Cuenta regresiva...

Queridos lectores, espero que hayan pasado esta primera fiesta del 24 y el recalentado del 25, con alegría bordeando el frenesí. A mí, como cada año, me fue muy bien, primero porque gozo de excelente salud, es más, creo que Diosito me tiene a mero arriba en su lista de favoritos, y es que extrañamente, no tengo dolencia alguna, ni siquiera padezco lo que les da a otros, cuando beben alcohol en exceso, y la noche buena la pasé rodeado de mi familia, bailando como si me hubiera dado la chiripiolca, pero como ya andaba p-do, ni me importaba el ridículo que andaba haciendo dando la vuelta y vuelta en el gran salón de fiestas que está colocado al fondo de mi espectacular residencia, justo, antes de llegar a las caballerizas.
A la hora de la cena, ya que estábamos todos a la mesa, pude imaginar a mis muertos, danzando entre nosotros, sobre todo a mi madre, a la que le encantaba reunir a sus hijos y nietos, además con una variedad de platillos como a ella le gustaba, no quiero sonar a viejillo nostálgico, pero es inevitable que los recuerdos se agolpen en el corazón, supongo que nos pasa lo mismo a todos, y en esos instantes de abrazos, sonrisas y besos, nos entrelazamos con los que ya no están aquí, de todas maneras yo soy un convencido de que la gente no se muere del todo, en nuestro interior se queda su luz y al partir se llevan todo nuestro amor, ya sé que estos días he andado medio cursi, pero es que estas fechas decembrinas son de lágrima gorda y moco tendido, la verdad es que este 2009 que ya mero se termina, ha sido un año muy complicado, pero fortalecido en la fe inquebrantable que me sostiene, sé que todo pasará y como dice la santa mística, Dios no se muda, en fin, no quiero aburrirlos con mis cosas, queridos lectores, pero les advierto que ya estamos en la cuenta regresiva de este aciago, difícil y veleidoso año, que ya lo que queremos es que se acabe de una vez por todas, aunque el siguiente dicen que también será cuesta arriba.
Hoy es día de los santos inocentes y faltan tres días para cantar lo que dice Tony Camargo en su famoso “Año viejo”, a mi no me ha dejado ninguna mula ni una buena suegra, pero esa canción la ponemos a la hora del bailongo en noche vieja, lo malo es que mi apá desde que tengo uso del tiempo, ha puesto el Brindis del Bohemio que siempre me ha hecho llorar, pero todo es parte del ritual de celebración, en estos días les digo que es lo que hago para tener suerte en los renglones más importantes de la vida, para que, si dichos consejos les sirven, los sigan para que la buena fortuna los acompañe a lo largo del 2010.
Enseguida, para que se rían un rato, les transcribiré una conversación telefónica entre una madre sufrida y un hijo inconsciente que no sabe acatar los sabios preceptos de su sacrosanta progenitora. Si alguno de ustedes, asiduos fans de esta agonizante guillotina, es hijo, de seguro ya habrá oído esa misma cantaleta más de una vez, y si es mamá, ya la ha de haber puesto en práctica para manipular a su retoño. 5, 4, 3, 2, 1…


M: MAMA H: HIJO
H: Hola, amá; ¿te puedo dejar los perros el fin de semana?
M: ¿Vas a salir?
H: Si
M: ¿Con quién?
H: Con una amiga
M: Yo no sé por qué te separaste de tu esposa, es una mujer tan buena...
H: Yo no me separé mamá… ella me dejó
M: Tú dejaste que se fuera y ahora andas por ahí con cualquier lagartona...
H: ¡NO ando con cualquier lagartona mamá! ¿Te puedo dejar los perros el fin de semana? ¿SI O... NO?
M: Yo jamás los dejé a ustedes para salir con alguien que no fuera tu padre
H: Hay muchas cosas que tú hiciste y que yo no hago
M: ¿Qué me quieres decir?
H: Nada, nada... sólo quiero saber si te puedo dejar los perros
M: ¿Vas a quedarte a dormir con esa vieja?
M: ¿Qué diría tu esposa si se enterara?
H: Mi EX esposa!... y no creo que a ella le preocupe pues desde que nos separamos no debe haber dormido sola ni una noche!
M: ¿Entonces, te vas a quedar a dormir con esa ninfómana?
H: No es una ninfómana... ¡por favor mamá!
M: Una vieja que sale con un divorciado... con perros... es una ninfómana, una vividora
H: No quiero discutir. Te llevo los perros ¿o no?
M: Pobres perritos, con un dueño así
H: ¿Así cómo?
M: Con pajaritos en la cabeza, por eso te dejó tu esposa.
H: ¡Bastaaaa!
M: Encima me gritas. Seguramente a esa vieja con la que sales también le gritas
H: ¡Ahhh! Ahora te preocupa la lagartona
M: Viste que si es una lagartona. Si yo me di cuenta enseguida
H: ¡Adiós mamá!
M: Espera... no cuelgues!... ¿A qué hora me traes a los perros?
H: No los voy a llevar. ¡No voy a salir!
M: Hijito, si no sales nunca, ¿cómo chingaos piensas rehacer tu vida?
¡GRACIAS MAMA!