Carmen Aristegui fue cesada al negarse a ofrecer una disculpa pública en su espacio radiofónico de MVS Noticias, por haber sugerido que el presidente Calderón es alcohólico y en realidad no lo dijo así, yo, que soy asiduo escucha de su magnífica forma de dar la información, doy fe de que la connotada periodista, lo que expresó, antes de mandar a un corte comercial, fue: “…Y Dejemos la pregunta abierta y la petición formal a la presidencia de la república, tiene o no, Felipe Calderón, problemas de alcoholismo, esto merece, insisto, una respuesta seria, formal y oficial, de la propia presidencia de la república...” luego de que el reportero de la fuente de la cámara de diputados, diera la nota de color respecto a una injuriosa manta roja desplegada ante el quórum del sagrado recinto legislativo, con la que, el naco Fernández Noroña y su runfla petista, como siempre, enseñó el cobre, gritoneándole al moderador.
Yo, ustedes, queridos lectores, lo saben bien, no soy analista de nada, abordo los temas con la frescura de un ciudadano de a pie, ni más ni menos, digo, si a don Felipe le gusta el güiski, no tiene nada de malo, a mí y a cualquiera, nos encanta empinar el codo, tampoco es una afrenta, además ya se sabe, que a Fernández Noroña le encanta aparecer en todos los periódicos y programas de radio y televisión, es una vedete que siempre busca la ocasión para figurar, a éste, como decía mi abuela Crisanta, le encanta ser: “en las bodas, el novio y en los funerales, el muerto”, es cierto, que uno de los temas que más se han oreado en Twitter, es en el sentido de que a nuestro mandatario le gusta el chupe, incluso ha sido Trending Topic, de hecho se han subido cientos de videos en los que se le ve, como antes, a otros funcionarios, en evidente estado de contentura etílica, naturalmente que se le debe respeto a su investidura, pero como en las redes sociales, los usuarios no tenemos porque restringirnos ni autocensurarnos, publicamos lo que se nos hinchan las ganas, harto mal estaríamos, que además de padecer lo que padecemos, todavía nos maniatáramos para no tuitear lo que se nos venga en gana, claro que, sin ofender a terceros, ni alterar la verdad para cumplir con nuestro antojo de desgraciar reputaciones.
Don Felipe Calderón no debería de molestarse por esta inocente pregunta que Carmen Aristegui lanzó al aire en su programa de radio, igual, si no padece tan grave enfermedad, hubiera dicho tal como decía mi tío Gabino, cuando alguien le preguntaba si era borrachillo, él, con voz de norteño, en franqueza expedita, contestaba: “soy borracho pero compracho” lo que en lenguaje ranchero, significa que si le encantaba la pistiadera, pero que no le pedía a nadie para comprar sus caguamas nalgonas, así que, nada de esto hubiese ocurrido, además, MVS, como antes, Televisa en su conglomerado de medios masivos de comunicación, conocían de cerca, la peculiar manera en la que, la valerosa periodista mexicana, publica sus notas, a lo que voy, es a que, no pueden pedirle peras al olmo, es como si, a mí, mi editor en jefe, mi director editorial y mi editor general, me dijeran: “Fernando, no quiero que publiques chismes escandalosos de nuestra sociedad”, ´por supuesto que eso nunca ha sucedido, si no es de ahora, mi forma de desarrollar el oficio, ya que, tengo muchos años de estar en el candelero con el mismo estilo que seguramente no a todos les ha de gustar, estoy consciente de que no soy monedita de oro pa’ caerle bien a todos, pero me siento muy orgulloso de que digo lo que quiero, a la hora que quiero y sin ninguna clase de censura, el día que ocurra, no por pretencioso, sino por vergüenza profesional, me iría, por la vereda ribereña para nunca más volver, en fin, que ojalá Carmen Aristegui salga a la escena pública a dar la cara para que explique los motivos reales de su despido, mientras tanto, seguirá apareciendo en su programa periodístico de CNN en español con sede en Atlanta, que esa cadena noticiosa internacional, nunca le ha puesto freno de mano a su Belisaria boquita. Ya dije.
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