La pedofilia no es ninguna enfermedad estomacal, sino la inclinación sexual de los adultos mañosos hacia menores de edad, ya se sabe lo que se dice de que en cada familia hay una historia tenebrosa escondida entre los repliegues de los recuerdos infames, y es que según las estadísticas, tres de cada dos niños son manoseados por algún adulto, y cuatro de cada tres son violados en sus hogares, cinco de cada cuatro son toqueteados por algún tío, ocho de cada siete son intimidados por acoso sexual por el abuelo, diez de cada nueve reciben alguna sugerencia de índole amorosa por el mejor amigo de la familia y casi todas las huercas y ahora, la mayoría de los huercos, son presa fácil de los primos mayores.
Pero eso es más viejo que caminar para adelante, solamente que antes se legalizaba dicha práctica, digo, no voy a hacer apología de la pedofilia, si a Gabo le ha salido caro el chistecito en su novela: “Memorias de mis putas tristes”, al incluir un pasaje de un viejo decrépito de 90 años que se regala una noche de sexo con una adolescente virgen de 14 años, y es que le detuvieron el proyecto al productor de dicha cinta, que se quejó amargamente ante los medios difusores informativos, quesque porque hasta el góber precioso, ése que se alió con Camel Nacif el pederasta asqueroso para madrearse a la vieja cabrona de La Cacho (sic), conste que no es albur, así que aunque digan lo contrario y los involucrados aseguren que es una obra de arte de la cinematografía mundial, la verdad es que dicha mención en el filme, dadas las circunstancias de los tiempos que corren, es cocorear al tentador, que de por sí, nunca duerme para ver a quien friega, y ya con eso de la red mundial de viejillos que les encantan las niñas, es poner a la zorra a cuidar el gallinero.
La cinta, una coproducción entre México, España y Dinamarca, tenía un presupuesto estimado en 5,5 millones de dólares, según "Reforma". Otras versiones mencionan ocho millones de dólares. El gobierno de Puebla iba a asumir el 20 por ciento del financiamiento, ahora nada más falta que se anuncie a Nacif como el protagonista.
Gabo no es, pero se hace, a poco no se va a dar cuenta de que esas escenas son políticamente incorrectas, digo, si entramos en el terreno de las especulaciones, porque no ponemos sobre la mesa de las discusiones, si pensaría lo mismo si fuera su nieta una de las millones de afectadas por estos monstruos que ni a su propia familia respetan, claro que no soy más papista que el Papa, si yo entiendo perfectamente que se trata de una ficción creada por la mente del fabuloso novelista colombiano, pero que nadie hable de la soga en casa del ahorcado, mi tía Resurrección que era muy mal hablada, decía al respecto: “no porque cabrón seas, pendejo te hagas”.
No voy a anunciar nada nuevo, si eso ya se sabe desde hace tiempo, pero nadie hace nada para remediarlo, en el centro de la ciudad, o como dicen los colegas cursis y obsoletos, “en el corazón de Nuevo Laredo”, se mueve una venta de carne fresca para los lobos, y no lo digo de broma ni de chiste, que vigilen los encargados de cuidar a nuestros niños, hay tantos programas que se dedican a su protección, que los echas a todos a una licuadora y ni espuma hacen.
La película siempre no se va a hacer, o por lo menos, ya se hizo para atrás el góber Pipope, que era el que iba a dar todas las facilidades para la filmación en el estado que gobierna, aunque Felipe Calderón prometió en su campaña que le iba a dar su merecido al canalla que violó las leyes, ésa y lo del empleo para todos, fueron dos de las más graves fallas de la campaña del panista.
Estos descarados, incluso el colombiano premio nobel de literatura, ya están igual que el difuntito Maikol Yakson, dicen sus allegados, que cuando se hospedaba en un hotel, hablaba a la recepción para que le mandaran los dos niños gratis, conste que el anterior comentario no puede ser considerado como apología a la pederastia, porque es un chiste del dominio popular.
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