Al beisbol le pasó lo mismo que a la iglesia católica, se confió tanto, que luego de ser el rey de los deportes, pasó a formar parte de los recuerdos nostálgicos de los abuelos, y si apenas hace 20 años, en el globero pueblo, era considerado como el deporte con denominación de origen, ahora, a pesar de que todavía existen varias ligas desperdigadas en la periferia, ya no es lo mismo que antes.
Da lástima ver que al beisbol ya solo lo disfrutan los viejitos, y todavía, al ex alcalde Peña, se le ocurrió hacer un estadio que ha servido más para presentaciones de los testigos de jiová que para atraer a las grandes multitudes a disfrutar del espectáculo del otrora monarca deportivo, ahora destronado y tal vez para siempre.
Yo no he ido al parque de pelota, pero dicen que está muy bonito, hecho con toda la mano, súper funcional, que tiene todo bien acomodadito, pero que durante la temporada de la Liga Mexicana en las gradas había más vendedores de cervezas que fans de los tecos, y es que ya no es lo mismo, ni siquiera los comentaristas sirven para nada, bueno, Memo Garza se salva porque le pone sal y pimienta al asunto, conste que no quiero ser aguafiestas, pero echemos sobre el muerto las coronas.
Ya se los he dicho en otras ocasiones queridos lectores, soy beisbolero de corazón, desde huerco andaba en los llanos anotando los juegos, primero de softbol, luego de beisbol, y como en todo lo que sé, siempre ha estado la mano sabia de mi sacrosanto padre, él me enseñó a tener criterio para anotar las jugadas, porque parece que es fácil, pero luego los peloteros son bien mañosos, quieren que el anotador oficial les anote un jonrón de campo, cuando todo mundo vio que al shorestop se le pasó la bola porque no pudo agacharse por la panzota cervecera que se carga, y al centralfilder más obeso que un ganadero en tiempos de vacas gordas, por más que quiso alcanzar la bola, ya para cuando llegó hasta donde estaba la pelota, el corredor ya se había tomado un seis completo.
En ese estadio, que no quiero echarle la sal, al rato tendrán que hacer los festivales del día del niño del DIF y los cierres de campañas políticas, porque la gente no va a regresar a ver el beisbol, como lo que les digo que pasó con la iglesia católica, que ahora ya hay más evangelistas, testigos de la resurrección del séptimo día, los mahometanos enturbantados y todas esas numerosas proles espirituales seguidores de Dios, aunque todavía tengo más confianza que los que renunciaron a su fé en nuestra madre santísima la inmaculada virgen María, regresen a postrarse de hinojos para pedirle perdón a La Bienaventurada por fariseos idólatras, a que los fans del beisbol vuelvan a sus gustos de antaño. Y no me odie nadie, que esa es la pura verdad.
Así funciona el país
¿Cómo funciona México? Un maestro en una escuela les deja como tarea a sus alumnos investigar de qué manera funciona el país. Por la tarde, al llegar a su casa. Uno de los niños pregunta: Papá: ¿Cómo funciona México? Te lo voy a explicar con un ejemplo, toma tu cuaderno y escribe: Mi papá es el gobierno, porque Él manda en la casa. Mi mamá es la ley, porque ella impone el orden. Mi abuela es la prensa, porque está enterada de todo. La criada es el pueblo porque hace el trabajo duro. Yo soy la juventud y mi hermanito es la esperanza del Mañana. Ahí está, ya tienes tu tarea resuelta.
A media noche, el niño se levanta al baño, escucha ruidos en el cuarto de servicio y sorprende a su padre con la criada. Asustado corre al cuarto de su madre y la encuentra dormida. Va a la habitación de su abuelita pero ésta se encuentra viendo la televisión.
Al volver a su habitación encuentra a su hermanito con el pañal sucio y exclama con asombro: ¡Ahora entiendo todo! El gobierno chingándose al pueblo. La ley dormida. La prensa perdiendo el tiempo en pendejadas. La juventud desorientada y la esperanza del mañana hecha mierda. (Aquí van las risas en off)
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