En la Comisión Nacional de Arbitraje Médico cuyo ineficiente director es el Dr. Germán Fajardo Dolci, trabajan 129 personas que devengan un solvente salario, pues esa runfla de ineptos no se dan abasto para revisar los casos de negligencia médica en todo el país, claro que cada entidad federativa posee su propio organismo regulador, pero estos son los que mangonean esos asuntos en los que los hijos de Hipócrates son casi intocables por la mano de la justicia, ríanse ustedes queridos lectores, como yo me carcajié cuando me enteré de la ridícula cifra de intervenciones en las que la hache gavilla de policías vigilantes del ejercicio ético de procedimientos médicos de nuestro cada vez más azorado país, ái les va: 129, si, así como lo leen, claro que eso es una mentada de madre para todos nosotros los infelices paga impuestos, porque no crean que sus sueldos los paga de su bolsa el secretario de salud Córdoba Montoya, que por lo visto ya lo están premiando con la candidatura panista por el estado en el que nació, sino que salen de las flacas arcas del erario, y todavía quieren que paguemos el 16 y el 3, más lo que se les ocurra en lo que resta del día.
Bien dicen que nunca te pelees con el médico ni con el cocinero, pero es que alguien tiene que decir lo que está mal en Dinamarca para que se corrijan las cosas, miren, por citar una anécdota que ocurrió en mi familia, a lo mejor no se acuerdan, pero ya les había confiado hace unos meses que el Dr. Mario Alberto Arreola director del Hospital General en el que se atiende a los afiliados del Seguro Popular, el mismo que regentea la clínica de diálisis del programa social del estado denominado “Vamos Tamaulipas”, le dijo a mi hermana Ana Lilia, cuando ésta le replicó (ya es mal de familia que no nos quedemos callados ante las injusticias) “Están muy caras” refiriéndose a las diálisis y el móndrigo médico le escupió en la cara la infame respuesta que lacera y ofende: “pues te la tienes que hacer porque si no… te mueres”, digamos que ese sólo hecho, es una felonía en primer grado, primero porque ningún médico, ni siquiera los gabachos que son calvinistas y unos hijos de su re gringa madre, se atreverían a cometer semejante crueldad, porque dejemos de lado que es director de dos instituciones de ayuda al jodido, es decir el hospital general y dicha clínica, por su oficio debería de ser, no digo que un apóstol, pero mínimo un defensor acérrimo de la vida en todos sus órdenes.
Yo, si fuera juez, en este caso también soy parte, pero nadie rechazaría mi criterio si le doy varios años de cárcel, porque eso no se hace, solamente hay que ponerse en los zapatos de los demás, pero dejemos en paz al infamante Dr. Arreola, qué ése, un día recibirá su justo merecido, sino es con la justicia de los hombres, con Dios, que suele ser muy severo con estos tipos que en lugar de servir a los demás, se sirven de sus puestos para ejercer el poder, lo más doloroso es que en esos forcejeos de codicia burocrática, se pierden muchas vidas, lo indignante es que si sigue al frente del Hospital General, quiere decir que a los de por encima de su cabeza les importa madre la salud de los neolaredenses.
Voy a respirar profundo para tranquilizarme, porque les quiero anunciar queridos lectores, que gracias a Jiová de los Ejércitos también hay buenos médicos, y esa suerte le tocó a mi hermana Ana Lilia en el Seguro Social que la ha arropado con tanta calidez en su departamento de diálisis, cuyo director es el Dr. Nefrólogo Saúl Sandoval Guerra, quien junto con su eficiente equipo de enfermeras y trabajadoras sociales, ofrecen a sus pacientitos, yo hablo por mi hermanita, pero estoy seguro que opinan igual los demás dializados, una atención de primer mundo, a pesar de que los turnos son agobiantes en todos sentidos, y eso, a pesar de la pena de saber que cada día que transcurre es un milagro que despierten a la vida con sonrisas de heliotropos, tranquiliza el notable hecho de saber que todavía existen médicos entregados a su noble labor. Propongo a Sandoval Guerra para secretario de salud del estado. Ya dije.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario