Ahora resulta que los panistas, nada más porque los tienen muy azules, les quieren negar a los homosexuales el derecho a formar una familia, como si no supieran que en nuestro país las costumbres ya son otras, no digo, no, que México sea la cuna de todos los gays del mundo, ni un semillero de hombres y mujeres con dicha preferencia, pero es cierto que los que estaban ocultos, se han salido, aunque eso del closet, a unos siempre les ha quedado chico, y se han tenido que esconder por años en un cuarto grandote del patio trasero de sus discretas vidas.
Los panistas argumentan una estupidez tras otra, como si fueran voceros de El Vaticano, aseguran que la familia debe ser para engendrar hijos, es decir, que la discriminación es tal, que no solamente abarca a los gays, sino también a las mujeres y hombres que por alguna indeterminada razón, deciden no tener hijos, o que por sus condiciones de salud, no pueden ser capaces de reproducirse en pareja, francamente lo que me parece desproporcionado es que metan la religión en un asunto a todas luces de matiz humanista, porque ni modo que el PAN sea una nunciatura apostólica en donde se despachan leyes que atañen a los mexicanos, lo que asusta es que al rato van a querer trepar a los altares a Gómez Morín o a san Vicente Fox.
David Razú, el promotor principal de esa iniciativa, Julio César Moreno, presidente de la Comisión de Procuración y Justicia y Víctor Romo, lo llamaron a respetar el Estado laico, y es que a muchos panistas, y al mayor de todos ellos, llamado Monseñor Norberto Rivera Carrera, se les olvida que ni la moral ni la conciencia de México, les pertenece a los católicos, porque ahora andan asustando con el petate de la excomunión súbita, pero estos bravos perredistas que para hacer más clara su postura a favor de la unión matrimonial con todos los derechos, responsabilidades y obligaciones, se colgaron una bufanda de arcoíris, símbolo de la comunidad lésbico gay, de hecho, denunciaron a nuestro lonchero espiritual, ante el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont a quien le solicitaron amable pero enérgicamente que Monseñor “saque sus narices del asunto”, Razú calificó de “gravísima” la declaración de Norberto Rivera, pues “incita a la violencia y al odio” en contra de los integrantes de la comunidad lésbico-gay. Romo, a su vez, expresó que lo que ayer se debatió en la ALDF “no fue bajo el paraguas del dogma o la moral, sino desde el punto de vista jurídico y social.
En el 2006, el Congreso de la Ciudad de México aprobó la llamada Ley de Sociedad en Convivencia, que le dio marco legal mediante un contrato privado a las parejas que viven bajo un mismo techo, y les otorgó ciertos derechos, como la pensión alimenticia. La nueva reforma le da a la pareja homosexual derechos como el de la herencia, la unión patrimonial para obtener créditos bancarios y la posibilidad de recibir los beneficios del seguro social, entre otros.
Giovanni Gutiérrez del PAN de manera absurda declaró: "El reconocimiento de las sociedades de convivencia homosexual como matrimonio va en contra del bien público y el desarrollo afectivo de nuestros hijos”, yo que vi el debate por el canal del congreso, me daban ganas de aventarle huevos de ónix y tomates enyesados, pero refrené mis impulsos porque iba a dañar mi telepantalla de 52 pulgadas que parece de 13, sólo faltó que le dijera a sus compañeros de bancada que fueran a la Marquesa para cortar leña y levantar una pira para quemar al izquierdero, es que estos azulitos se creen que todavía están en la época donde los curas eran dueños de todo, y con la pena, les tengo que avisar que muy pronto se irán del gobierno que de tan mala manera han usufructuado para beneficio de sus correligionarios, ahora nada más falta que salga el beato Abascal para soltar imprecaciones contra los demonios perredistas que andan sueltos. Cosas Veredes Mío Cid
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