Tenía que presentarme en admisión hospitalaria en la clínica 71 del IMSS en Torreón el 16 de noviembre de 2009 a las 15:30, me dieron una bata; ya saben, del IMSS parecía como que si un tigre hubiera jugado con ella: “por favor báñese y póngase esta bata su cama será la 715” me dijo un enfermero muy amable el pelao, yo no llevaba jabón ni champú ni rastrillo, chingao nadie me lo dijo y siempre he sido tan sano que jamás había caído al hospital.
Dentro de lo doloroso y desagradable que es la arteriografía, lo bueno fue que conocí a varios pacientes, donadores y receptores de riñón; el primero fue Daniel mi compañero de sala, él donó un riñón a su hermana, también a la huera una "niña" de Zacatecas trasplantada hace un año, don Miguel de Saltillo con 10 días de trasplante, ellos me dieron buenos consejos y compartieron sus experiencias conmigo, me dijeron que duele, claro que duele.
Pues ya como a eso de las diez de la noche me quedé dormido, bendito Dios yo nunca batallo por sueño, ¡No señor, y al día siguiente a las nueve de la mañana como estaba planeado, llegó por mí un camillero, primero estuvo ahí parloteando con la gente de limpieza que ya tenía una mesa de regalos en Coppel para su próxima boda, preguntaba que qué le iban a regalar, que la madre.Yo, tranquilo, prisa no llevaba, aunque ya empezaba a ponerme nervioso, me llevaron al segundo piso donde está radiología, ahí ya me esperaban varias doctoras y enfermeras, es bochornoso como tanta gente te revisa y por más que digan que ellos están acostumbrados, que ese es su trabajo, con todo y eso, como quiera me dio vergüenza, me acostaron en la plancha de rayos X y me asearon, luego me dijeron: “Señor le vamos a dar un piquetito, es la anestesia arderá un poco”, yo dije bueno pues poco, wey che piquete si ardía, luego la sensación de ardor se fue y una doctora me dijo: “sentirá un leve piquete”, si, ese si fue leve, yo soy bien zacatón y preferí no ver lo que hacían, luego empecé a sentir calientita mi nalguita, era sangre, luego me dijo la doctora. “sentirá un poco de presión en el vientre”, fue una sensación muy extraña, no dolorosa, pero molesta, encendieron un monitor que yo podía ver y se veía mi espina dorsal y un cable como los hilos del cable de teléfono, se iba moviendo y luego empezó a soltar un liquido radio opaco y se iluminó mi riñón, sentí como un cólico muy leve, empezaron a grabar uno de 2 cd's vírgenes que me pidieron y también procedieron a sacar varias placas, cabe mencionar que las doctoras enfermeras y radiólogas fueron muy gentiles y amables, ¡Si Señor! en el IMSS es neto, pasó como otra media hora y yo ya tenía frio y dolor lumbar, finalmente dijeron que todo estaba bien que habían terminado, empezaron a sacar el famoso catéter me dijeron: “Señor sentirá un pequeño jalón”, wey che jalonsote de tripas o no sé que, si duele para que digo que no.
Como a las dos horas de haber llegado a mi cama empecé a sentir como mis piernas recuperaban calor, luego empecé a sentir algo de dolor, un dolor muy extraño como un cólico como cuando te dan una patada en los desos, ya como a las ocho de la noche mi mama se fue porque nadie, que no sea paciente o personal de salud pernocta ahí, y me levanté al baño, se fueron los cólicos y el dolor casi desapareció, era pues, por eso, ya como a las once llegó una de las doctoras residentes que me habían hecho ese estudio (muy guapa por cierto) me revisó y dijo que todo estaba bien que al día siguiente me daría de alta, en cuanto dijo eso fui de nuevo al baño y me cambiaron las sábanas.
Al despertar ya venía el almuerzo, la comida de hospital no es lo que digamos sabrosa, pero con hambre, me comí todo lo que me llevaron, después un doctor reviso los estudios y dijo que sería el riñón izquierdo y que podría irme a las doce.Y más o menos eso es una arteriografía renal, el último estudio para donar un riñón.
P. D: el anterior relato, lo compartió conmigo mi amigo en Twitter, Guillermo Aguilera, de Fresnillo, Zacatecas, lo que si debo subrayar es que a tiempo y con gente especializada, un familiar le puede regalar muchos años más de vida a un ser querido, eso es lo que he aprendido con la enfermedad de mi hermana Ana Lilia, yo, trabajaré en pro de que sean más donadores de órganos para que se puedan salvar vidas. Lo comentaré con el C.P Pepe Suárez mi editor en jefe y con David Dorantes mi director editorial para hacer la promoción adecuada en Líder Informativo que desde su fundación se ha distinguido por unirse a las causas nobles. Ya dije
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