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miércoles, 23 de febrero de 2011

Ernesto "La Bartola" Cordero

Ernesto Cordero no sabe, o se hace, que seis mil pesos al mes no alcanzan ni para mantener a un perrito chihuahueño, nuestro secretario de Hacienda hizo esa declaración tan desacertada, como si hubiera recibido un curso intensivo en el rancho san Cristóbal de parte de nuestro nunca bien ponderado Chente Fox, que, a la distancia, no sé ni de qué manera los mexicanos decentes dimos en creer que el pobre ranchero ignorantón sería nuestra salvación, casi como si fuera otro Simón Bolívar, que nos sacaría no sólo de la barranca sino de la pobreza absoluta, y miren ustedes, queridos lectores, que caro hemos pagado nuestra estupidez, lo peor no es eso, sino que el partido azul sigue en el poder, espero que, ya pronto se termine esta pesadilla panista, porque eso que acaba de expresar nuestro secretario de Hacienda, no es nada más un comentario de café con los compadres, sino un atentado a la inteligencia de todos los paisanos, si estuviera vivo mi abuelo Pancho ya hubiera ido a reclamarle, y es que, eso que dijo es una mentada de madre a la pobreza extrema que padece el país, pero dicen que la reata se revienta por lo más delgado, así que mejor no le busquen mucho ruido al chicharrón, que los ciudadanos ya estamos hasta la madre que nos quieran ver la cara de pendejos, y que así, con ese tono burlón en que lo dijo, con sonrisa velada de borracho amanecido, se va a tener que ir despidiendo de su chamba, porque un acto de esa naturaleza, es un desacato a la autoridad presidencial, es como el hijo consentido que puede faltarle el respeto a los dueños del negocio y su jefe don Felipe Calderón ni siquiera ha salido a amonestarlo públicamente, por lo menos el ranchero Fox tenía a su vocero oficial Rubén Aguilar que salía con cara de profesor de academia de barrio a desmentir las cajeteadas de don Chente, que dicho sea de paso, a mi me divertían mucho, porque ya era como un programa de comedia de enredos de Ortiz de Pinedo, pero éste sí, este que se vaya, que no necesitamos que un funcionario a nuestro servicio que además gana más de 200 mil pesos mensuales, venga a echarnos pachotadas a la cara, si un empleado de ese nivel, con ese cargo tan alto, desconoce la realidad misérrima de decenas de millones de sus patrones, es decir, de los mexicanos todos, pues significa que no está preparado para desempeñar el digno cargo que se le ha encomendado, El Gordo Carstens por lo menos tenía tipo afable y aunque saliera a declarar que nos estábamos hundiendo y que la inflación sería del 200 por ciento, tenía tiento político para que no sintiéramos tan duro el chingadazo, no digo, no, que anhelo su regreso, san Apapucio El Mártir nos ampare a todos, lo que quiero decir es que no hay derecho a que nos tengan muertos de hambre, y todavía, por burlones, vengan a decirnos, los poderosos blanquiazules, por interpósita persona, que no seamos llorones, que no nos estamos muriendo de hambre, que el país está en Jauja y que el salario mínimo alcanza para tener carro, casa propia y pagar colegiaturas en los colegios de Los Pederastas de Cristo, o sea, yo, que gano un poco más que eso, a veces, a mediados de la quincena, le ando pidiendo dinero prestado a mi compadre Filemón para acompletar las caguamas nalgonas del domingo familiar, en Twitter le hemos puesto una revolcada a Cordero que nunca se le habrá de olvidar, claro que este su servidor, como soy Top5 de la red social y cuento con miles de seguidores, pues me dediqué a armar un Hash Tag en contra del funcionario, que al poco rato ya se había convertido en Trending Topic, incluso, de tantas menciones que tuvo durante el día, se colocó en el ranking nacional de las personas más populares, claro que abajito de mí, yo en primero, Anahí en segundo y este hablador hacendario, en tercero, en fin, espero que mínimo lo corran del puesto, y que en castigo por su invectiva, lo pongan a vender tacos de suadero y que le paguen seis mil pesos mensuales, a ver si es cierto que con eso podrá darse la vida de marajá que disfruta al lado de su familia. Ya dije.

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