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jueves, 7 de abril de 2011

Divorcio de Marcelo y Mariagna


No es que sea chismoso, pero a poco no es muy raro que Mariagna Prats, la sexagenaria actriz que tuvo otros mejores tiempos, ya se esté divorciando del carnal Marcelo, así que me perdonan por ser tan suspicaz, o sospechosista como bien lo diría Santiago Creel, pero yo no me trago el cuento de que es algo negociado entre ellos, no duden, queridos lectores, que al rato saldrán los trapitos al sol, porque Ebrard, el mejor alcalde del planeta tierra y galaxias circunvecinas, según una revista chafa, necesitará una esposa que le otorgue presencia entre la pléyade política, ya se sabe, que un político soltero, divorciado, viudo o beodo, da mucho de qué hablar, no vaya a ser que andando el tiempo, con eso de que ha luchado incesantemente por las causas homosexuales le endilguen el san Benito de que batea pa’l otro lado, eso es lo malo de la politiquería, que se valen de cualquier artimaña para salirse con la suya, levantarse con el triunfo y sentarse en la silla todopoderosa, no que sea admirador de la labor de Ebrard, pero se le nota bien cimentado en su cargo de la ciudad más bella pero también más caótica del mundo, no de balde, cuenta con más de 20 millones de habitantes, puedo decir, con conocimiento de hecho y por derecho, ya que viví en D. F por varios años, que vivir en esa urbe no es nada fácil, pero si vivir resulta una lucha diaria, gobernarla debe ser una tarea titánica, porque no se le puede dar gusto a todos, el comunicado en el que hacen el anuncio oficial es muy escueto y firmado por los dos, dicen los cercanos a la pareja, que a ella le encanta la pachanga y el pisto, de otros gustitos nadie ha dicho nada, pero se dice que si aguanta varios días de peda, ha de ser por algún secreto que tiene bien guardado, también hay quien asegura que a Marcelo no se le da mucho eso de la parranda, que a él ya le da pereza salir en las noches, que prefiere una vida más hogareña, bastante chamba tiene con tantos compromisos referentes a su cargo, otros, esos de lengua de doble filo, que los hay en grandes cantidades en una ciudad que se mueve por los rumores y los dimes y diretes, que ese fue un matrimonio arreglado para darle imagen a Ebrard, pero menudo favor se hizo él mismo al casarse con esta actriz venida a menos, que guapa si es, aunque marchita por el tren de vida que ha llevado, porque a donde acudía con la digna representación de Primera Dama de la otrora región más transparente del aire, siempre andaba más borracha que una cuba, eso sí, siempre trepada en zapatillas luciendo sus mejores galas.
"Desde que nos conocimos, ambos hemos sido, ante todo, amigos y compañeros. Compartimos desde entonces, proyectos y sueños comunes. A lo largo de estos años, construimos una relación de amor, respeto y solidaridad. Ahora, de común acuerdo también, hemos resuelto disolver nuestro vínculo matrimonial, así, sin reproches ni agravios". Como pueden darse cuenta, asiduos fans, dicho comunicado tiene tela de donde cortar para hacer una canción de tequila y madrugada, de esas de José Alfredo Jiménez, supongo que, en cualquier momento, en Twitter saldrán más noticias al respecto del divorcio express de Marcelo y Mariagna, ya que, en otro párrafo del telegrama mediático, han agregado, que las razones son del orden privado, para que nadie les pregunte al respecto, pero siendo como son de chismosos los periodistas de la fuente, y esa otra infame turba de nocturnas aves carroñeras que se han dado en llamar, como la prensa del corazón, seguramente les preguntarán acerca del asunto, hasta que uno de los dos suelte la sopa, solamente tienen que esperar a encontrarse en algún congal a Mariagna y si son listos, le inviten una ronda de tequilitas bien servidos para que diga todo lo que sabe del divorcio que ya firmó, por lo visto les duró poco el amor eterno que se juraron el ocho de julio del 2006, precisamente unos días después de que Ebrard se levantara con el triunfo para regentear la ciudad de México. Tiempo al tiempo.

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