman, aquel que entrevistó al dictador Porfirio Díaz, transcribió en su tristemente célebre entrevista, en el que lo colocó en los cuernos de la luna, nada más para que se den un ligero quemón, lean ustedes con sus propios ojos, (a menos que se los puedan pedir prestados a algún compadre), las loas y ditirambos que el taimado gringo lanzó al héroe del dos de Abril: "Creo que de todos los grandes hombres que viven en la actualidad, el general Porfirio Díaz es el que más vale la pena de conocer. Sea que uno considere las aventuras, atrevimiento, caballerosidad de su juventud, o el inmenso trabajo de Gobierno que han llevado a feliz término su inteligencia, valor y don de mando, o ya sea que sólo se considere su especialmente atractiva personalidad, no conozco persona alguna en cuya compañía prefiera estar. Si yo fuera poeta, escribiría poemas épicos; si músico, compondría marchas triunfales y si mejicano, consideraría que la lealtad de toda una vida no sería suficiente para corresponder a los inmensos servicios que ha procurado a mi país. Como no soy poeta, músico, ni mejicano, sino únicamente un americano que ama la justicia y la libertad, considero a Porfirio Díaz, presidente de Méjico, como uno de los dos hombres a cuyo heroísmo debe rendir culto la humanidad entera."
No digo, no, que no tenga méritos, si para trabajar en beneficio de los chilangos, es que está sentado en la poderosa silla de la metrópoli más poblada del planeta, aunque ya no es la región más transparente y de ciudad de los palacios se ha convertido en un cajón de la basura, además, no hay mejor premio, ni satisfacción mayor para un gobernante, que proporcionar bienestar en un ámbito de concordia y paz, a sus gobernados, claro que le reconozco su liderazgo, en una catastrófica urbe en la que el desorden, la anarquía y la injusticia campean ante los ojos de propios y extraños, pero le falta mucho para tener la tranquilidad de sentarse en sus laureles y recibir diplomas sin la molesta conciencia de que pueden ser inmerecidos, en fin, ahora nada más falta que impongan como himno chilango, la famosa canción chunga: “Sábado, Distrito federal” en la que Chava Flores, dice de la ciudad: “un hormiguero no tiene tanto animal”, el cronista urbano tuvo la buena ocurrencia de ponerle música ramplona a sus divertidas rimas que retratan una época de ida y vuelta en la otrora Muy Noble y Muy Leal en Imperial ciudad de México. Ya dije.
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