La viejita Lucero

Lucero se ve tan viejita que ya parece la abuelita de la Tele nacional, así lo tuitié el sábado por la noche y tal comentario despertó una oleada de airados tuits; algunos a favor de la artista y otros, diciéndome que no soy hijo de mi mamá sino de otra señora, pero de lo que nunca se dieron cuenta, estos tales por cuales, es que no la ataqué por mera diversión, sino porque de verdad, yo que tengo la suerte de contar con televisión HD, es decir, de Alta Definición, a la actriz, conductora y cantante, a través de la transmisión de esta novedosa tecnología se le ve la carita de perro triste y con ojeras como de inquilina del Asilo Vida y Esperanza, ya sé, si no tienen que recordármelo, queridos lectores, que los mexicanos somos muy devotos de La Guadalupana y defensores de los derechos de las mujeres ajenas, padecemos el síndrome del mexicano borracho, que se parte la madre contra quien sea, si le mientan la ídem en una cantina, pero a la pobre señora la tienen lavando ajeno y muerta de hambre en su jacal, pues en esas estaba, tratando de aclarar a mis miles de seguidores en la red social de moda, que por cierto, y dicho sea de paso, sigo estando en el top5 de Twitter en español, que no soy misógino, ni tratante de blancas, además, decir la verdad no es irrespetar a nadie, claro que jamás se lo diría frente a frente a ninguna dama, eso si, puedo asegurarles que soy un caballero.
La popular artista nació en 1969, así que échenle cuentas, digo, tampoco es tan vieja, aunque mamá decía que las güeras se arrugan más rápido, la verdad ignoro en que se basaba mi sacrosanta progenitora para asegurarlo, pero no sé por qué razón le caían mal las personas de ese tono de piel, nunca me lo dijo, supongo que alguna mujer de su tipo, le hizo un mal modo, ya que mi jefecita, era una morena guapísima, eso sí, nunca se maquilló como algunas de esas señoras que parece que se les cayó un payaso encima, me queda claro que si Lucero se dedica a la artisteada, pues mínimo debería de dormir bien para que no se le vean los ojos como catálogos de insomnios, a lo mejor es que adelgazó de más y la neta se le ve cara de hambre o de insatisfacción sexual, okei, no me voy a meter en honduras, pero ahora que me asomé al teletón, observé a la esposa del Gordo Mijares, que andaba llore y llore como la loca de Parás, quise quedarme a verla más tiempo, pero esos dramas humanos, me estremecen tanto que soy capaz de deshidratarme de tanto llorar, además ni falta hicieron mis 20 pesos, porque hasta donde me enteré llegaron a la meta al filo de la madrugada, por cierto, que en Twitter había un tag al respecto que rezaba #niunpesoalteleton, ya que algunos mal pensados consideran que hay algo turbio en eso de las donaciones, yo, para ser sincero, nunca he creído que se roben el dinero, pero estando en un país tan corrupto, todo se puede esperar, en fin, que, si acaso Lucero lee mi columna le aconsejo que se cuide mucho, porque ya dio el viejazo, nada más que no se restire tanto, porque luego a unas les queda la cara como de velocidad, como a Cirugía Méndez que ya ni su mamá la reconoce, es más, creo que cuando se ve al espejo ni ella misma se ha de acordar de la espléndida belleza que tuvo algún día, porque el título que Lucero le peleó tanto Angélica María como la “novia de México, ahora tendrá que dejárselo a Belinda y las dos viejitas, conformarse con “las momias de Guanajuato”, que no quiero ser más cabrón de lo que soy, si tampoco es un esperpento, todavía aguanta un piano y varios teletones más, además tiene carisma para andar de pediche, porque cuando estuvo Verónica Castro con cara de dueña de estética de barrio, francamente daban ganas de apagar la tele, por lo menos, Lucero, tiene una lágrima atorada en la garganta que te provoca compasión por las criaturas. Ya dije,